Núcleo de desarrollo
Compuesto por 23 empresas, el Polo Tecnológico del Sur busca promover la innovación tecnológica con implicación social y elevar el perfil de las firmas del sector. La visión de las compañías.
El Polo Tecnológico del Sur (PTS), que se constituyó a mediados de 2006, está integrado por los municipios de Bahía Blanca, Coronel Rosales, Suárez y Pringles. También lo componen la Universidad Nacional del Sur, el Instituto Superior Juan XXIII, la Universidad Provincial del Sudoeste y la Zona Franca Bahía Blanca-Coronel Rosales. El listado se completa con 23 empresas tecnológicas que emplean a más de 300 personas.
"La innovación nace en los institutos educativos, pero no siempre llega a la comunidad. Existen investigaciones que no llegan a conocerse y proyectos que no se concretan. Para evitarlo, dimos el puntapié inicial para unir a la academia con las empresas", sostiene Ricardo de Weerth, presidente de la entidad.
"Monitoreamos y acercamos información sobre financiamiento, misiones comerciales y particularidades del sector informático, que nos llegan mediante la Cámara de la Industria Argentina del Software", comparte Mariela Scudelatti, gerente del PTS, sobre los servicios que prestan. Y completa: "También generamos espacios de networking, capacitaciones e informes propios. Tratamos de difundir lo que hacen las empresas o facilitarles algún contacto. El propósito es generar innovación que derrame sobre la sociedad y eleve el perfil tecnológico de las empresas".
Acerca de los beneficios, De Weerth reflexiona: "El PTS da a las empresas chicas un entorno, una relevancia y una visibilidad distinta. Contactarse con colegas para saber qué hacen o cómo resolvieron una situación determinada, abrirse y trabajar en conjunto es muy importante".
Una de las firmas que integra el polo es Comsur, fundada en el año 2000 tras una inversión inicial de u$s 60.000. El equipo está formado por 10 personas que cumplen sus labores en la ciudad, cuentan con personal propio en su sede de Buenos Aires y cubren la demanda de Córdoba y norte del país con sus socios cordobeses de Coda Technology. "Nos dedicamos a las telcos y la informática. El rubro más específico es el de las centrales telefónicas (y lo vinculado a redes de datos y fibra óptica). Somos integradores de tecnología y proveedores de algunos softwares", resume Omar Moscoloni, el socio gerente de Comsur. El grupo factura u$s 1 millón al año y posee una cartera de 2500 empresas como clientes. "Trabajamos para los sectores industrial, financiero, hotelero y hospitalario. También para negocios pequeños y medianos", dice Moscoloni. Acerca de los beneficios de integrar el PTS, alega: "Participar nos ha permitido tener una visión panorámica del sector, facilitó algunas gestiones y aportó relacionamiento".
Otro caso es Neocomplexx Group, nacida en 2016 con un aporte de $ 300.000. Mauro Gesuitti, su presidente, comenta que se enfocan, principalmente, en los mercados de salud, agro y seguro. "Brindamos desarrollos de software a medida para empresas y ofrecemos productos puntuales para obras sociales, clínicas y farmacias. Además, tercerizamos desarrollos y realizamos consultoría para otras empresas". La facturación anual de la empresa ronda los $ 5 millones. Atienden a una cartera de 10 clientes situados en Bahía Blanca, Capital Federal, GBA, Estados Unidos y España. ¿De qué les sirve integrar el PTS? Gesuitti explica: "Es un pilar para el crecimiento. Nos dio visibilidad, pudimos llevar adelante acciones con otros miembros y ampliar la red de contactos".
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