Industria de los alimentos gana terreno y crece pese al contexto económico

El mercado de alimentos saludables y de suplementos dietarios gana terreno y son cada vez más los emprendedores que apuestan por el desafío de cumplir con las dietas de un público que crece a diario. Qué barreras y mitos se deben romper.

A pesar de la recesión que afecta a buena parte de los sectores, el mercado de alimentos saludables y suplementos crece. Son cada vez más los argentinos que deciden cuidar su alimentación, apostando por productos nutritivos, orgánicos y naturales y detrás de ellos hay cientos de pymes, y en su mayoría jóvenes emprendedores, que no solo piensan este auge como un negocio, sino también como un modo de vida.

Dietéticas, tanto en locales a la calle como online, almacenes naturales, góndolas saludables en hipermercados y tiendas gourmet abren sus puertas a cada paso, sobre todo en la ciudad de Buenos Aires, y exigen productos cada vez más variados, ricos, elaborados, competitivos y, sobretodo, sanos. Así lo resume Melanie Wolman, Ingeniera Industrial, de 27 años, y socia responsable de la web The Food Market, plataforma de ecommerce que agrupa alimentos saludables elaborados por productores locales: "Somos un país atrasado en el consumo de alimentos saludables, y en los últimos años se viene creciendo a gran ritmo. De hecho, el sector de alimentos es uno de los que tiene máximas posibilidades de crecimiento en los próximos años. Y si se habla de la industria de alimentos online, hay un potencial más grande, se espera un alza del 90% para 2019". Desde 2015 a esta parte, la web ya suma más de 250 productores locales.

TheFoodMarket.com.ar es uno de los diversos canales de venta que maneja Nutriveg, pyme dedicada a la elaboración de dulce de leche y postres en monodosis a base de soja orgánica. Liderada por Sol Vivanco y Martín Santaera, la firma comercializa con la certificación de empresa vegana más de media tonelada de productos y planea duplicar ese volumen. "Al ser veganos, notamos que había una oferta muy desigual respecto a otros alimentos. Sabíamos que había una posibilidad de consumir productos sanos de calidad y atacamos ese nicho. Apostamos por un producto con cierta industrialización, para que este controlado por el Ministerio de Salud", explica Vivanco.

Los productos de Nutriveg, además de ser veganos y bajos en grasas, son aptos para quienes sufren colesterol alto, para celíacos, para intolerantes a la lactosa y a la proteína de leche de vaca.

Nutriveg, que nació en 2015 con una inversión de u$s 25.000, tiene un socio estratégico para la producción y envasado, y comercializa sus productos en más de 100 dietéticas del país, esperando lanzarse a las grandes cadenas de retail este año. "Visualizamos un mercado con mucho potencial. El primer indicio lo da el hecho de que cadenas de hipermercados incluyan góndolas saludables. Vamos a lo que países de primer mundo tienen muy instaurado", dice la emprendedora.

Para iniciar un emprendimiento alimenticio, Julio Galassi y Matías Ré pensaron en un producto que haya perdido consumo en la dieta de los argentinos para darle un valor agregado y reinsertarlo en el mercado. Así surgió Legume, una pyme que se dedica a elaborar pastas secas realizadas 100% con legumbres (arvejas, lentejas y garbanzos), alimento rico en proteína y fibra. "El menor consumo de legumbres se debe a que cada vez se le dedica menos tiempo a la cocina, y es un alimento que necesita un proceso de cocción largo. Desarrollamos un producto que en 5 minutos está listo para consumir. Usamos la forma del fideo (fusilli) para consumir un alimento que es difícil incorporar a una dieta", revela Galassi.

Legume, radicada en la ciudad de Córdoba, nació hace dos años con una inversión de $ 3 millones y cuenta con un equipo de siete personas. La firma está asociada con productores de legumbres locales, terceriza la molienda, pero sí produce el fideo, lo envasa y distribuye. En dos años, la firma logró duplicar sus ventas (unos 5000 kilos mensuales) y, además de comercializar el producto en dietéticas de todo el país, lo hace en una de las grandes cadenas de hipermercados y para este año planea exportar a Chile y Uruguay. "En la Argentina aún no está del todo incorporada la alimentación saludable, pero notamos que la gente trata de cuidarse un poco más", resalta el emprendedor. Y agrega: "Las generaciones venideras son las que realmente van a cambiar la alimentación. Si incorporan hábitos saludables desde la infancia, lo irán traspasando a sus generaciones. Noto un mercado comprometido y preparado para afrontar este desafío".

