Iniciativas ecológicas al sorbete de plástico

Desde que la Ciudad de Buenos Aires prohibió la entrega de pajitas de plástico, varios emprendedores aprovecharon la coyuntura para presentar opciones más amigables con el medio ambiente.

Los sorbetes de plástico han sido un elemento de conveniencia por miles de años, ocasionando un gran problema para el medio ambiente por su poca vida útil. Un sorbete tarda 1 minuto en ser fabricado, 20 minutos de uso para que luego tarde 200 años en descomponerse y que eso provoque la muerte de 1000 especies marinas.

Frente a esta realidad, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires prohibió la "entrega, uso y expendio" de sorbetes a fin de "limitar el uso de plásticos".

El Cronista Pyme dialogó con empresarios pymes y microemprendedores que, a través de la fabricación de sorbetes con materiales más sustentables, invitan a tomar conciencia sobre la crisis del plástico en el planeta.

Filosofía eco amigable

Reunata es una pyme dedicada a la fabricación de bombillas y sorbetes reutilizables. Su nombre hace alusión a la idea de la unión de amigos, "la juntada semanal" que terminaba siempre alrededor de una rueda de mate, charlas y risas. Y que en actualidad siguen manteniendo esa costumbre todos los jueves del año. Gastón Martorell, socio gerente de Reunata, comenzó distribuyendo artesanías a las que sumó mates y bombillas. Con el tiempo se fue especializando sólo en las bombillas y al año ya fabricaba tres modelos propios.

En la actualidad, la compañía produce más de 30 diseños diferentes, una docena de accesorios y están trabajando en varios desarrollos. Con los sorbetes comenzaron hace 2 años a crear conciencia. La inversión inicial fue muy baja, es la misma materia prima de las bombillas (acero inoxidable). "Sí, hubo una constante re-inversión de Capital comenzamos vendiendo unos 2.000 sorbetes al mes a un valor de $40 en el año 2018. Hoy producimos unos 20.000 al mes en 11 modelos diferentes", manifiesta Martorell y destaca que "la producción creció unas diez veces en 1 año".

En cuanto al precio de los sorbetes es relativo a la cantidad, las ventas en general son al por mayor. Reunata también cuenta con una tienda minorista llamada "Mercado Mate". Estimativamente, el sorbete de acero inoxidable, de acuerdo al volumen, oscila entre $20 y $50 más IVA.

Conciencia y compromiso

El Artesano es un microemprendimiento que tiene como protagonistas a los hermanos Bravo. Fernando y Javier trabajaron durante 15 años en el rubro metalúrgico y desde mediados del 2019 se independizaron para cumplir esta aventura de realizar sorbetes de acero. La idea nació con la intención de colaborar con el medio ambiente.

La inversión inicial fue de unos u$s 1000 para poder comprar el torno (para poder cortar y darle la medida exacta al sorbete); se compró la pulidora (que costó u$s 200 aproximadamente) y que con eso le dan la terminación y el brillo final al producto. Para la compra inicial de caños fue de u$s 900 equivalentes a unos 500 metros de caño de acero inoxidable. De ahí, pueden llegar a sacar unas 2500 unidades.

En cuanto a los sorbetes de poli papel, que son la opción de algunos restaurantes, "tienden a deshacerse muy rápido y resulta incómodo poder disfrutar de la bebida", dice Fernando Martin Bravo, quien lidera este emprendimiento.

Materias certificadas

La pyme es joven, sin embargo, sus fundadores Gustavo Chiaraviglio y Andrés Chavez tienen más de 10 años de experiencia en el rubro. Neo-Plast SAS es una fábrica de sorbetes que está ubicada en el kilómetro 126 de la ruta nacional en Frontera (Santa Fe) y elabora elementos de un solo uso.

"Además de sorbetes también producimos cucharas del tipo "Sundae" ambos productos fabricados con materias primas totalmente biobasadas, biodegradables y compostables certificados por laboratorios de primer nivel en el rubro a nivel mundial. Nuestros productos se llaman "Bio Sorbet" y "Bio Sundae", que son fabricados con PLA (ácido láctico) que proviene de azúcares de plantas", explica Chávez.

La inversión del proyecto completo (maquinarias, reformas en las mismas, adecuación del establecimiento para ser habilitados e investigación y desarrollo de casi un año de diferentes materiales logrando el producto listo para comercializar con las respectivas aprobaciones y certificaciones que un producto de este tipo demanda, como lo obtuvimos en los primeros días de noviembre), suma un total de USD 125.000 aprox.

En Bioconexión, la cooperativa que busca sembrar conciencia, se elaboran sorbetes con diferentes materiales: caña de bambú, papaya, de la planta tacuara, etc. Además, brindan talleres gratuitos de construcción de sorbetes vegetales a quienes lo soliciten. El objetivo es "compartir conocimiento sobre la construcción de los sorbetes para que otras personas la puedan hacer y se conviertan en líderes sustentables de su barrio".

Por otro lado, Romina Priore, junto a dos amigas, crearon 2cool, una ecotienda dedicada a la venta de artículos ecológicos. Ofrecen sorbetes de bambú con la característica de ser livianos, reutilizables y no contener productos químicos ni colorantes, entre otros.

Alternativa

"En Dixtron ofrecemos una línea de productos orientados al consumo responsable. Tenemos opciones de cubiertos y vasos en Bioplástico compostable (se degradan naturalmente). También trabajamos con empresas y en festivales multitudinarios, donde entregamos un eco-vaso que tiene característica de la economía circular, es plástico Reciclado con trazabilidad y a su vez es Reutilizable", aclara Cecilia Funes, responsable de Marketing de DX. La Pyme está adherida al programa de la ONU, reducir la huella ecológica mediante un cambio en los métodos de producción y consumo de bienes y recursos.

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