Cómo ahorrar para gastar menos en la tarifa de luz

Desde subir el aire hasta reemplazar el sistema de calefacción, todo suma a la hora de luchar contra los nuevos valores de los servicios. Los casos.

Con estas frases y su tono ronco en la voz, el francés Charles Aznavour hizo el hit "Apaga la luz". Tras la actualización en las tarifas eléctricas en las siete categorías de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, comerciantes y fabricantes están intentando imitar al cantante solo que, a diferencia del intérprete galo, no obtendrán ni un amor apasionado ni las regalías de la discográfica, aunque, si aprenderán a hacer un uso inteligente de la energía y lograrán interesantes ahorros.

Las empresas grandes y las multis empezaron a atacar el tema del consumo energético hace unos dos años, impulsadas por la agenda ambiental y las emisiones de carbono que produce el consumo eléctrico, pero a las pymes los nuevos valores las encuentran en medio del río.

Una excepción es Adox, una pyme de la zona sur de GBA que fabrica equipamiento médico para cuidados críticos y emplea unas 50 personas: la compañía encaró a lo largo de 2015 una serie de iniciativas para favorecer el entorno y la calidad de vida de empleados y vecinos, y a la vez reducir costos operativos, además de controlar la contaminación, comenta Rocío García Herrera, a cargo de las Relaciones Institucionales de la empresa.

La lista de cambios es extensa, al igual que los kilowatts que han ahorrado. Incluye desde tareas sencillas como colocar sensores de movimiento dentro de los baños para que la luz se apague cuando están vacios, hasta reemplazar los sistemas de calefacción de agua eléctricos por otros de energía solar. Esto último le hizo ahorrar a la firma un 80% del consumo de gas y energía eléctrica. "Ahorramos 60.000 W por mes en el comedor", precisa García Herrera.

También en Adox reemplazaron 50 lámparas de bajo consumo del exterior por lámparas LED alimentadas por dos paneles solares. En cada panel se instaló una batería de 60 amperios-hora (ah), que acumula la energía que se produce durante las horas de luz para ser utilizada en la noche o en días de mal tiempo. Con eso, se redujo el consumo de energía eléctrica un 75%. Otros paneles solares, ubicados en el área administrativa, sirven para alimentar los servidores de la empresa. Colocaron un generador eólico de energía que se conecta a baterías, para abastecer un sector de la luminaria del parque, y seis extractores eólicos en la planta.

También aprovecharon un molino de viento que ya estaba en la empresa para hacerlo a extraer el agua no potable de la napa e implementar el sistema de riego por goteo en los canteros del parque y llevar agua a inodoros y mingitorios. Adicionalmente, como sistema de apoyo para el calentamiento del agua, pusieron una caldera a gas. "De esta manera, -explica García Herrera- en invierno reemplazamos los métodos de calefacción eléctricos por aires acondicionados y caloventores. La calefacción de las oficinas es hace con biomasa (materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía considerada inagotable) obtenida de la poda permitida en la zona, y ahorramos 342.600 watts por mes".

A todas estas modificaciones, las complementaron con señales en los interruptores de iluminación, impresoras, espejos de baños, pasillos y expendedoras de papel en baños para promover hábitos de ahorro. "Esto influye en el clima organizacional porque crea una cultura ambiental, reduce costos y contribuye a una gestión empresarial orientada a la sustentabilidad", completa la encargada de RRII.

Más modesto, pero igual de consciente, es Zento, un concesionaria de Toyota de la zona sur del Gran Buenos Aires, con varias certificaciones y premios por Ventas y posventa, instaló un grupo electrógeno y capacitó a los empleados de sus dos locales de Lanús y Adrogué sobre el ahorro energético. Así, elevaron la temperatura de los aires acondicionados, empezaron a apagar los equipos eléctricos y las luces de baños y salas, y a prender las luces exteriores según la época del año. Acciones sencillas que en una pyme no son tan sencillas de implementar.

Mucho se puede ahorrar con la tecnología informática y la adopción del cloud computing y otras soluciones virtuales, explica Nicolás Solop, experto en telecomunicaciones, con más de 15 años de experiencia en tecnología, infraestructura, redes, virtualización y cloud. Solop sugiere mover los servicios -como el correo electrónico o el almacenamiento de información- fuera de la oficina. "Quienes maximicen esta ventaja pueden alcanzar ahorros de hasta el 84% de energía eléctrica que, de otra forma, sería utilizada para mantener los dispositivos informáticos encendidos y refrigerados", dice Solop, cofundador de Wetcom Group.

