Desempleo y búsqueda de acuerdos para crecer

Recientemente se dio a conocer el índice de desempleo y, si bien se esperaba un crecimiento, con el hecho consumado no deja de asombrarnos, otra vez en dos dígitos 10,1%. Son casi 2 millones de desocupados absolutos, a lo que hay que sumar el 35% de empleo en negro total. Esas cifras en otra oportunidad habrían despertado soluciones sin sentido, como la doble indemnización, la prohibición de despedir, la idea de volvernos todos monotributistas y otras mucho más descabelladas.

Si bien en la crisis de 2002 tuvimos un 24% de desempleo. La política de crecimiento interno fue la que logró revertir dichos números y no las prohibiciones, que lo único que hicieron es que se agudizara el ingenio a la hora de despedir con falsas causas y se generara gran cantidad de juicios laborales.

En esa crisis, no hubo posibilidad de un acuerdo general que posibilitara enfrentar el futuro con mas fortaleza. Con el correr de los años, se bajó notablemente e incluso en épocas de problemas económicos globales el índice siguió bajando.

Siempre se sostuvo que el problema de las empresas era el costo laboral, que los salarios eran altos y que las cargas sociales resultaban imposibles de pagar. Los intentos de blanqueo laboral fracasaron. Así desde el 2015, con un cambio en la política interna, los salarios bajaron 30% en pesos y 50% en dólares. Se supone que ese era el camino, que así vendrían inversiones externas, ya que el costo argentino era muy bajo. Nada de esto ocurrió, sino que cerraron miles de pymes y miles de nuevos desocupados engrosaron la estadística.

Probamos una política interna de enorme presión fiscal, aumento impositivo y de costo desmesurado de los servicios, sin apoyo para las industrias, las pymes, con baja salarial y no dio resultado. El Gobierno parece haberse dado cuenta y cambia su política con cierto acercamiento a las pymes.

En todas las fórmulas aparece esta tendencia y la baja de la "grieta" como política principal, todos vienen –de algún modo- del mismo lugar. Esto podría ayudar a generar acuerdos para crecer, es decir, podamos mirar para adentro de Argentina, volver a tener industria nacional, productos y servicios nuestros. Se generó un polo de nuevas tecnologías y formas de comercio con los unicornios como bandera y seguramente se podrían aplicar los incentivos que los ayudan, en materia impositiva, al resto de las industrias y servicios que ya no tienen problemas laborales de fondo sino un costo enorme de impuestos y falta de crédito.

El desempleo no se resuelve con prohibiciones ni con reducción de derechos, sino con políticas de crecimiento, acuerdos, incentivos para que los argentinos pensemos en crecer en vistas al futuro, crear pymes y trabajo para todos. Esperemos que, ahora, podamos generar acuerdos para crecer.

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