La autonomía portuaria aún está pendiente en la Ciudad

El Puerto de la Ciudad de Buenos Aires sufre graves problemas estructurales y déficit de acceso y conectividad que ponen en riesgo no solo su desarrollo futuro sino también su supervivencia.
El pasado 23 de abril en el Consejo Profesional de Ingeniería Civil nos reunimos más de una centena de personas interesadas en la temática portuaria en el Seminario Visiones Estratégicas sobre el Puerto de Buenos Aires organizado por la Subsecretaría de Planes Estratégicos del GCBA. Especialistas, ingenieros, funcionarios y gremialistas coincidimos en la importancia estratégica de defender al Puerto como parte constitutiva de nuestra Ciudad y como actor relevante para el desarrollo económico.
Está claro que la Ciudad Autónoma reclama el traspaso del puerto y sobre todo reclama la posibilidad de opinar y definir todas aquellas obras, acciones o programas que modifiquen de algún modo la fisonomía del territorio que este ocupa o el impacto de la operación portuaria sobre la Ciudad.
Como todos sabemos los puertos en nuestro país fueron transferidos a las provincias a través de la Ley de Puertos
Nº 24093, a excepción del Puerto de la Ciudad Autónoma que por el Decreto 1029/92 se mantuvo en la jurisdicción federal. Esta injusta discriminación le ha impedido a las distintas administraciones de la Ciudad Autónoma tomar decisiones en materia de urbanismo, calidad ambiental, tránsito o transporte sobre la jurisdicción portuaria a pesar de ser el gobierno legítimamente electo por los porteños y de estar expresamente considerada su competencia en estos temas en la Constitución porteña que considera a la Ciudad co-ribereña, es decir con jurisdicción plena desde la General Paz hasta el borde de la costa con el espejo de agua del Río de la Plata y el Riachuelo.
Como diputada nacional he presentado varios proyectos en el Congreso Nacional para lograr la transferencia del Puerto a la Ciudad Autónoma como parte del reclamo por la autonomía plena. Sin embargo otras medidas pueden tomarse en el largo camino hacia la transferencia. En primer lugar la Ciudad debe reclamar la efectiva constitución de la Sociedad Administradora Portuaria que a pesar del Decreto 19/03 que restableció a la AGP, sigue vigente. En segundo lugar la transferencia podría acordarse vía un convenio según establece la ley 24.588 en su artículo 6 sin necesidad del dictado de una ley nacional nueva. Por último en un ejercicio pleno de sus facultades la legislatura porteña podría dictar, según el art. 80 inc. 6 de la Constitución Porteña, su propia ley de puertos.
Es falsa la premisa de la inacción, todos estos caminos, seguidos con voluntad política conducirían a la larga al traspaso de la administración portuaria a la Ciudad en iguales condiciones que lo hacen hoy el resto de las provincias argentinas con sus puertos.
Está claro también que por la importancia estratégica y el vasto hinterland que abastece Buenos Aires es necesario coordinar políticas de alcance nacional, por lo que el diseño de una Sociedad Portuaria integrada por la Ciudad y la Nación sería adecuado. Considerando además la estrecha relación y unión histórica con el Dock Sud, esta nueva configuración integraría los dos puertos y a las autoridades provinciales en la administración del nuevo puerto metropolitano.
El Puerto de Buenos Aires tiene una capacidad operativa actual de 1.100.000 teus, muy poco comparado con los grandes puertos del mundo como Singapur o Shangai que movilizan más de 25 millones de teus, pero suficiente para ser considerado un puerto relevante a nivel mundial. Nuestra obligación es impulsar su desarrollo, limitar el conflicto ciudad-puerto y construir aquellas obras imprescindible para la operación de los nuevos megabuques que protagonizan el comercio mundial del presente siglo. Si el Gobierno Nacional toma decisiones equivocadas sobre la planificación estratégica del Puerto, como el destino de las 90 hectáreas operativas a la construcción del Polo Audiovisual, es obligación de todos los actores comprometidos en el desarrollo productivo portuario el impulso de un plan que rescate las áreas operativas, promueva la construcción de infraestructura moderna como muelles y zonas logísticas así como el efectivo dragado de los accesos fluviales y la solución de los accesos viales para la conectividad metropolitana. Hay mucho por hacer y nosotros elegimos empezar por la construcción de los consensos para definir un Plan Estratégico del Puerto de Buenos Aires, están todos invitados a opinar y a comprometerse.
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