La marca argentina multipremiada en el mundo que exporta sus dulces orgánicos

Es referente en el rubro y fue galardonada con reconocimientos mundiales desde su lanzamiento en 2003. Estancia Las Quinas produce dulces orgánicos que exporta a varios países. Su miel, producto estrella de la empresa, ya acumula varios premios.

En tiempos en los que la miel tiene un fuerte protagonismo entre los endulzantes por tratarse de una alternativa natural, una pyme argentina productora de este alimento se alza con reconocimientos a nivel local e internacional y vuelca sus elaboraciones en distintos mercados del mundo.

En su planta de General Las Heras, en la provincia de Buenos Aires, Estancia Las Quinas fabrica mieles, mermeladas y dulces de leche, con y sin azúcar, que exporta a los Estados Unidos, el norte de Europa y Japón. Todos sus productos son orgánicos certificados, el principal valor agregado de la marca y el objetivo que la compañía persiguió desde su fundación.

¿Qué significa esto? "En el caso de la miel, significa que las colmenas llevan 20 años sin contaminación y que los procedimientos de extracción y envasado mantienen inalterables las condiciones del producto. Todo esto lleva años de auditorías, que continúan una vez obtenida la certificación", asegura Ricardo Parra, dueño y fundador del negocio, que en 2017 facturó $ 7,4 millones y lleva generados unos $ 8 millones en lo que va de 2018.

Ricardo Parra, de Estancia Las Quinas.

La Certificación Orgánica le fue doblemente otorgada a la compañía en 2006, tanto por la Organización Internacional Agropecuaria (OIA) en la Argentina como por la entidad Bio-Siegel en Alemania –la más importante a escala global en este campo–, mientras que, en 2008, logró la nominación Libre de Gluten de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

"Nuestra planta cuenta con varias medidas que aseguran la inocuidad, incluyendo capacitaciones para el personal y una higiene estricta. Cada seis meses se auditan los procesos", aclara quien también es presidente del Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO), una organización no gubernamental de alcance nacional dedicada a la promoción de la producción orgánica en el país, que reúne a asociaciones, empresas y productores vinculados al ámbito.

Ganar mercado

"El propósito es llegar a la mayor cantidad posible de consumidores, a través de una alimentación saludable, cuidando el medioambiente. Cuando una persona compra, por ejemplo, nuestra miel, no solo compra un alimento natural. También colabora con las tareas que desempeñan las abejas y la conservación de las colmenas, ya que ellas se encuentran en lugares libres de agrotóxicos y sin transgénicos, donde la polinización se da de manera natural", resume así Parra la esencia de su iniciativa.

La trayectoria y la oferta gastronómica de Estancia Las Quinas fueron destacadas en distintas ocasiones.

Asimismo, su trayectoria y su oferta gastronómica fueron destacadas en distintas ocasiones. Su miel fue multipremiada: Estancia Las Quinas se quedó con el Premio Internacional BioMiel a la mejor miel orgánica certificada del mundo en 2011, ganó el Premio del Instituto Internacional de Sabor y Calidad (ITQI, por sus siglas en inglés) –la organización mundial líder dedicada a catar y promover productos de "sabor superior", con sede en Bruselas (Bélgica)– en 2016, y obtuvo el Premio a la mejor miel orgánica y sin trigo, avena, cebada y centeno (TACC) de la Asociación Profesionales de Salud y Alimentos (APSAL) en 2017.

De igual modo, su dulce de leche también recibió el Premio al dulce de leche que la feria de la Rural dio en 2013 y el Premio de la Asociación de Chefs de Europa al lácteo innovador por su versión sin azúcar en 2015. Este año, además, obtuvo el Premio entregado por APSAL a la mejor mermelada orgánica sin azúcar y fue nombrada una de las 10 mejores Empresas B del mundo por su cuidado del medioambiente.

Cambio de rumbo

"Estancia Las Quinas nació en 2003. Mi idea inicial, y que aún persiste, fue brindar a un precio justo productos naturales y de alta calidad, aptos para diabéticos y celíacos, para que más personas accedan a una mejor alimentación", detalla Parra, quien formó parte durante muchos años del mundo corporativo hasta que finalmente se lanzó como emprendedor.

En 2002, incorporó como hobby la apicultura y aprendió los secretos de esta técnica. Más tarde, lo que empezó siendo un escape al estrés de su trabajo en una multinacional tomó forma hasta convertirse en lo que es, en la actualidad, una empresa con presencia en el mercado local e internacional.

Estancia Las Quinas nació en 2003.

"Trabajé en la parte financiera de una multinacional hasta que un día hice el click. Después de estar un tiempo expatriado y viajar mucho, decidí montar una planta de elaboración en el país, con maquinaria de última generación. El sueño se transformó en realidad. Hoy, Estancia Las Quinas cuenta con más de 1200 colmenas que aseguran la integración vertical. Fue una decisión de vida más que un giro laboral", señala el creador de la firma, que no para de crecer. "En 2017, promediamos los 25.000 envases comercializados por mes, entre mieles, mermeladas y dulces de leche, con y sin azúcar. Este año, crecimos a casi 30.000 frascos mensuales", dice.

La participación en ferias, un factor clave

Desde 2004 hasta 2010, cuando en la Argentina los festivales gourmet todavía no estaban de moda, Estancia Las Quinas formó parte de varias propuestas similares en el mundo.

"En 2004, integramos el grupo exportador Gean, con el cual estuvimos presentes durante cuatro años en las Ferias Internacionales de Alimentos (Fancy Food de Nueva York, IFE de Londres, Gul Food de Emiratos Árabes Unidos, Sial de Paris, Anuga de Alemania y Foodex de Japón). En esa época, existían en el país algunas ferias relacionadas con productos regionales, pero no había una orientada a productos gourmet", sostiene Ricardo Parra.

Cuando en el país los festivales gourmet no estaban de moda, Estancia Las Quinas formó parte de varias propuestas similares en el mundo.

Más tarde, la pyme participó de distintas convocatorias de Sabe la Tierra, Buenos Aires Market y Masticar, entre otros clásicos del circuito local. "Si bien hoy tenemos un camino ya andado, estos eventos nos siguen sirviendo como vidriera, así como también para lanzar y testear productos y tener un contacto directo con los clientes", comenta. "Recomiendo plenamente a emprendedores que participen de este tipo de encuentros", concluye.

Ficha técnica:

Año de fundación: 2003.

Inversión inicial: u$s 150.000

Facturación 2017: $ 7,4 millones.

Unidades vendidas: 30.000 por mes.

Clientes: 700 (algunos son distribuidores).

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