La gaseosa Manaos supo abrirse un lugar en el negocio de las bebidas usualmente protagonizado por las multinacionales. Con su latiguillo ("¡Vamos Manaos!") que ya se volvió un clásico, sus spots con celebridades y su bajo precio logró comerle mercado a Coca-Cola y Pepsi y se posicionó como una de las marcas más elegidas del país. El hombre detrás del éxito es Orlando Canido, cuya vida e historia es digna de una película.
La familia Canido, conformada por Orlando y sus hermanos Norberto, Omar y Mari, manejó durante más de tres décadas una distribuidora de bebidas en la zona Oeste del Gran Buenos Aires.
En un comienzo trasladaban la cerveza Bieckert y los vinos Crespi, pero cuando la primera se vendió empezaron a recorrer las fábricas comprando bebidas de manera directa. Fue así como fueron distribuidores oficiales de la gaseosa Sao por diez años.
Pero en 2003, Orlando, quien llevaba las riendas del negocio, sufrió un accidente y estuvo mucho tiempo internado. En ese tiempo, Sao decidió continuar la distribución por su cuenta y lo dejó afuera del negocio. La historia completa, la encontrás acá.


