5 tips para revisar el ciclo que cerró

Terminada la temporada vacacional, marzo aparece como el mes que da la bienvenida formal al nuevo ejercicio. Qué analizar del período que terminó en pos de planificar con éxito la etapa que inicia.

Aprender de la experiencia es complejo cuando el foco es el día a día. Lo que no se visualiza es que parte de los problemas cotidianos se podrían evitar si se hubieran analizado las prácticas de los años anteriores.

Gabriela Sirkis, secretaria Académica del Departamento de Marketing en Ucema

Cinco consejos para revisar el año:

1. La evaluación se hace en equipo. Hay empresarios que consideran que saben lo que sucedió e incluso arman una explicación medianamente consistente pero sin confrontarla con la mirada del equipo. El riesgo es desarrollar una mirada miope de la situación empresarial.

2. Crear un tablero de control. Su armado implica la definición de indicadores que puedan exteriorizar con cierta agudeza la perfomance del negocio. El más común son las ventas. Sin embargo dice poco ya que individualmente no analiza el negocio en profundidad. Cada actividad tiene sus índices específicos y hay que sumar los que miden los objetivos de la compañía. En servicios se puede medir la satisfacción de los consumidores y la vida media de los clientes, para la gestión de recursos humanos: el ausentismo y la rotación de personal, para el área comercial: la generación y la tasa conversión de prospects.

3. Analizar las fortalezas y debilidades de la compañía. Evaluar la operatoria en su conjunto para encontrar los aspectos positivos y aquellos que se deben mejorar. Hay un gran poder de negación de los problemas que implican decisiones difíciles de tomar: despedir personal, recortar una línea de productos, renovar tecnología, admitir la obsolescencia de prácticas en la cultura empresarial. Se sabe pero no se reacciona. Desarrollar un mecanismo de evaluación y compartirlo con los involucrados es el comienzo del cambio.

4. Monitorear el entorno. Identificar aspectos externos que ayudaron a alcanzar los logros o que incluso han trabado ciertas acciones. ¿Para qué si no están al alcance del empresario modificar estas tendencias? Es cierto, pero dejan al descubierto si los resultados obtenidos son a pesar de estos factores o ayudados por ellos.

5. Elaborar los objetivos para el nuevo ejercicio. No es una actividad propia del análisis de lo sucedido, sin embargo es el propósito por lo cual se hace esta tarea. Los objetivos deben ser desafiantes pero alcanzables para estimular a la empresa a crecer o a afianzarse en su lugar en el mercado. No deben ser tan altos que al visualizar la imposibilidad del cumplimiento se dejen de lado. Otra característica es que sean mesurables. Si los indicadores para la medición no están en el tablero de control hay que incorporarlos.

Si esta práctica se vuelve sistemática, la firma tiene posibilidades de ahorrar costos ocultos, identificar riesgos antes que se evidencien en el proceso productivo o comercial y encaminar el equipo según la estrategia para que todos tiren para el mismo lado. Se puede tomar a cualquier mes como cierre del ejercicio. Es clave fijar una fecha y comenzar a aprender de lo realizado.

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