Ley de reactivación económica y laboral. Con ese nombre, la Unión de Emprendedores de la República Argentina (UERA) impulsa un proyecto de ley que busca ayudar a los comercios, emprendedores y pequeñas y medianas empresas del país a superar la grave crisis que están atravesando.  

La generación de nuevos empleos y registro de empleos informales, la promoción de emprendimientos productivos (cualquiera sea su forma); la generación de nuevas mipymes y la regulación de las existentes; la recuperación de emprendimientos productivos que hubieran cesado en su giro comercial, y la creación de incentivos para el desarrollo de la economía informal; la mejora en las condiciones del giro comercial de los emprendimientos productivos mediante la eximición temporaria de gravámenes impositivos y de cargas sociales son algunos de los aspectos que contempla el proyecto de ley que ya cuenta con la firma del senador Juan Carlos Marino (UCR) y del diputado Jorge Enríquez (Cambiemos).  

“Cuando empezamos a ver los grandes focos de Covid-19 en Italia y en España, supimos que, tarde o temprano, el virus iba a llegar a la Argentina y empezamos a analizar el impacto que creíamos que iba a tener en el país. Nos reunimos con Marino y su equipo y le dijimos: ‘Esto está pasando en el mundo: los comercios están cerrando, hay cuarentena. Cuando eso llegue a la Argentina, que ya veníamos con dos años de parate, va a explotar todo' , comparte que alertó Rodolfo Llanos, presidente de la UERA.  

Más del 99% de las empresas activas tienen menos de 200 empleados e integran el segmento emprendedores y mipymes, mientras que el 0,6% restante (3547) está constituido por grandes empresas. El 72% de la actividad de las compañías está ubicada territorialmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las Provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, mientras que el Nordeste y el Noroeste Argentinos agrupan solo el 10%, sostienen desde la UERA.  

La radicación empresarial refleja desigualdades territoriales, dado que en la Ciudad de Buenos Aires hay 44 empresas cada 1000 habitantes, mientras que en regiones como Cuyo, Centro y la Patagonia se verificaron 11 y 23 firmas cada 1000 habitantes, y en el norte argentino, menos de 9 cada 1000. 

Con estos números en mente, y partiendo de la situación por demás compleja que atraviesa el sector debido a la crisis económica y sanitaria, la entidad, apartidaria, empezó así su periplo por despachos de senadores y diputados.

Tras un encuentro con Enríquez, comenzó a analizar casos de éxito que se hayan llevado adelante en otros países para proteger al pequeño empresario o comerciante. “Analizamos algunas medidas que desarrolló Colombia, después del acuerdo de paz con las Farc, para evitar que esa mano de obra se volcara al narcotráfico o al delito e impulsándola a emprender , cuenta Llanos en el marco de una entrevista con El Cronista Pyme.  

También se tomó el caso de Irlanda, que pasó de ser un país desolado a tener una economía muy pujante, asociado a la radicación de compañías en el área de tecnología; y así como el de Puerto Rico, que en su momento tuvo como un polo empresario muy fuerte. 

“Con el equipo del senador Marino y con el de Enríquez, empezamos a escribir el articulado de cuáles eran las medidas que un comercio o una pyme necesitaban en un momento de catástrofe: una pequeña protección impositiva, la posibilidad de incorporar personal a su estructura laboral -porque esto va a traer desempleo-, la posibilidad de abrir las puertas a grupos vulnerables y el desarrollo de las economías regionales. Con estas cuestiones empezamos a analizar diferentes clústers de producción en cada provincia para tratar de protegerlos, de incentivar que nuevas empresas se radiquen ahí , agrega el emprendedor.   

Hoy, el proyecto está presentado y la Unión de Emprendedores se encuentra en conversaciones tanto con representantes de la oposición como del oficialismo.