Desde una localidad de 1000 habitantes, fabrica muebles y factura $ 270 millones

Fundada en 1990, La Valenziana diseña, produce, comercializa y distribuye muebles para todos los ambientes del hogar. Emplea a 185 personas y planea su internacionalización de cara a 2021.

Desde Uranga, una localidad con poco menos de 1000 habitantes ubicada a 30 kilómetros de la ciudad de Rosario, en Santa Fe, La Valenziana se dedica a la fabricación y comercialización de muebles infantiles, busca abrirse al mundo y prepara, si las condiciones lo permiten, su plan de internacionalización para 2021

La historia de esta firma que emplea a 185 personas y factura $ 270 millones al año comenzó a tejerse en 1990, de la mano de José María Díaz, un joven de entonces 24 años que había regresado al país tras desempeñarse como supervisor de una firma local con sede en España. 

La Valenziana se fundó en 1990

Desde muy chico, Díaz buscó hacerse un camino: trabajó en relación de dependencia en varias carpinterías y llegó a jefe de sección en grandes muebleras, hasta que abrió su propio taller. 

Los primeros pasos

Díaz, de una clase media trabajadora, empezó su proyecto con una inversión inicial mínima. "Teníamos un solo vehículo en pésimas condiciones que nunca llegaba a tiempo por roturas permanentes. Cuando se terminaba de fabricar una serie de productos, se cargaba el vehículo y empezaba su travesía hacia la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo era llegar cuanto antes, cobrar y volver para, con ese dinero, pagar el día de trabajo y con el mismo camión comprar materias primas. De a poco, se fueron incorporando más y mejores vehículos; hoy tenemos una flota de camiones que hace el 70% de las entregas", comenta Rodrigo Díaz, socio de La Valenziana y primo de José María. 

Los comienzos no fueron sencillos. La principal traba que encontraron tuvo que ver con la falta de apoyo a los emprendedores de parte del Estado y entidades financieras.

"Cuando se empieza una compañía desde muy abajo no tenés información ni garantías para respaldar tu proyecto. El tiempo, el cuidado de cada cliente, de cada operación comercial, responder ante cada error cometido, nos fue dando muy lentamente el dinero para poder hacer cada vez más y mejores productos y así ocupar más espacio en las exhibiciones de las tiendas, hasta que, con el pasar de los años, pudimos tener la 'carpeta' para presentar en los bancos", comparte. 

Basada en la provincia de Santa Fe, y con cobertura en todo el país, la compañía cuenta con normas ISO 9001, 18001 y 14001. Su canal de comercialización son las mueblerías tradicionales, casas de puericultura, retails, locales oficiales y puntos de ventas exclusivos. 

De cara a 2021, La Valenziana planifica empezar a exportar

Además, desde este año, los puntos de venta oficiales tienen micrositios dentro de su carro de compras. "Desarrollamos una página unificada donde interactúan todos los 'franquiciados' con su propio espacio, cada uno es dueño de su carro sin que el consumidor se percate a quién de la red de concesionarios le está comprando. La página detecta a través de geolocalización por IP y deriva a quien le corresponda la zona, abordando su stock y sus métodos de entrega particular". 

Este año, las fichas seguirán puestas en la implementación y acompañamiento de los puntos de venta oficiales. "Nuestro objetivo de mínima es crecer 50% respecto del año anterior, teniendo en cuenta los meses que tenemos por delante, el invierno y coronavirus", comparte Díaz, y adelanta que la firma planea desarrollar dos nuevas fábricas de productos relacionados a los actuales. 

Días de pandemia

De momento, y por la pandemia, la fábrica trabaja en dos turnos, a fin de tener mayor distanciamiento entre el personal, mientras que el equipo comercial hace home office, al igual que parte del equipo administrativo. "Nuestros clientes están manejando solo ventas online con delivery, en este contexto con un mercado muy retraído. El volumen en general de ventas es muy bajo y aún no nos permite llegar al punto de equilibrio", admite.

"La planta está operativa pero con mucha improductividad no solo por la separación de turnos, sino por la gestión, en general", comparte Díaz. 

Rodrigo Díaz, socio de La Valenziana

Cada operación comercial necesita de mucha más gestión para que llegue a buen puerto, agrega: "Esa improductividad se refleja en un peor desempeño económico. Un ejemplo es el consumo de energía eléctrica, al ser grandes consumidores, firmamos contratos con la empresa de energía en donde declaramos cada seis meses en qué horario vamos a trabajar, cuánto vamos a consumir y, en cuanto te salís de ese esquema, empezás a pagar multas", concluye.

Una vez superada esta instancia, La Valenziana busca volver a mirar hacia adelante. Por eso, de cara a 2021, si la situación económica acompaña, planea la internacionalización de la empresa. Los primeros destinos sobre los que pone el foco son Uruguay, Paraguay, Chile y Brasil.

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