Vende maquinaria y camiones a las principales mineras y acaba de inaugurar su segunda megaplanta para abastecerlas

La empresa cordobesa Econovo, una de las líderes en fabricación nacional de productos de higiene urbana, apuesta fuerte ahora también por la minería. Acaba de inaugurar una nueva planta de producción de maquinaria en Berazategui, con una inversión de u$s 6 millones, y ya exporta a Estados Unidos.  

Oscar Scorza, presidente de Econovo, explicó que la fábrica se desarrolló en un predio de más de 2 hectáreas con un acceso estratégico de Berazategui, a metros de la autopista Buenos Aires La Plata. Generó más de 200 puestos de trabajo directo.

"La nueva planta es una apuesta a estar más próximo a los clientes de Buenos Aires y América ya que estamos exportando a EEUU. Esta fábrica con tecnología de punta nos permite aumentar la producción de nuestra planta de Córdoba", dijo Scorza. 

"Seguimos pensando que Argentina seguirá creciendo, seguimos apostando a crear y nuevos productos de minería y petróleo", agregó el ejecutivo que agregó que el nuevo predio en Berazategui también va a brindar servicio de posventa y será un punto de venta de toda la gama de los productos de Econovo y Econovo Agrovial. 

Econovo exporta camiones recolectores de basura, equipos de higiene urbana y equipo agroindustrial a la mayoría de los países de Sudamérica, además de Estados Unidos. Según Scorza, los tiempos para la importación de piezas son demasiado largos (40 días) y "más allá de las trabas para importar es siempre mucho tiempo, por lo que el objetivo es fabricar acá todo lo posible para abastecer el mercado".

En el mercado local, comenzó a abastecer de maquinarias viales, camiones de 90 toneladas y tanque roll off a los proyectos mineros más importantes del país como Veladero (de oro en San Juan), Josemaría (el mega emprendimiento de cobre en construcción) y también en proyectos de litio como en Tres Quebradas y Salar del Hombre Muerto. 

Econovo es una empresa familiar cordobesa, de Oncativo, que nació a partir de una venta de la participación accionaria de Oscar Scorza en la firma Luis JD Scorza y Cia en 2003. Comenzó en una oficina de no más de 100 m2 cubiertos, donde la fabricación era 100% tercierizada.