Piden apoyo para que más empresas adopten normas ISO
Conseguir la certificación de una norma ISO da una garantía de calidad que asegura que un empresa o un producto cumple con los estándares más elevados posibles y utiliza más mejores prácticas del mercado. Se trata de un sello que abre puertas a la hora de querer ganar nuevos clientes y mercados, y, a la vez, permite en la mayoría de los casos una mejora del negocio, gracias a la reducción de costos.
"La normalización está directamente ligada a la competitividad de los países, porque no solo es hacer bien las cosas, sino que eso sea reconocido en el exterior. Hay muchos estudios que demuestran la relación directa entre la competitividad y la normalización", explicó Sergio Mujica, secretario general de la Organización Internacional de Normalización (ISO, por su sigla inglesa).
Sin embargo, a pesar de estos beneficios, los costos que implica hace que a muchas compañías –especialmente las pymes– se les complique pensar en iniciar un proceso de certificación.
"Sabemos que tiene un costo de implementación, pero eso hay que entenderlo como una inversión que va a generar retorno en el mediano y el largo plazo. Si ciertas empresas no pueden, hay que ver de qué manera los gobiernos pueden apoyar ese esfuerzo", indicó Mujica.
En ese sentido, el funcionario destacó que la apuesta por la calidad no tiene que ver con el tamaño de la empresa. Y aunque se trata de un costo adicional, aplicar las normas ISO redunda en mejoras operativas que impactan los resultados de una compañía.
"Hay que generar un consenso a nivel nacional de que la calidad es indispensable para ser competitivo y luego hay que demostrar de la mejor manera que esa inversión tiene sentido y que va a tener retorno", agregó y destacó que en la actualidad hay 163 países que forman parte de la ISO.
Para determinar los contenidos de una norma de estandarización, se busca un consenso entre los integrantes de los comités técnicos sobre cuáles son las mejores prácticas y qué criterios se deben aplicar. A partir de allí, se elaboran los manuales que las compañías deberán utilizar si quieren obtener la certificación.
Según Mujica, la Argentina es un jugador muy relevante en el contexto de la normalización internacional. En la actualidad, el país es uno de los 14 miembros no permanentes del directorio de ISO y participa en un poco más del 50% de los comités técnicos.
"Podría ser mejor, pero no está mal. Está bien tomar normas internacionales y aplicarlas, pero es más importante ser creador de normas, que la voz de mi país sea escuchada en el momento de diseñarlas", indicó.
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