Pymes: avión chico, avión grande

Hace poco tiempo estaba dictando un curso en una importante aerolínea y di un ejemplo comparando a las empresas con un avión. Básicamente decía que los grandes aviones se pilotean gracias a los instrumentos y a un sinfín de relojes (indicadores) que van informando al capitán el desempeño de una enorme cantidad de variables.
Continuando con este ejemplo se me ocurrió otra forma para comparar la diferencia entre una empresa chica y una grande y una vez más use el caso de los aviones. En esta oportunidad, relacioné a las empresas chicas con los aviones chicos, donde lo más importante es el papel del piloto. Las aeronaves pequeñas, a diferencia de las grandes, cuentan con muy pocos indicadores, a lo sumo, tienen indicador de combustible, altura, velocidad y no muchos más.
Estos aviones son muy difíciles de volar y dependen mucho más de la habilidad del piloto que lo conduce. Como suele suceder en las empresas pequeñas, donde el dueño es quien domina el 100% de las cosas que suceden. En éstas, la experiencia y conocimiento del propietario son lo más importante.
No obstante, un día la empresa empezó a crecer tanto que fue necesario ir incorporando gente, recursos, etc. Siguiendo con el ejemplo, fue necesario comprar un avión más grande.
A mayor tamaño, mayor es la necesidad de contar con indicadores y herramientas que permitan ir monitoreando el aumento en las complicaciones, producto del crecimiento.
Aquí, una gran pregunta ¿Cuántos relojes tiene su cabina?
Si su respuesta no es favorable o no lo convence he aquí algo para empezar a trabajar ¿Cómo?
Lo primero que debería hacer es detectar cuales son las actividades criticas en cada área de su negocio. Por ejemplo: nivel de ventas, rentabilidad, niveles de stock, tiempos de producción, satisfacción del cliente, capital de trabajo, etc. Luego deberá invertir en herramientas de medición de las mismas: un software, por ejemplo, puede ayudarlo mucho. Estas variables críticas deben ser gestionadas por los gerentes y usted como director, debe monitorearlos en el día a día para detectar a tiempo si están por fuera de lo normal y así exigir a sus gerentes las correcciones.
Si usted nunca hizo esto y no tiene muchos relojes y decide tenerlos, no espere buenas noticias: seguramente más información implica más preocupación. Pero recuerde, en el mundo de los negocios saber es una gran ventaja. Sobre todo, en un mundo donde muchos prefieren no saber.
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