Prat-Gay: "Si hubiéramos tenido acuerdo político, nos evitábamos el acuerdo con el Fondo"

El ex ministro de Hacienda consideró que el Gobierno perdió vocación de diálogo tras las legislativas de 2017. "Se perdió porque la estrategia electoral fue 'peleémonos con el pasado porque eso nos da más votos'. Quizás la grieta te ayuda a ganar una elección, pero no te ayuda a gobernar", sentenció.

El ex ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, cuestionó la tardía "vocación de diálogo" del Gobierno, en referencia a la convocatoria realizada en las últimas semanas, y consideró que si hubiera existido un entendimiento, no se hubiera tenido que pedir asistencia el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Se perdió vocación de diálogo tras las legislativas de 2017. Se perdió porque la estrategia electoral fue 'peleémonos con el pasado, con Cristina Kirchner, porque eso nos da más votos'. Quizás la grieta te ayuda a ganar una elección, pero no te ayuda a gobernar", afirmó en diálogo con el programa Animales Sueltos.

El ex funcionario añadió que el no haber logrado un acuerdo con otras fuerzas atentó contra "un mejor desarrollo de la economía" durante la gestión de Cambiemos.

"El problema central que tiene Argentina tiene que ver con lo político. Creo que si hubiéramos tenido un acuerdo (político), nos evitábamos el acuerdo con el Fondo (Monetario Internacional). Si tuviera que elegir, me quedo con el político. Creo que el Gobierno pensó que era la manera de recuperar confianza por un camino más corto, pero no logró ese efecto", expresó.

Desconfianza

En esa línea, el economista consideró que "hay cierta desconfianza" en la voluntad del Gobierno de llegar a un acuerdo antes de las elecciones porque "tenía todos los elementos para hacerlo a fines de 2015, o en 2016 y no lo hizo".

Prat-Gay reclamó "gestos contundentes" de Cambiemos respecto de la posibilidad de ampliar la coalición. "Los 10 puntos de consenso propuestos a principio de mes ciertamente no lo son. La primera alternativa sería abrir el juego a las otras fuerzas que componen Cambiemos", sugirió.

"El problema central que tiene Argentina tiene que ver con lo político. Creo que si hubiéramos tenido un acuerdo (político), nos evitábamos el acuerdo con el Fondo (Monetario Internacional). Si tuviera que elegir, me quedo con el político".

Y fue más allá: "Dada la desconfianza reinante hacia el espectro político, una posibilidad que funcione como 'shock político' podría ser un gabinete de unidad nacional, compuesto por miembros de distintas fuerzas, y donde el jefe de Gabinete sea de un signo político distinto al del Presidente. Me parece que la hora exige este tipo de generosidad".

Sin embargo, el ex ministro consideró difícil que el Gobierno avance en esa línea.

"Lo veo más en una posición de 'esto es lo que había que hacer y hay que aguantar'. De esa manera no me parece que se gana una elección. Si se quiere gobernar la Argentina durante los próximos cuatro años, hay que tener un discurso consistente, y si eso implica reconsiderar las personas y las fórmulas, creo que eso es lo que hay que hacer", explicó.

Sin lugar para el kirchnerismo

No obstante, aclaró que en su visión del acuerdo nacional, la ex presidente Cristina Kirchner no tiene lugar.

"No quisiera nunca que un socio de Cambiemos sea Cristina. Creo que hay un espacio en el medio al que hay que tratar de apelar. Cristina tuvo su oportunidad y además tiene sus problemas judiciales, que no se pueden obviar. Cuando se dice acuerdo, no es lo mismo que rejunte", disparó.

No obstante, destacó el nombramiento de Alberto Fernández para encabezar la fórmula de Unidad Ciudadana y dijo que el Gobierno debería tener un gesto similar.

"No quisiera nunca que un socio de Cambiemos sea Cristina. Creo que hay un espacio en el medio al que hay que tratar de apelar. Cristina tuvo su oportunidad y además tiene sus problemas judiciales, que no se pueden obviar".

"Lo que está faltando es un gesto del Gobierno en esa dirección. En ese sentido, el abrir la fórmula puede ser uno de los gestos. Lo que pasa es que cuanto más se tarda, mayor es el gesto que hay que hacer", recalcó.

Y concluyó: "El problema no fue ser ambicioso (con las metas), sino no animarse a usar todos los instrumentos. Uno de ellos era el acuerdo social. No hay antecedentes donde se haya bajado una inflación con alta inercia y un envión muy grande sin un acuerdo. Eso fue una mala decisión política. No se va a poder gobernar sin un acuerdo político, cuanto antes se produzca este pacto más rápido se va a salir de la crisis". "Hay que preguntarse si puede un Presidente que está buscando la reelección llamar a un acuerdo, o si tiene que hacerse desde otro lugar", reflexionó.

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