 

El precio, una barrera

 

Por el valor de los insumos y su elaboración menos industrializada, el precio de los alimentos saludables es más alto que el de los convencionales. Ser más competitivos es uno de los retos clave del sector. "Fideo significa barato, pero no podemos compararnos con una pasta seca convencional. Nuestro consumidor tiene que entender qué va a comer para luego entender qué paga. La legumbre te llena más y durante más tiempo", afirma Galessi.

Snat, una empresa de innovación en tecnología de alimentos, enfocada en la liofilización de frutas y verduras, comercializa paquetes de snacks. "Muchos nos comparan con los deshidratados y notan una diferencia de precio. Pero cuando lo prueban se justifica esa diferencia, es otro producto", afirma Ana Gonzalez Crende, socia fundadora de la firma. Seleccionadas en el Mercado Central de Buenos Aires, las frutas y verduras se pelan y luego se congelan por debajo de los -25ºC, creando las condiciones para que el agua pase de hielo a vapor, evitando el estado líquido. Así, el agua se evapora a baja temperatura y no arrastra nutrientes ni deteriora la estructura del alimento.

"Las probé en un viaje por Estados Unidos y me pareció una buena oportunidad de probar suerte en la Argentina", cuenta Gonzalez Crende. Con nueve años de trayectoria, al ser pioneros en el mercado argentino, la firma tuvo que crear cultura sobre esta versión de snack. "Paulatinamente, empezamos a llegar al público más exigente, que busca alimentos sanos y naturales pero sin resignar sabor ni nutrientes", destaca la emprendedora.

Para este año y con ayuda de nueva maquinaria, el equipo de cinco personas que integra Snat estima duplicar el volumen de ventas y planea empezar a trabajar con frutas y verduras orgánicas.

 

El desconocimiento, otro obstáculo

 

Por contener vitaminas como la A, B, C, D, E, y K y minerales como el hierro, sodio, magnesio, potasio, yodo y hasta 10 veces más calcio que la leche, las algas son consideradas un superalimento. No obstante, quienes las producen y comercializan luchan contra el desconocimiento general de sus beneficios. Desde 1993, en Coronel Bogado, Santa Fe, Hydro Farming produce y comercializa spirulina, alga microscópica que se cultiva en piletones, y que es considerada por la ONU como el alimento del futuro por su alta capacidad proteica. "El desconocimiento del producto en el mercado. Por suerte, con los años, se vislumbra un profundo cambio en la alimentación que nos anima a seguir insistiendo", asegura Américo Riveca, socio fundador de la firma, que cuenta con más de 2000m2 de piletas en invernaderos y produce 450 kilos de spirulina por mes en diferentes formatos: comprimidos, polvo, granulada (orgánica) y en jabón tocador.

Hydro Farming, con 14 empleados, apuesta por el valor agregado para seguir creciendo. "Al comercializarse mayoritariamente en comprimidos, se concibe a la spirulina como un suplemento y eso reduce el mercado. Al trabajar con insumos de calidad, necesitamos dar valor agregado para ser competitivos. Comenzar a exportar es clave", plantea Riveca.

Cosechadas en la localidad chubutense de Bahía de Bustamante, AlgaVita comercializa, desde Mar del Plata, las algas marinas wakame, nori, agar agar y lechuga de mar, y una línea de cosméticos. Estas son algas naturales extraídas artesanalmente de esa zona patagónica. "Estamos tratando de educar al consumidor", comienza Mariela Di Geronimo, que junto con Paula Linares y Luciana Bustos iniciaron este emprendimiento hace tres años. "Es importante que quien vende el producto lo conozca bien y trasmita sus propiedades", agrega Di Geronimo.

La firma recibe en Mar del Plata el producto terminado y lo distribuye a través de distribuidores y en plataforma de ecommerce. "Estamos en contacto con colegas chilenos, donde el consumo de algas está muy arraigado", concluye.

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