Agobiada por resultados acumulados negativos que, al 31 de octubre del año pasado, superaban los $ 2500 millones, Vorterix, la empresa de medios de Mario Pergolini, pidió su concurso preventivo ante la Justicia Comercial. Con un pasivo de corto plazo que, hasta fines de 2024, rozaba los $ 1107,5 millones, en su presentación, reconoce un acreedor principal: la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), a la que declara deberle más de $ 645,25 millones, principalmente, en aportes sociales y contribuciones patronales ($ 404,3 millones).
La noticia trasciende días antes de la vuelta de Pergolini a la televisión abierta con un programa propio: "Otro día perdido", que comenzará a emitirse en junio por Canal 13.
"El concurso preventivo se inicia debido a los graves daños originados por los efectos de la pandemia, deudas fiscales y créditos laborales", explicó Jorge Scharger, abogado de Pergolini, ante la consulta de El Cronista.
"De hecho, la decisión de la presentación de la empresa en concurso preventivo (todas las empresas de medios están y/o estuvieron concursadas) es un remedio legal por el cual buscamos sanear la empresa, ya que, por los mencionados problemas fiscales, ARCA embarga cuentas e inicia ejecuciones fiscales continuamente", amplió.
A eso, agregó, se suman los créditos laborales, "cuyas liquidaciones son exorbitantes y abusivas". Ejemplificó con un juicio laboral: hoy en Corte por un recurso extraordinario que pidió la empresa, su liquidación arroja $ 280 millones, destacó.
"En síntesis, lo que se busca es que la empresa sea saneada y pueda operar libremente, para que se pueda desarrollar y seguir creciendo y dando trabajo a muchas familias", completó el abogado.
¿Cuál es?
De los $ 645,25 millones que Vorterix le debe a ARCA, $ 41,2 millones son por Ganancias, $ 281,11 millones por IVA, $ 121,6 millones de aportes sociales y $ 183,28 millones por contribuciones. La ex AFIP representa más del 95% del monto de deudas declarado en la lista de acreedores llevada al tribunal. El resto son pasivos comerciales y laborales.
El concurso, vale aclarar, es de la empresa cuya actividad principal es la transmisión y retransmisión de radio, y la secundaria, brindar servicios de comunicación vía Internet. No incluye la firma que explota El Teatro -Dijay, con la que tiene un contrato firmado a cambio de segundos de publicidad y difusión de los shows-, ni la productora en la que terceriza los contenidos artísticos de la emisora: RQM, en cuyo directorio está Enrique Prosen, histórico colaborador de Pergolini.
Después de un cuarto de siglo en la Rock & Pop, Pergolini fundó Vorterix a fines de 2011, con la idea de desarrollar una radio que, además de la transmisión por FM, se pudiera ver a través de un canal de streaming por Internet. Concepto que, como destacó la empresa en el inicio de su demanda, era revolucionario y anticipado, por lo menos, una década a lo que se ve hoy en el ecosistema de medios. Pero, en su momento, esa innovación provocó un trabajo "arduo y tedioso" para conseguir inversores, que no terminaban de entenderlo, describió. Aun así, el proyecto se puso en marcha.
Maldición, va a ser un día hermoso...
Aunque Vorterix tuvo problemas financieros antes -en 2019 perdió $ 2,5 millones-, la empresa cita a la pandemia como una de las grandes causas que la llevaron a su crisis financiera, debido al derrumbe de pauta publicitaria (privada y oficial, tanto de Nación como provincias) que significó, en especial, entre abril de 2020 y mediados de 2022.
"Con ingresos prácticamente en cero durante más de 18 meses, resulta imposible mantener una infraestructura de costos fijos. A partir de ese momento, los problemas y las complicaciones se multiplicaron, la carga impositiva se volvió insostenible y los conflictos laborales con cifras irrisorias en sus liquidaciones formaron un combo explosivo y más aún para una empresa chica", reseñó el escrito de su pedido de amparo judicial, firmado por su presidente, Martín Morales Groschopp, y presentado en el Juzgado Comercial 7, Secretaría 14.
"La pandemia y el cambio de paradigma mundial nos empujaron al abismo en materia económica y financiera, debiendo tomar préstamos y endeudarnos fiscalmente hasta el punto de que se hace imposible continuar sin acudir al remedio de la presentación concursal", argumentó.
Vorterix fija como fecha de su cesación de pagos el 22 de mayo de 2022, cuando suscribió un convenio con la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif), con la que acordó judicialmente el pago de $ 5,5 millones. Vorterix, que había perdido $ 2,97 millones en 2020, acumuló resultados negativos por $ 465,7 millones al 31 de diciembre de 2022, superiores a los $ 301,7 millones de su activo en ese momento.
Por eso, en abril de 2023, su directorio decidió recurrir al concurso preventivo, resolución que se ratificó en la asamblea general de accionistas del 13 de junio de ese año.
