Arranca la era Milei con gimnasia política, precios liberados y la ambición por el dólar billete
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Hola, ¿cómo estás? Llegó el día. Después de un año intenso, con elecciones que arrancaron en el último verano y terminaron hace apenas tres semanas, una economía que no da respiro y una situación social delicada, Javier Milei asumirá hoy y nosotros te proponemos esperar ese momento con el análisis y los datos que aportan nuestros editores, para revisar de dónde venimos y empezar a descubir hacia dónde vamos.
El fin del ciclo Fernández-Fernández llegó con un sacudón cambiario, que incluyó un salto del dólar oficial hasta los $ 400, mientras los financieros y el blue le daban la despedida en $ 1000. Pero lo que pareció casi un homenaje a la liberación del mercado que propone el flamante Presidente -y que el BCRA trató de desmentir aunque el Banco Nacion tuviera en sus pantallas la cotización de $ 400,50-, no fue más que la consecuencia lógica de la oleada de aumentos y remarcaciones, incluyendo alimentos, combustibles y demás; con la que cerró una gestión en la que el tipo de cambio corrió contra cepo y marea, como el resto de los precios de la economía. De hecho, muy lejos quedaron las cotizaciones de $ 62 y $ 71 que mostraban el oficial y el blue, respectivamente, cuando el binomio saliente regresó a la Casa Rosada en 2019, para encarar la cuarta etapa del kirchnerismo en el poder. Y ni hablar de los usd 12.000 millones en las reservas netas, que hoy muestran 10.400 millones, pero en terreno negativo.
Un escenario que se completa con el descontrol de precios que no encuentran techo y proyectan una inflación anual del 180% en los últimos doce meses y del 900% para toda la administración que se va. Y hasta, directamente, con la falta de precios y la dolarización forzosa que registra en este envío Leandro Dario.
La nueva escena, con Milei al frente y el dúo Luis Caputo-Santiago Bausili detrás, en el manejo de la Economía y el BCRA, le sumará una devaluación que llevará al tipo de cambio, al menos, hasta los $ 650 -aunque se especula que podría trepar hasta $ 800
para el comercio exterior
con la aplicación del impuesto país- y mantendrá el cepo hasta que los números se acomoden. Eso es lo que proyecta el nuevo ministro de Economía, que será el portador de la motosierra para ajustar gastos hasta que el rojo fiscal quede en el olvido. Hasta dónde podrá avanzar con su idea, aprobada por Milei, dependerá de lo que el libertario consiga en el Congreso.
Allí, los libertarios deberán negociar con un PRO partido, un radicalismo en contra y un peronismo que busca reacomodarse como oposición para conseguir que le aprueben en sesiones extraordinarias la famosa ley Ómnibus con la que esperan arrancar la nueva administración. Serán días febriles en los pasillos parlamentario, donde ya el riojano Martín Menem asumió la conducción de Diputados y el formoseño Francisco Paoltroni denuncia un pacto de la vicepresidenta Victoria Villarruel con el jefe del bloque de Unión por la Patria, José Mayans, para impedirle asumir la presidencia provisional. Reflejo, quizá, de la gimnasia política ejercida por Milei para conformar su equipo, que hoy nos narra Mariano Beldyk. La misma que llevó a Villarruel a ceder espacios de poder en la Casa Rosada a manos del binomio Bullrich-Petri.
Así arranca la gestión de Milei. Pasó la pandemia, la sequía, el internismo peronista en la Rosada y Alberto Fernández, aunque no sin antes dejar como regalito navideño un decreto por el que el Estado deba pagar su custodia fuera del país de por vida, teniendo en cuenta que decidió radicarse en Esapaña. Siguen activas la grieta, la espiral inflacionaria y los problemas de la deuda, una moneda que pierde valor, el rojo de las cuentas fiscales, una pobreza creciente y una educación que retrocede, entre otros. Al cumplirse 40 años desde el retorno de la democracia, período por el que pasaron presidentes radicales, peronistas y liberales, ahora le toca el turno a un libertario. Veremos lo que nos depara...
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Gimnasia política
Por MARIANO BELDYK, editor de Política
Empieza la Era Milei. Desde hoy, la pregunta pasará a ser qué Milei estará al frente de esa Era. Y solo el transcurrir de las próximas horas y días, con las primeras medidas, permitirán ir dilucidando el interrogante.
A lo largo de los 20 días que se sucedieron desde el triunfo del 19 de noviembre hasta la asunción presidencial, Milei mostró un perfil mucho más ecléctico desde lo político que el traje de halcón libertario que lo llevó a ganar las PASO y perder luego en las generales.
La decisión de encapsular la influencia de Victoria Villarruel junto al sector que ella lidera y ceder el manejo de las fuerzas armadas y federales al binomio Bullrich-Petri fue todo un mensaje en clave interna, con efectos colaterales en Juntos por el Cambio y el PRO en particular, abriendo una pequeña fisura en el control de -su ¿aliado o principal rival?- Mauricio Macri. Restará ver cómo se mueven ahora la ministra y el ministro designado. De los dos, sin duda es el radical el que más duda suscita por su debut en el rol.
Tras una reunión a puertas cerradas con la Vicepresidenta electa se aseguró que las rispideces estaban saldadas y que no eran personales. De momento, al menos. También hubo sorpresas en las últimas horas en el organigrama con la oficialización del noveno ministerio, en manos de un conocido de la gestión saliente, que supo estar en Aysa, Mario Russo, aunque antes que ello, ya había sido funcionario municipal de Joaquín de la Torre, en San Miguel, y Ramiro Tagliaferro, en Morón, además de revistar en el ministerio de Salud bonaerense con Vidal.
