Historia de Garage - NERO 53

La cocina de un fernet que quiere transformar el mercado

Desarrolló esta bebida, con hierbas de África, Asia y Oceanía, para un público que explora nuevos sabores. Espera facturar $ 3 millones este año y llevar la producción a 10.000 botellas mensuales.

Antes que empresario, Hernán Vecchioni se reconoce como amante del fernet. Mientras estudiaba ingeniería en alimentos, por su cabeza ya rondaba la idea de crear su propia bebida de hierbas fermentadas. Pero su ambición no era producir un amargo más, sino uno que se distinguiera del "gigante" del mercado. Nunca soñó a lo grande, en términos de negocios. Su foco estuvo puesto en un producto de calidad premium que pudieran degustar quienes se acercaban por primera vez a esta bebida como aquellos paladares más refinados.

La apuesta no fue en vano y con una producción "boutique" hoy vende 5.000 botellas mensuales en vinotecas, bares y almacenes gourmet de todo el país. Por estos días dará su primer salto fuera de la Argentina y exportará sus primeras 850 botellas al Uruguay, con miras a seguir diseminándose por el mundo.

La idea

Luego de haber terminado su carrera y mientras cursaba un MBA e la Universidad de Deusto (España), comenzó a intentar concretar su sueño. Corría 2011 y acorde se diversificaba aún más el mercado del vino y avanzaba el de la cerveza artesanal en los nichos premium, Vecchioni comenzó a avizorar un espacio para este amargo tan particular. Junto con dos socios -entre los que se encuentra hasta hoy el excorredor de TC Diego Aventín- comenzó la búsqueda de la combinación perfecta. Un proceso de prueba y error en el garaje de una casa de la zona oeste del Gran Buenos Aires.

"Elaborar este fernet es un proceso arduo, que lleva 16 meses, pero siempre lo disfrutamos, porque hacemos lo que nos gusta", comenta Vecchioni. "Tuvimos que encontrar la amalgama de hierbas perfecta que nos diera la calidad que buscábamos, con el mix y la cantidad de hierbas adecuada".

Luego de dos años, y tras probar más de 100 hierbas, se lanzó formalmente la primera botella de Nero 53, que -tal como su nombre lo indica- está compuesto por un mix de 53 hierbas. La familia y los amigos de los tres socios fueron gustosos conejitos de indias, y tras su aprobación, llegaron los primeros pedidos de botellas. Formalmente ya eran una empresa.
El gran paso

En 2013, con $ 30.000, que eran parte de sus ahorros, compraron seis tachos de 200 litros, una picadora, una prensadora y una tapadora. Así, comenzaron a darle forma a la idea de un negocio propiamente dicho, pero que no perdiera su esencia artesanal. Es así que, ningún proceso está librado al azar y el equilibrio de las hierbas; el sabor distintivo y la calidad eran el fin último.

La cantidad de hierbas que lo componen es esencial y las mismas provienen de distintos lugares del mundo como los hongos y brotes de África; cortezas y raíces de Europa; semillas de América; esencias y especias milenarias de Asia y flores, pétalos y frutos de Oceanía. Todo, poco usual.

"Al principio hicimos tres producciones de 30.000 litros cada una, donde nos encargábamos de todo, al igual que hoy", remarca Vecchioni. "En la actualidad sigue siendo igual: yo hago el caramelo y estoy tres horas batiéndolo", completa.

Con la venta de pequeñas producciones, mes a mes iban reinvirtiendo cada peso que ganaban en nueva maquinaria. En poco tiempo necesitaron ampliarse aún más. "Un socio tenía un predio en una zona semiindustrial de Morón y allí nos instalamos definitivamente", recuerda.

Consumidores

Los inventores de esta bebida tuvieron que crear un mercado y la necesidad, ya que se trataba de una bebida premium en un mercado que no era considerado como tal. Así, comenzaron las pruebas en diversos reductos gastronómicos y canales de distribución.

Las botellas de Nero 53 -cuyo valor de llegada al público está en $ 150- son consumidas por varones y mujeres por encima de los 25 años, que buscan un sabor más refinado. Debido a ello, la bebida encontró su lugar en vinotecas y almacenes gourmet.

Paradójicamente a lo que puede pensarse, el 80% de la producción se comercializa en el interior del país, donde existe un público más ávido de nuevos sabores y que no "se casa" con ninguna marca. De hecho es en Córdoba, provincia amante del fernet si las hay, donde mejor les va. Y el curso del emprendimiento es tal que, para fines de 2016, esperan producir 10.000 botellas mensuales y contar con más de 1.000 puntos de venta.
Vecchioni tuvo la visión de un negocio 360°, ya que entre sus emprendimientos cuenta con una cadena de vinotecas donde se comercializa Nero 53, una distribuidora y, próximamente, inaugurará el primer bar temático de fernet en Ituzaingó.

Ficha - Fundación: 2013.
- Empleados: 15.
- Facturación proyectada para 2016: $ 3 millones.
- Inversión inicial: $ 30.000.
- Inversión anual: $ 1 millón.
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