Ahí, hubo cortocircuitos entre sus socios. Si bien el acta dice que la decisión de entrar en concurso se ratificó "por unanimidad", en realidad, fue por el voto de Pergolini, dueño del 85,15%. El otro 14,85% es de South Media Investment, empresa de Cristóbal López y Fabián De Sousa, que consideró que no estaban dadas las condiciones que exige la Ley para eso. Además, su representante, Juan Ignacio Recio, reclamó explicaciones que le resultaron "insuficientes".
South Media entró al capital de Vorterix en junio de 2016, con el 50%. En abril de 2017, Pergolini tomó un préstamo de u$s 550.000, con el que, al tipo de cambio de ese momento, inyectó $ 8,4 millones en la empresa. "Fue imprescindible para saldar deudas con la AFIP, la ANSeS y encarar el plan de saneamiento, reorganización y reinversión en curso", se lee en las actas anexadas al expediente. Esa inyección, se agrega, "evitó la acumulación de intereses, frenó embargos, juicios laborales y le permitió a la empresa desarrollar varios proyectos".
Sin embargo, para agosto de 2019, debido al salto que había dado el dólar, sólo se había podido pagar la primera cuota, se adeudaban 26 y quedaban 10 por vencer. "La sociedad está en mora y, claramente, sería imposible si tuviera que devolver la totalidad del préstamos", se consignó por escrito. Fue en ese momento que Pergolini convirtió su acreencia en capital y diluyó la participación de South Media.
Caiga quien caiga
En su último balance anual completo, al 31 de diciembre de 2023, Vorterix registró ventas netas por $ 601,14 millones y perdió $ 67,7 millones. En 10 meses de 2024 -corte que se hizo para la presentación del concurso, dado que el balance anual no había sido hecho-, sus ingresos superaron los $ 676,4 millones. Tuvo una ganancia de $ 638,5 millones gracias a un resultado financiero positivo de $ 445,12 millones, principalmente, por efectos cambiarios. Un año antes, sin eso, había perdido $ 238,4 millones, tras facturar $ 901,24 millones. Las cifras de 2023 están reexpresadas a valores de 2024. En diciembre del año pasado, además, Pergolini dio por terminado su ciclo diario ("Maldición, va a ser un día hermoso") y anunció que la radio dejaría de emitirse a través del dial de FM (92.1 mhz)para pasar a ser 100% online.
"Listo: ya le puse fecha. ¿Eso querían?", preguntó al aire. "El martes 30 (de diciembre) es el último día que transmitimos en vivo", agregó, al tiempo que simulaba la explosión de una bomba con sus manos. "¡Basta, a la mierda! La radio está muerta", sentenció. "Cuanta más potencia, más consumo de luz. Y no estamos dispuestos a asumir esos costos opresivos", justificó.
La discrepancia con South Media persiste y la decisión de recurrir al concurso sería sólo un detonador. El 5 de mayo de este año, se hizo una asamblea de accionistas nueva. El juez del concurso, Fernando D'Alessandro, había pedido que la decisión de entrar en convocatoria de acreedores volviera a ser ratificada, dado que pasaron dos años desde la aprobación de esa decisión.
El representante de South Media, Recio, recordó que aquella vez había votado en contra e impugnado judicialmente esa decisión, "toda vez que no se puso a disposición la información necesaria para analizar las causas de la cesión de pagos, la composición del pasivo y la estrategia que pretende llevar adelante el directorio". Agregó que todavía faltaba aprobar el balance de 2022.
"Sin embargo, el concurso preventivo no fue presentado sino hasta el 25 de marzo de 2025, esto es, casi dos años después. No se ha dado una explicación satisfactoria a los motivos por los cuales, en junio de 2023, el directorio consideró que la sociedad estaba en cesación de pagos y demoró casi dos años en su presentación, incumpliendo la decisión de la asamblea", alegó.
"Si la sociedad estaba efectivamente en cesación de pagos, el directorio debió proceder a la presentación concursal porque, de lo contrario, estaría agravando la situación de la empresa y comprometiendo su responsabilidad personal -continuó-. Esta situación evidencia que la cesación de pagos invocada en dicha oportunidad no era real, porque, de lo contrario, la sociedad no podría haber continuado operando".
El hombre de López y De Sousa también reclamó porque se presentaron ante el juez los balances 2022 y 2023, sin haber sido aprobados por la asamblea de accionistas. Exigió que se convoque al tratamiento del balance de 2024.
"Ya llevamos tres ejercicios acumulados sin balances presentados ni aprobados. No se ha informado debidamente a los accionistas de la situación de la empresa, dada la ausencia de presentación de balances, ni se advierte comprobada la efectiva eficiencia del estado de cesación de pagos que se invoca. Por todo ello, mociono para que se desapruebe la ratificación de la presentación en concurso preventivo de la sociedad y que se disponga la remoción con causa del presidente, Martín Morales Groschopp, y el inicio de acción social de responsabilidad en su contra", completó.
Sin embargo, otra vez, sometida a votación, Pergolini votó por la afirmativa. "Por lo que la moción (la presentación en concurso) resulta aprobada por mayoría", se lee en el acta.



