Reformas a la legislación laboral en la eurozona vuelven a degradar derechos adquiridos y a reducir salarios

Rebajas salariales del 20 al 35%, reducción de hasta el 34% de las remuneraciones mínimas convencionales, y retribuciones de hambre que no llegan al 60% de la canasta familiar invaden la eurozona. A ello se suman los despidos colectivos y por crisis en forma recurrente, el incremento desproporcionado de la contratación informal o en negro por salarios de mil Euros (los llaman despectivamente los dependientes del millardo), e índices de desempleo general de hasta el 27%, y del 50% entre los jóvenes, son parte de los fenómenos que se viven hoy en España, Portugal, Grecia, Irlanda, y están comenzando a llegar a Italia, Francia, y a otros países centrales. Comedores gratuitos reabiertos por las entidades de bien público o por las autonomías, albergues para quienes perdieron su techo, reparto sin cargo de cajas de alimentos básicos o de productos esenciales, y asistencia médica estatal para los necesitados también baten records de utilización. Planes de asistencia a los que viven en la calle, o tienen como única asistencia la caridad pública o privada, o están abandonados en refugios, residencias de la Cruz Roja o entidades similares, o viven de la limosna. Uno de cada cinco menores puede acceder a un empleo que se consume por los gastos de viaje y la vianda, y entre los mayores de 45 años tiene empleo solo uno de cada 6, con desempleo que llega al 63 y al 70% en áreas críticas de España, Portugal y Grecia. Es tan grave la situación laboral que se presentan fenómenos tales como la búsqueda de empleo de los desocupados de la eurozona en Ecuador, Bolivia, Colombia, Venezuela, Perú, Uruguay, Chile, Brasil y Argentina, como una alternativa, impensable hace dos o tres años atrás. Las escuelas de negocios y los posgrados deben cancelar sus cursos programas y hasta los MBA o los doctorados por falta de inscriptos, y porque los costos no son asumidos por las empresas y deben afrontarlos los desempleados en particular sin una fuente de ingresos genuina, y sin garantías de poder completarlos. Los posgrados no son garantía de mejora de la empleabilidad, y solo hay demanda en India y China. En la última medición realizada en España (septiembre de 2012) la cifra de 5.778.100 parados (más de un 25% de la población activa), superando en más de 3,9 millones de desempleados la cantidad existente cuando se inicia la crisis de 2007. En diciembre de 2012 los parados superaban los 6.000.000, sin ningún síntoma de reactivación. Otro dato escalofriante es que el total de hogares españoles que tiene a todos sus miembros activos en paro que ha llegado a la cifra de 1.737.900 (en relación al año anterior, se incrementaron en más de 312.000). Cuantía francamente insostenible que afecta a colectivos de la población activa sin discriminación de edad o sexo, y que según las estimaciones de enero de 2012 supera en cantidad de desocupados plenos a los 6.100.000. España ya no es sin embargo, el campeón de Europa de paro. Ha sido superada en forma proporcional por Grecia, cuya tasa de paro se elevó hasta el 26,8% en octubre, según ha publicado hoy la oficina de estadística helena. En España, según los últimos datos de Eurostat, el desempleo se situó en el 26,6%. El empeoramiento del empleo en Grecia ha sido enorme en los últimos meses. La tasa de paro estaba en el 19,7% en octubre de 2011, mientras que en septiembre de 2012 estaba en el 26,2%, según los datos de ELSTAT. En el último año, el número de griegos en paro se incrementó en 368.012 personas, una subida del 37,7%, de los que 36.219 se registraron en septiembre. En total, hay 1,347 millones de parados en Grecia, así como 3,344 millones de inactivos. El desempleo juvenil, por su parte, se mantuvo en el 56,6% en octubre, comparado con el 46,7% de 2011 y el 34,7% de 2010. En España, el desempleo juvenil está en el 56,5%. Anteayer, Eurostat órgano de difusión de la comunidad europea publicó que el desempleo en la zona euro subió el pasado mes de noviembre hasta el nivel récord del 11,8% y el número de parados ascendió a 18,2 millones de personas. El mapa es más que heterogéneo, ya que países como Alemania (5,4%), Noruega (4,5%), Austria (4,5%), Rumania (6,7%), Bélgica (7,6%) y República Checa (7,6%) presentan y se mantienen en niveles bajos, en contraste con Irlanda (14,6%), Grecia (26,8%), Croacia (17,6), Portugal (16,3%) o España (26,6%) que baten records y que siguen cayendo sin control. La inflación, que habitualmente giraba en torno del 1% anual también está batiendo records promediando más del 3% . En Gran Bretaña por ejemplo la inflación llegó al 4,5%, en Hungría 4,9%, en Rumania 4,9% y en Polonia 6,1% similar a la de Islandia y a la de Portugal. El comisario de Empleo y Asuntos Sociales, Laszlo Andor, dijo que la subida del paro en España está probablemente llegando a su fin aunque ha alertado que el alto nivel de desempleo, especialmente entre los jóvenes, es un motivo de gran preocupación. Es improbable que veamos demasiada mejoría socio-económica durante 2013, concluyó el húngaro. En otros términos, el altamente probable que los niveles de desocupación aumenten hasta tanto no se observe una reacción de la economía, de muy baja probabilidad de ocurrencia, dado los altos costos laborales, la incidencia de las cargas sociales, el peso de un sistema impositivo caro e inequitativo, y la necesidad de que manofacturas, sistemas de producción y logísticos se desarrollen en economías de costos de producción y operativos más bajos. El costo de salida de una empresa en la eurozona para instalarse en Rumania, Polonia, República Checa o similares es también muy alto, sobre todo en el momento que se realiza el cierre y la transferencia del establecimiento, y se amortiza en no menos de cinco años. Es curioso observar que las medidas que se están tomando en el plano laboral recuerdan épocas aciagas de la Argentina, con rebajas de salarios, convenios de crisis con reducción de los mínimos de los convenios colectivos, tercerizaciones que tienen por objeto no pagar las obligaciones previsionales de la seguridad social y fiscales, y un avance del trabajo informal o no registrado inédito en la realidad de los últimos 30 años en la Comunidad Económica Europea. Como ya hemos aprendido, las reformas legislativa no generan empleo, aún cuando en algunos casos mantienen la empresa en estado latente, en la expectativa de mejorar sus posibilidades en el corto o mediano plazo. Los embajadores de los países en crisis de la eurozona ya han comenzado en la Argentina importantes campañas para obtener puestos de trabajo locales o internacionales para la importante oferta de profesionales y de ejecutivos desempleados que registran en sus respectivos países. Resulta claro que una crisis pandémica como la desatada en Europa y en los Estados Unidos de un modo u otro nos afectará, y ello se aprecia en las empresas multinacionales que realizan ajustes, no con referencia a los resultados locales, sino a la crisis global que padecen principalmente en su casa matriz y en las áreas de influencia de países centrales como los ya referidos. Volver a crecer, el gran desafío de la eurozona, es una tarea que en forma sustentable no se espera lograr en los próximos cinco a diez años, como si se hubieran desatado las siete plagas, y en particular en el año 2013 todos esperan y ocultan sin remedio que todo empeorará en forma vertiginosa e irremediable.
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