La publicidad local que gana en Texas y Miami

Alejandro Raizman y Gustavo Serrano fundaron Aldente, agencia que, como pyme, se especializa en el segmento de healthcare de los Estados Unidos, donde acaba de abrir una oficina.

Con una amistad. Así comenzó el vínculo entre Alejandro Raizman y Gustavo Serrano, quienes se conocieron por cuestiones laborales (Raizman había sido en diversas oportunidades proveedor de servicios de Serrano) hasta que, un día, se embarcaron juntos en la odisea de emprender. En 2008, fundaron Aldente, una agencia de comunicación creativa que hoy se especializa en el segmento de healthcare de los Estados Unidos, un área que insume el trabajo del 50% de los empleados de la compañía. En 2015, la firma, que emplea a unas 18 personas fijas, facturó $ 6 millones y los socios esperan superar los $ 8 millones este año. "Además, pensamos incrementar la inversión en marketing en un 40%", agregan.

Raizman, formado como fotógrafo publicitario, y habiendo estudiado Diseño Grafico, Cocina y Dirección de Arte, durante años, tuvo agencias. Primero, Visualy; después, Visualy Group. "Gustavo siempre trabajó en otras firmas. En 2006, luego de ser director creativo de Diálogo, empezó a transitar su camino independiente. En esos años, le hice trabajos de fotografía y así nos hicimos amigos, más allá de compartir cuestiones laborales. Gustavo dejó la relación de dependencia en un momento económicamente malo del país y yo me estaba reduciendo en la agencia. Entonces, lo invité a compartir el espacio físico, cada uno con sus clientes", recuerda Raizman.

De dos a dieciocho

Así empezaron los socios a dar los primeros pasos de Aldente: alquilaron un espacio y pusieron manos a la obra. "Fuimos solo nosotros dos por seis meses. No salían clientes porque la publicidad estaba deprimida y la pasábamos mal. Decidimos, entonces, explorar mercados externos", recuerda el emprendedor.
Los socios confiesan que no recuerdan cuál fue la inversión inicial del emprendimiento pero, agregan, creen que "el costo fijo mensual era algo así como $ 10.000 pesos y los primeros seis meses no facturamos, así que tuvimos que tener la plata para bancar ese período. Esto fue en 2008", recuerda Raizman.

"El primer cliente fue un exgerente de una agencia grande al que le habían presentado varios proyectos para la web que estaba armando y ninguna le gustaba. Era viernes y nos pidió algo para el lunes siguiente. Trabajamos todo el fin de semana con la ayuda de un conocido, mandamos la propuesta y ganamos. Era Cyberonics, una empresa de Houston, Texas. Después nos presentamos a proyectos de Telmex, el segundo gran cliente, ya en la Argentina", rememora.

Hoy, en los Estados Unidos, tienen ya unas ocho cuentas (además de otras seis en el mercado argentino). Por esta razón, acaban de cortar cintas de una oficina en Miami, en La Florida, desde donde se atiende a clientes en Nueva York y Los Ángeles. "Hoy cualquiera labura desde cualquier lado. Desde que nacimos, nuestro pensamiento estaba en vender servicios afuera", comenta Raizman.

"En 2012 hice un viaje a España para ver si podíamos hacer negocios ahí y surgió una posibilidad de negocio en China para armar un evento, que incluyó el armado de un stand para una empresa española", comenta. Hoy, también cuentan con un partner en Chile. Si bien el fuerte al que apuntan es el segmento del healthcare, los socios se están abriendo a otras industrias. De hecho, como consumo masivo y alimenticias.
 

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