Nashville, un paraíso para mujeres empresarias

La capital del estado de Tennessee, en el centro-este de los Estados Unidos, encabeza el ranking de facilidad para crear negocios de Forbes y la Fundación Kaufmann. Supo construir un ecosistema emprendedor alrededor de las industrias creativas y salud.

"Ciudad de la Música" es el eslogan de Nashville, y esto es tan cierto como que las canciones flotan en el aire y se escuchan por todos lados. Desde el aeropuerto, donde cantantes y bandas reciben a los pasajeros con shows en vivo, hasta los semáforos, que tocan melodías.

Con casi 2 millones de habitantes y un flujo turístico de 14 millones de visitantes al año, la capital de Tennessee supo aprovechar su tradición musical para generar un hub creativo a partir de estudios de grabación, grandes y pequeños sellos discográficos, y sus renombradas clínicas, hospitales y centros de investigación en salud, con la Universidad de Vanderbilt (una de las 10 más innovadoras del mundo, según Thomson Reuters).

Tal vez estas sean algunas razones por las que dos estudios privados, uno de la revista Forbes, y otro de la Fundación Kaufmann, consideran a la ciudad como la más amigable para empresarias y emprendedoras en Estados Unidos, y número uno en el ránking de facilidades para hacer negocios (doing business).

Pero hay más motivos. Uno de ellos lo brinda la alcaldesa, Megan Barry: "La gente esta abierta a recibir y ayudar a otros, y tiene un alto estándar y bajo costo de vida". La inexistencia de tasas municipales e impuestos para crear una empresa juegan también un papel. La ciudad es pionera en estas facilidades pro mercado, que tras la sanción del nuevo régimen impositivo (Tax Bill), se extienden a todo el territorio de los Estados Unidos, aunque con severas criticas por parte de grupos que lo consideran una forma de aumentar la carga impositiva sobre los consumidores para liberar a los empresarios más ricos.

Nashville tiene una de las tasas de desempleo más bajas del país (2,5%), y necesita importar trabajadores calificados. El año pasado, 22% de los empleos fueron creados por inversiones extranjeras directas.

En los últimos años, diversas iniciativas surgieron desde el sector público y privado para apalancar la creación de empresas, especialmente emprendimientos femeninos. Una de ellas es Launch Tennessee, una organización público privada que recibe fondos federales para financiar la actividad emprendedora. El 75% de la inversión proviene de fondos privados y el 25% de fondos públicos, con un especial foco en mujeres, grupos minoritarios (inmigrantes afroamericanos, por ejemplo), y veteranos de guerra.

"Las mujeres representan el 40% de la actividad emprendedora en los EE.UU. pero solo acceden al 2% del capital de riesgo disponible", destaca Charly Brock, CEO de la organización.

Una de sus iniciativas es el Angel Tax Credit (crédito fiscal para Inversores Ángeles), un descuento impositivo de hasta el 35% para los contribuyentes que invierten en emprendimientos con impacto social y ambiental.

La organización posee seis centros de emprendedores a lo largo del Estado de Tennessee, organiza un festival anual de emprendedores llamado 36/86 Entrepreneurship Festival y trabaja en conjunto con otras organizaciones como The Jump Fund, un fondo de inversión para mujeres emprendedoras; el capítulo local de la Red de Mujeres Emprendedoras y The Pathway Lending, una agencia de desarrollo que provee financiamiento y capacitación a emprendedores "en la base de la pirámide" (fundados y/o dirigidos a personas de bajos recursos).

En el Centro de Emprendedores de Nashville, ubicado en el edificio remodelado de un viejo depósito municipal, se llevan adelante dos programas principales. Uno dedicado a la industria de la música (Project Music) y otro dedicado a Ciencias de la Vida, para emprendimientos en el área farmacéutica, dispositivos para diagnóstico, digitalización de la atención médica, cuidado de personas mayores y pacientes, entre otros.

Desde este programa fue incubado Virsys 12, plataforma de digitalización para clínicas, firmas farmacéuticas y otras compañías dedicadas a la salud, creada por la ingeniera en software Tammy Hawes, tras haber trabajado más de 25 años en este tipo de industrias. También Wholecare, una compañía de cuidadores para enfermos y personas de la tercera y cuarta edad fundada por la ex enfermera Elizabeth Moss, que hoy tiene 140 empleados.

Junto a la incubadora THe Wandery de la Universidad de Vanderbilt, también están incubando a Path Ex, la startup creada por la biotecnóloga y ex ciclista profesional Sinead Miller, quien a partir de una caída que la obligó a permanecer casi un año hospitalizada, comenzó a desarrollar un fármaco para combatir infecciones hospitalarias.

"Los números por sí solos no cuentan toda la historia de un negocio; invertimos en personas, no en planillas con cálculos", destaca Amy Bunton, presidente de Pathway. Historias como la de Mignon Francois, fundadora de The Cupcake Company, una mujer de color con seis hijos que creó este proyecto a partir de la necesidad, cuando estaba por perder su casa en 2008, y hoy invierte en otras mujeres a través de un sistema de franquicias accesibles para replicar su negocio en otras comunidades.

O la de Jessica Hardcook, quien tras un accidente quedó postrada por varios años y tuvo que re aprender a caminar, con la ayuda de quien hoy es su marido y socio. A partir de los numerosos trámites médicos que debió realizar, Jessica creó Utilize Health, una plataforma que orienta a los pacientes y al mismo tiempo reduce los costos de los seguros de salud.

"Los negocios fundados por mujeres son más rentables", afirma Kristna Montago, creadora de The Jump Fund, un fondo de Venture Capital (Capital de Riesgo), que invierte en emprendimientos femeninos y viene creciendo al 25% anual. "Las compañías fundadas y/o que tienen mujeres en su directorio son un 60% más rentables que las fundadas y dirigidas solo por varones", de acuerdo a Kauffman Foundation.

Una de las firmas en las que invirtió es MumSource Network, una plataforma para contratar a madres profesionales o con oficios que trabajan desde sus casas. "Una de las satisfacciones de invertir en emprendedoras es que, aunque suelen tener menos ganancias, sus negocios tienen mayor impacto en la comunidad", afirma Montague.

Las mujeres han creado o dirigen el 50% de las pequeñas y microempresas en el mundo, aunque sólo acceden al 18% de los cargos directivos en grandes compañías, donde en promedio, ganan un 30% menos que sus pares varones.

Si se logra cerrar la brecha de género en los negocios, aumentaría un 2% el PBI mundial, de acuerdo a un informe del Centro de Comercio Internacional (ITC por sus siglas en inglés), dependiente de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La ciudad estadounidense de Nashville puede ser un buen espejo en este camino

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