El fenómeno Cuevana

Ver TV ya no es lo que era. El crecimiento de la banda ancha y el aumento exponencial de dispositivos como LCD, smartphones y notebooks están cambiando de cuajo nuestras costumbres a la hora de sentarnos frente al televisor a ver películas y series. Y, según lo que vi en el último Consumer Electronic Show (CES, la feria tech más grande del mundo) de enero en Las Vegas, el futuro que se aproxima es en 3D (sin anteojos) y con enormes televisores conectados a Internet para trasladar nuestras computadoras al living, jugar en red y ver todo tipo de contenidos mientras los comentamos con nuestros amigos en Twitter y Facebook. Las grandes marcas ya apuntan sus cañones hacia esos terrenos: Sony, LG, Panasonic, Google, Apple, Microsfot y Samsung, entre otras.
En este contexto de permanente transformación, surge el sitio Cuevana TV, creado a fines de 2009 por tres argentinos, que permite ver películas y series de una manera simple y rápida: sin salir del sitio, sin registrarse y sin tener que bajar ni instalar ningún archivo. El contenido se consume online de una forma muy similar a YouTube. Con tres mil películas y más de diez mil capítulos de series, el sitio es un fenómeno en la web mundial. Sus números no mienten: 700 mil visitas al día y 450 mil usuarios registrados. En apenas un año, Cuevana se convirtió en la mejor opción de Latinoamérica para ver contenidos de cine y TV.
La cuestión generacional de sus fundadores es clave para comprender el fenómeno y cómo usaron la viralidad típica de la Web 2.0 para dar a conocer el sitio: ninguno supera los 23 años. Trabajan cada uno desde su casa y dieron a conocer el sitio utilizando los blogs y las redes sociales (sobre todo Facebook y Twitter). La bandera de nuestro crecimiento es el boca a boca, explica Tomás Escobar, uno de los fundadores. Cada noche, muchísima gente escribe en Twitter que verá o termina de ver una película en Cuevana y pone el link para que sus seguidores ingresen directo a verla. Tenemos un índice de crecimiento del 40% mensual y todavía no invertimos un solo peso, agrega. Por ahora, el modelo de negocios del sitio es sólo publicitario. Pero ya algunas productoras tomaron contacto con ellos para darle sus películas y que las ofrezcan a sus miles de usuarios.
La cuestión legal y de derechos de propiedad de autor tampoco es menor. Pero Cuevana no aloja en sus servidores ninguna película ni serie, ya que funciona linkeando a los videos alojados en otros servidores mundiales (como Megaupload). Es decir, Cuevana es sólo una interface que organiza y reproduce contenidos ya subidos a la web por miles de personas. Sus fundadores aún no tuvieron problemas legales, pero reconocen que es un tema sensible. Y están dispuestos a dar un debate al respecto: La realidad es que estamos ante un cambio socio-cultural profundo, que está colisionando con lo que la ley (o la moral misma) identifica como correcto o incorrecto. Hoy en día la gente ve películas online gratis (como también comparte muchas otras cosas en Internet), y no ven esto como algo moralmente malo. Entonces es muy difícil juzgar esta situación legalmente cuando la cultura está evolucionando en contra de lo que define la ley al respecto, explica Escobar.
Por las dudas, no ofrecen películas que estén en cartel, sino recién cuando salen a DVD. No queremos competir con el cine, sino coexistir y alentar a la gente a ir a las salas. Para eso preparan un nuevo diseño de sitio que informe sobre horarios y funciones de cines cerca de la ubicación de cada usuario, información de películas, trailers y noticias de próximos estrenos.
La velocidad del avance tecnológico, por un lado, y la enorme capacidad para ejecutar una idea que tienen los actores de las nuevas generaciones, por el otro, resulta una combinación perfecta para el desarrollo de la web actual.
El futuro se escribe minuto a minuto.

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