Otra pata del ahorro, sostiene el analista, puede surgir de reemplazar las computadoras estándar de la oficina por un ambiente con toda la información centralizada en el centro de cómputos. "Estamos reemplazando computadoras tradicionales por dispositivos de acceso llamados clientes delgados, que pueden llegar a consumir una décima parte de la energía eléctrica que consume una PC", explica. A mayor cantidad de computadoras, mayor el ahorro que podrá alcanzarse.

Con mayores capacidades de procesamiento, el hardware que se utiliza en las empresas permite ahorros energéticos. Se estima que en los próximos años los procesadores alcanzarán una velocidad de 10 veces superior a la que tienen hoy en día, consumiendo solo un 10% de la energía eléctrica que hoy necesitan.

Las grandes, ejemplo a seguir

A diferencia de las empresas pequeñas y medianas, las grandes y multis ya vienen abogando por un consumo energético inteligente, pero no por los gastos de electricidad -que los tienen- sino por el daño al ecosistema que provocan por la emanación de los gases de carbono o de efecto invernadero (CO2Eq).

Banco Galicia, por ejemplo, tiene un Sistema de Gestión Ambiental a través de cual estableció la estructura organizativa, las actividades, responsabilidades, procedimientos y recursos para desarrollar, implementar y hacer efectiva su política ambiental. Tras identificar fehacientemente que la mayor emisión de carbono corresponde al consumo eléctrico, en 2013 comenzó a hacer un uso más eficiente del consumo, tanto en edificios centrales como en sucursales.

En 2015, logró una mejora del consumo del 3% en sus edificios centrales y una mejora total, incluyendo sus sucursales, del 4%. También optimizaron los horarios de ocupación y desocupación de sus edificios centrales y comenzaron a monitorear sistemáticamente la temperatura de los equipos de aire acondicionado para que no bajen de los 24 °C. Asimismo, comenzaron a apagar y encender la cartelería exterior con horario diferenciado según la época del año; instruyeron a su personal para apagar los equipos informáticos al cierre de la jornada, e instalaron films en las ventanas par para reducir la incidencia solar. Por otra parte, instalaron LED en el edificio y en la cartelería institucional.

En la misma línea, Coca-Cola tiene un compromiso permanente con el ahorro de energía que forma parte de sus metas de sustentbilidad 2020. Trabajan sobre la protección climática (miden la huella de carbono en su cadena de valor); el transporte (optimizan el sistema de distribución en la gestión de rutas y camiones) y la eficiencia energética, o sea buscan reducir el uso de energía en la producción y mejorar la eficiencia energética de los equipos de refrigeración, precisa Teresa Pérez del Castillo, gerente de Comunicaciones de Coca-Cola para la Argentina, Paraguay y Uruguay.

Entre otras iniciativas, a partir de las 18, apagan la iluminación en los puestos de trabajo, sectores comunes y salas de reuniones. Además se restringe la iluminación del hall central y ascensores, y se apagan los equipos de aire acondicionado.

A partir de las 21, solo funcionan dos ascensores y, desde las 23, se deja sin iluminación a los sectores centrales de hall de ingreso a cada piso.

Otra iniciativa que no es costosa de implementar, desde el punto de vista dinerario, son las campañas de concientización o de capacitación entre los empleados.

Indra, la empresa española de tecnología y consultoría, comenzó en marzo pasado una campaña entre sus empleados. "Se trata de una campaña de concientización a través de envíos programados de mensajes a todos los colaboradores. En cada envío, se enfatizan, con dibujos y gráficos, diversas formas sencillas que permiten ahorrar electricidad a través del uso responsable de los distintos equipos eléctricos de uso individual que se utilizan en la oficina.

Son mensajes cortos y gráficos de muy rápida lectura y fácil implementación. La campaña incluye, también, envíos destinados a orientar a los colaboradores para que puedan implementar ahorros de energía en el hogar", explica María Sánchez Laso, gerente de Relaciones Institucionales de la empresa. Y Assist Card, desde septiembre de 2015, lleva adelante una campaña de concientización interna con carteles, notas en la Intranet y otros canales, donde se recomienda el ahorro de energía y el cuidado del medioambiente.

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