La triste evidencia de un Estado ausente

Regla Nº 1 del Ministro Cristinista: Si tenemos responsabilidad, tratemos que no se note, busquemos rápido un culpable antes de resolver el problema de fondo y que otro pague los costos.

Esta básica regla fue aplicada con toda crudeza en los sucesos de los últimos días, donde los cortes de luz se extendieron por todo el país.

El gobierno, superado por las circunstancias, trató de huir hacia adelante amenazando con estatizar Edenor y Edesur, las únicas dos distribuidoras reguladas por el Estado Nacional.

Con frases obvias como que: las empresas son las que deben hacer las inversiones o que si ellos no lo hacen nosotros nos haremos cargo trataron sin éxito de desviar el eje del análisis.

Un dato, a esta altura secundario: los cortes de este verano en la áreas de Edesur y Edenor son iguales o menores que los registrados en el 2010. Entonces, ¿por qué reaccionaron así los vecinos? Puede haber muchas explicaciones, pero la situación socio económica ya no es la del 2010 y el cansancio de los grupos afectados se hizo notar con más fuerza. El horno no está para bollos, diría mi abuela.

¿Si las empresas fueran estatales se hubieran evitado los cortes? Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos tienen las distribuidoras eléctricas en manos de los gobiernos provinciales. Las tres provincias tienen gobiernos de distinto signo político. Todas tuvieron peores cortes que en Capital y el conurbano. La mayoría de las cooperativas eléctricas del país también tienen cortes prolongados.

El denominador común no está en la propiedad de los activos sino en la falta de recursos para invertir. Los Estados Provinciales apenas si tienen fondos para pagar salarios, no pueden mantener la infraestructura energética. Las empresas reguladas por el Estado Nacional pagan sueldos o le pagan la energía a Cammesa (el administrador del mercado minorista). Así no hay sistema que aguante, las redes de distribución no saben quién es su dueño, si se sobrecargan dejan de funcionar, así de simple.

El Gobierno Nacional tiene veedores en Edenor y Edesur. ¿Ellos no saben lo que pasa en las empresas que vigilan? Parece que la venda que le quitaron a la Justicia se la pusieron a los veedores. El propio gobierno convalidó que Edenor y Edesur le dejaran de pagar la energía a Cammesa. ¿Quién paga esa cuenta impaga? Todos los contribuyentes del país vía subsidios. De hecho el propio gobierno dictó una norma para sacar de los balances de las empresas esa deuda, de lo contrario hubieran registrado Patrimonio Neto negativo. Si el propio gobierno tuvo que dictar esa norma, sabía positivamente que su situación no da para mayores inversiones.

El Jefe de Gabinete dijo que existen cargos específicos para financiar obras que pagan los usuarios en sus facturas. Es cierto, sin embargo olvidó decir que esos cargos no van a la caja de las empresas, van a un Fondo Fiduciario que administra el Estado. Es el Estado quien decide en qué se gastan esos fondos, no las empresas, lo dice taxativamente la norma que crea esos cargos específicos. Así, los pocos fondos disponibles para inversión los maneja el Estado Nacional, no las empresas.

Si el Jefe de Gabinete sabía esto y no lo dijo es grave, pero si alguien se olvidó de decírselo para no asumir culpas propias es pero aún. Ya lo dice la expresión popular: La primera es casualidad, la segunda podría ser mala suerte, pero la tercera SEGURO que es fuego amigo.

¿El servicio sería mejor si las tarifas fueran más altas? En Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, las tarifas son de dos a cinco veces más altas que en Capital. La calidad del servicio brilla por su ausencia. Mayores ingresos es sólo la condición necesaria para modificar la situación actual, pero no es la condición suficiente.

El Estado como operador o como regulador tiene responsabilidades que no puede eludir, pero que evidentemente no quiere, no puede o no sabe asumir.

Néstor Kirchner en oportunidad de apoyar la privatización de YPF en los noventa dijo que: Soberanía es atraer inversiones. Tenía razón.

Noticias de tu interés