A poco del inicio del verano, los alquileres en la costa, sufren las consecuencias de un año electoral. En Pinamar y Cariló la demanda está un 25% por debajo de igual periodo del año pasado. La esperanza: las contrataciones de último momento.
El escenario es complejo. Actualmente, los precios en la costa están prácticamente dolarizados con incrementos, en promedio, del 5% comparado al año pasado. A esto se suma que la oferta de casas en alquiler se redujo. Sucede que, muchos propietarios esperaron hasta el balotaje antes de poner su inmueble en alquiler.
La situación es alarmante. "Hoy le mandamos una carta a todos los propietarios para explicar la realidad que estamos atravesando. A la fecha, tenemos un 25% menos de reservas comparado a igual periodo del año pasado. Las elecciones frenaron la demanda. Tenemos consultas pero pocas definiciones. La mayoría quiere averiguar, pero piensa en definirlo recién en diciembre", dijo Silvia Melgarejo, dueña de Constructora del Bosque, principal inmobiliaria de Cariló
Esta semana comenzó a activarse la demanda aunque, por ahora muy lentamente. "Esperamos que las decisiones se tomen más cerca de la fecha de las vacaciones", explicaron los inmobiliarios de la costa.
En Cariló, una casa chica en la zona del Bosque con dos dormitorios para una familia tipo, cuesta, en promedio, u$s 2000 por quincena en el mes de enero. Una casa sobre el mar con cuatro dormitorios y pileta vale u$s 31.000 las primeras dos semanas de ese mismo mes.
"La demanda viene bien, pero estamos con números por debajo del año pasado producto de las elecciones", remarcó, Manuel Ladanaj, dueño de la inmobiliaria Robles Casas & Campos de Mar del Plata.
"Muchos propietarios están esperando diciembre para definir. Este año las decisiones se van a dar más sobre la fecha de las vacaciones", explicó el especialista.
Una casa de cuatro dormitorios y pileta en un barrio cerrado de Mar del Plata tiene un precio promedio que ronda entre los u$s 7500 por todo enero.