"En la Argentina, se crean muchas empresas pero las tasas de fracasos son altísimas"

Manuel Sbdar, CEO de MateriaBiz, analiza el ecosistema emprendedor argentino y los desafíos que enfrentan las pymes de cara al nuevo año. Qué tienen en común los market places con el efecto parripollo.

Predica con el ejemplo. Es lo que hace el economista Manuel Sbdar, fundador y CEO de la escuela de negocios MateriaBiz. Desde allí, su propio emprendimiento, que comenzó en 2005 como un espacio online de intercambio que no tardó en generar una comunidad de más de 150.000 personas, desarrolló un negocio que adquirió nuevas escalas: el programa MateriaBiz TV; el Premio Mentores con el que reconoce el potencial de firmas locales; la edición de una enciclopedia de management que incluye la pluma de 179 autores; el lanzamiento del Master en Negocios. En estos años, más de 2.300 emprendedores pasaron por las aulas de MateriaBiz en los 18 centros que tiene entre la Argentina y Perú. La apuesta más reciente es el lanzamiento del MBA (ver recuadro) que prepara junto con la Universidad Kennedy (UK).¿Cómo surgió esta apuesta?En MateriaBiz defendemos la construcción de empresas perdurables. Hay mucha creación de empresas en la Argentina y hay altísimas tasas de fracasos. La perdurabilidad tiene que ver no solo con la garra, el ímpetu y la perseverancia. Es necesario que a eso lo acompañen habilidades, conocimientos y herramientas de gestión. Apostamos por la transmisión de conocimiento de modo masivo. Casi todos los que estamos acá venimos de otras escuelas y nos pasaba que el acceso de ese conocimiento, de calidad, es muy restrictivo.
¿Termina siendo elitista?
Son tan caros los cursos, es tan difícil acceder, que se transforma en casi elitista. Quien no tiene esos conocimientos ni siquiera sabe que no los tiene. El reto es darle a un empresario conocimientos concretos. Ejemplo: hay cinco métodos para fijar precios pero si solo conocés uno, te estás perdiendo cuatro. El desafío fue salirnos de la zona de confort e ir a buscar un público más masivo. Desarrollamos algo que es nuestra especialidad: generar un modelo de negocios como escuela.
¿Y por qué pasar ahora a la educación formal?
Agustín David, presidente de la UK, fue alumno mío cuando dirigía el MBA en la UTDT. La UK es la universidad privada más antigua del país. Pasó por distintos momentos. Agustín se propuso volverla un lugar de prestigio. Creamos en conjunto un MBA para 25 sillas para poder intervenir a fondo. No buscamos candidatos, sino proyectos. La currícula está adecuada a meter las manos en el barro.
¿Qué más tiene de particular?
Vamos a cobrar un fee bajo, que determina el compromiso del participante (algo así como $ 3.500 cuando un MBA cuesta $ 15.000 o $ 20.000 por mes) y a participar por única vez, en un solo ejercicio, en el 10% del resultado de ese emprendimiento. Si no es exitoso, perdemos todos. Va a haber mentores y va a haber un espacio de incubación. Vamos a seleccionar emprendimientos viables.
Al emprender en la Argentina, hubo olas de parripollos, videoclubs, canchas de paddle. ¿Cuál es la tendencia hoy?
Un poco, el parripollo de estos años es el desarrollo tecnológico. No haría un paralelismo exacto porque ya sabemos cómo terminó el parripollo y esto es más amplio. En IT habría que ver en qué sector, qué desarrolla, quién es el cliente, si exporta. Pero muchos emprendedores se orientan hacia esta actividad por su bajísima barrera de entrada. Lo único que necesitan es un escritorio, una PC y un programador. Tenés una idea y hacés un marketplace para vender plantas acuáticas. Se tiende a desarrollar estos productos sin modelos de negocios. Sin eso, es probable que te vaya mal. Esto tiene que ver también con emular a los exitosos. Uno ve a Globant o a Baufest y dicen "quiero hacer eso". Por otra parte, creo que está bueno hacer cosas tangibles, sin desmerecer el servicio.
¿Cuáles son los retos del empresario pyme?
En seguida los engancha que les pongamos en su estructura de pensamiento una idea distinta: que su negocio así como está no va a perdurar. Les decimos "tenés que tratar de conseguir una organización que piense qué más hacer y no solo en cómo vender más". Cualquier firma dice que quiere ganar más plata y para eso tiene que vender más. No es así. Podés vender más y perder más. O podés vender cosas distintas a alguien que ya te está comprando: una nueva unidad de negocios. O podés apuntar a un mercado nuevo con un producto que en acá está saturado. O podés diversificar. Si le digo cómo hacerlo, el tipo queda enamorado. Por ahí dice "tengo que profesionalizar mi empresa" y está pensando en el desarrollo de su modelo de negocios. Lo que cautiva a cualquier empresario pyme es entender que está haciendo lo que está haciendo de casualidad. Lo que está haciendo ahora no lo va a hacer para siempre.
¿Cómo analiza los cambios económicos que está implementando el nuevo Gobierno y cómo van a afectar a las pymes?
Ni los tipos que están tomando las medidas tienen idea. Pero es probable que haya sectores que se vean perjudicados y otros, beneficiados. Un pensamiento simple: "Lo que tiene que ver con la exportación se va a beneficiar y lo que tiene que ver con el mercado interno, relativamente. Y si ese mercado tiene en sus productos componentes importados, peor". En principio es así. Pero la clave es el caso por caso y buscar recovecos. Un recoveco es una oportunidad porque los grandes aún no se dieron cuenta. Cuando lo hacen, vuelan de un plumazo a las pymes y estas tienen que volar a otro recoveco. La clave es ir buscando recovecos. La macro puede impactar, pero siempre hay lugares a donde podés llegar. Van a ser dos meses movidos. Esto recién empieza.
Laura Mafud
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