Pero la sorpresa mayúscula la dio el área de Infraestructura que, temporalmente, perderá a dos secretarias claves: Energía y Minería. El ‘Toto' Caputo le pidió específicamente el viernes a Guillermo Ferraro que se las cediera -en realidad que no se las lleve, porque la gestión de Massa las había concentrado bajo el ala de Economía- hasta tanto logre consolidar el futuro del esquema de los subsidios y tarifas y un nuevo régimen de inversiones para la minería.
También les pidieron a algunos funcionarios actuales que siguieran en el cargo para mantener la maquinaria funcionando. Algunos dijeron que sí, como Marcos Lavagna. Otros lo evaluaban, como Flavia Royón. Y hubo quienes ni lo pensaron, como Raúl Rigo.
Por último, un viejo conocido que se había corrido de los primeros planos en las últimas semanas aunque no dejaba de (auto) postularse desde las sombras, volvió a escena el feriado con un mensaje en X para desmentir trascendidos y afirmar que nunca había sido su intención garantizarse un despacho. Se trata de Ramiro Marra, el mismo que primero hizo trascender su nombre para la AFIP, en la primavera de la transición; luego sonó para jefe de asesores y al final no será ni lo uno ni lo otro: permanecerá en su banca de legislador porteño.
En el brindis de un nuevo diputado de la Ciudad, hace unos días, a más de uno le llamó la atención su ausencia como jefe de bloque. Dicen las malas lenguas que esa misma mañana se había enterado, por boca de "El Jefe", que sus servicios no serían necesarios en el Gobierno nacional. Y no andaba del mejor humor. Así y todo, hay quienes elucubran que en su despecho podría jugar una diagonal que lo acerque a Jorge Macri, necesitado de sumar manos en la Legislatura.
Su suerte no fue tan distinta a la que corrieron muchos otros referentes libertarios de la primera hora de esta campaña 2023 como Carlos Rodríguez y Emilio Ocampo que terminaron fuera del proyecto. Otros que jugaron un rol como Carlos Kikuchi ya habían sido desplazados luego del 22 de octubre. Y no faltan los que se fueron en fade como Roque Fernández y Darío Epstein, por lo menos hasta ahora.
En contrapartida, el schiarettismo se quedó con gran parte de las cajas fuertes del Estado como la ANSES (Osvaldo Giordano) y el Banco Nación (Daniel Tillard) y muy posiblemente también recale en Transporte (Franco Mogetta). Para no formar parte de la "casta", Milei probó moverse con una dúctil gimnasia política a la hora de armar gobierno.
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"La única forma de congelar precios es con dólar billete"
Por LEANDRO DARIO, subeditor de Finanzas y Mercados
La vida en Argentina estásuspendida en el tiempo. A la espera de algo que parece que está a la vuelta de la esquina, pero tarda en llegar. Y no se trata de la asunción de Javier Milei, sino de un fuerte shock devaluatorio. Hay una sola certeza: todos los precios están esperando ajustar al salto que tendrá el tipo de cambio.
En la despedida de Alberto Fernández de la presidencia y de Miguel Pesce del Banco Central, hubo una sorpresa de último minuto: una suba del dólar oficial no consensuado con Luis "Toto" Caputo ni con Santiago Bausili. La divisa trepó casi el 6%, cerrando a $ 385 en la plaza mayorista y $ 400,50 en la minorista.
La devaluación llamó la atención porque el mercado creía que el Gobierno ya había llegado a la otra orilla y dejaría esa tarea a las autoridades entrantes.
Ante la certeza de lo que está por venir, hace tiempo que no hay precios en muchos sectores de la economía, entre ellos la industria del turismo. Allí, hay empresarios prefieren esperar las primeras medidas del nuevo Gobierno antes de tomar reservas, otros publican las tarifas en dólares, y los que se animan a darlas en pesos avisan que habrá aumentos.
Un hotelero en Villa del Totoral, en el norte de la provincia de Córdoba, sólo accede a tomar una seña del 10% para reservar una habitación en enero. "Puede haber posibles aumentos. Dependerá de cómo se mueva el dólar", contesta. Ante la pregunta de si se puede saldar todo ahora, se niega, a menos que aparezca la tan ansiada divisa estadounidense: "La única forma de congelar es con dólar billete".
De la forma más práctica y menos teórica posible, la dolarización crece en los corazones y las mentes de los agentes de la economía, que hace tiempo que no utilizan al peso como refugio de valor ni unidad de cuenta. No se trata de un triunfo simbólico de las propuestas de Milei, sino de la mala praxis económica del gobierno de Alberto Fernández, que no ordenó la macroeconomía, erosionó la moneda, y triplicó la inflación anual.
¿Vamos hacia un cambio de régimen cambiario? Nadie lo sabe salvo Milei y Caputo. Lo que sí todos tienen claro es este verano con el dólar se come, se cura, y se vacaciona.
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Y esto es todo por hoy. Gracias por acompañarnos y compartir este envío con tus contactos. Seguinos minuto a minuto en www.cronista.com con la cobertura especial de la asunción presidencial y todo lo que vendrá para nuestro país. Por acá nos reencontraremos en siete días. Que pases una buena semana.
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