¿La primera dama está embarazada?

Las cinco fotos de Alberto: los nuevos desencantados y las primeras encuestas ya revelan el daño

Mientras evalúan el impacto del escándalo por el cumpleaños clandestino en Olivos de 2020, en el Gobierno siguen la misma hoja de ruta electoral, que tiene previsto un reencuentro público en un acto del Presidente con Cristina Kirchner. El nuevo giro argumental de la novela: ¿La primera dama está embarazada?

No fue una sola foto la que marcó la semana de Alberto Fernández, fueron cinco. Claro que se llevó el premio la que muestra el cumpleaños clandestino de Fabiola Yáñez, el 14 de julio de 2020 en la Quinta de Olivos cuando en el resto el país regía el DNU que instauró un asilamiento estricto por el coronavirus.

Como si la Argentina fuera una telenovela producida por Netflix, la última foto, la quinta, se viralizó anoche: fue sacada de una historia de Instagram de la primera dama. Un gesto de tomarse con cariño la panza encedió el la usina de versiones: ¿Está embarazada? En el Gobierno no confirman ni desmienten, aprendieron de haber negado la primer foto que surgió del festejo ilegal. 

El cuestionado pedido de disculpas presidencial, que estaba por escrito en los borradores del discurso de Olavarría pero terminó siendo más bien una admisión de culpabilidad ajena por la improvisación de Alberto Fernández, una locuacidad que no es la primera vez que le juega una mala pasada (preguntarle a brasileros y mexicanos por este punto). 

Después del "mi querida Fabiola" que dejó a su pareja en el ojo de la tormenta, el mandatario la sumó a una comitiva de un evento en Misiones para un anuncio oficial. Podría ser propio de la agenda albertista que suele armarse sobre la marcha pero esta vez no: el sugestivo posteo de Yáñez es parte de una producción de ese evento. 

Van dos fotos, faltan tres. Una de ellas fue la primera: antes de la revelación de la periodista Guadalupe Vázquez, nítida, sin lugar a dudas, circuló otra imagen, de menor calidad, lo que le permitió al Gobierno, en off the record, negarla. Un tiro en los pies. A esa altura, no eran un secreto las reuniones en la residencia presidencial durante 2020, gracias a la difusión de los registros oficiales, reclamada por un pedido de acceso a la información y no por deseos de la Casa Rosada como se busca instalar. 

Silencio en el Gobierno por una polémica foto de un festejo en Olivos en plena cuarentena

Los ingresos y egresos de Olivos revelaron ya una zona gris que permitía ya sospechar que no todas eran audiencias. "Recibo a periodistas, recibo políticos, recibo ministros, recibo secretarios, recibo un artista, un productor cinematográfico, un productor teatral, recibo futbolistas, recibo gente del fútbol, recibo gente del básquet. Recibo un montón de gente, pero es mi tarea", se defendió Fernández en una entrevista en Caja Negra por Youtube, horas antes del "Fotogate". 

Sobre ese 14 de julio, entonces, ya se conocía que entre las 21.30 y las 22 habían  ingresado nueve personas al chalet presidencial. con salida cerca de las 2 de la mañana: el asesor de la primera dama, Emmanuel López, y su pareja Fernando Consagra; Rocío Fernández, Florencia Fernández, Santiago Basavilbaso y Stefanía Domínguez. También Sofía Pacchi, Federico Abraham y la estilista Carolina Marafioti.

Con un comando de campaña que busca hacer borrón y cuenta nueva como si nada hubiera pasado, al punto de no reprogramar por ahora el reencuentro público de Alberto Fernández y Cristina Kirchner para esta semana, en La Matanza o en Avellaneda, ni la agenda electoral del Presidente que tiene anotados desembarcos en el conurbano bonaerense. 

 Todo a la espera de analizar el impacto del escándalo en la opinión pública con métodos científicos. Hoy en el Gobierno se dividen entre los que creen que la polémica sólo indigna al electorado opositor (votos que nunca podrían obtener) y que sus votantes son más indulgentes; y los que temen que el impacto puede ser catastrófico

El primer análisis de las repercusiones, de Managment&Fit, marca que el 76,1% cree que el caso es muy o algo grave. Y aporta una sentencia que podría ser letal para la Rosada: el 22,3% que pensaba votar al oficialismo, ahora dice que cambiará su voto.


En el prólogo electoral, en la Rosada admitían la existencia de dos tipos de desencantados del electorado propio de 2019: los económicos y los políticos. Los primeros fueron los que, golpeados por las finanzas macristas, apostaron al mensaje simbólico del regreso al asado que proponía el Frente de Todos. Los segundos son parte del núcleo duro K, de aquel que respetó el mandato cristinista de votar por Alberto pero piden hoy más Kirchner que Fernández frente a reformas que quedaron inconclusas en 2015. Son, por ejmeplo, los que quedaron desorientados con el affaire Vicentín. 

Los nuevos desencantados son los sanitarios: los que durante 2020 discutieron incluso con su propia sangre para cumplir las normas frente a la pandemia. No son mensajes ajenos al Gobierno: insólitamente, en este rubro hay ministros que sufrieron el aislamiento en su núcleo familiar, si bien ellos estaban exentos. Anécdotas que tal vez no llegaron aún al oído presidencial. Ni hablar los que sufrieron alguna pérdida o también los que resignaron parte de su economía, pensando en el bien mayor. 

El malestar por la doble vara trasciende, en estos casos, al voto macrista y contagia a parte del propio. El Gobierno tiene un mes para revertirlo. 

Las otras dos fotos fueron una de cal y ora de arena. Ambas con La Cámpora como protagonista. Primero, el "olvido" de poner a Cristina Kirchner en la fotografía de archivo del festejo online del PJ Nacional por los dos años de las PASO 2019.  La chicana de la agrupación de Máximo Kirchner (quien sí estaba en esa instantánea y en e la búnker aquella noche) fue celebrada por la propia Vicepresidenta en un acto en Lomas de Zamora, en su primer incursión en esta campaña. 

Todavía no había estallado el "Fotogate" por la otra fotografía de la semana y el oficialismo se permitía reavivar las intrigas palaciegas que signaron el turbulento cierre de listas.  "Un poco de humor", minimizaban en el Instituto Patria. 

En cuestión de horas, hubo un giro de 180 grados: con otra foto, una de Mauricio Macri en una cena en Olivos con Christine Lagarde del FMI, La Cámpora salió en defensa del jefe de Estado.  "Con la mitad de la indignación mediática de estos días aplicada a otras fotos nos hubiéramos ahorrado el endeudamiento de las próximas década", escribieron. El status de la relación quedará reflejada en los días que vienen, con el reencuentro público entre Alberto y Cristina. 

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Comentarios

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  • CA

    Claudia Analía

    15/08/21

    OPERATIVO DISTRAKCIÓN.....

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    • CA

      Claudia Analía

      15/08/21

      X el bebe.

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