HABR 102 RECALADAS Y 300.000 VIAJEROS, LEJOS DEL RÉCORD DE 510.000 TURISTAS DEL VERANO 2012/2013

Sigue sin reactivarse el sector de cruceros: esperan menos arribos y pasajeros para esta temporada

La devaluación en países vecinos; la previsión de menor demanda local dos años atrás, cuando se planifican las rutas, y el alto costo para operar impulsan la baja

El mercado de cruceros no logra recuperar los pasajeros perdidos en los dos últimos años. La devaluación de la monedas de países vecinos, que quita pasajeros regionales; la menor demanda local prevista en un negocio que se planifica con dos años de anticipación y los altos costos para operar en el puerto porteño impulsan una baja en la próxima temporada.


Se prevé que entre fines de octubre y principios de abril se concreten 102 recaladas de buques en el puerto de Buenos Aires, un 8,1% menos que la temporada pasada, con 303.000 pasajeros a bordo, un 7,9% menos que el verano previo, pero la caída trepa al 40% frente al récord de 2012/2013, según datos de la Administración General de Puertos (AGP). Pero crecerá la cantidad de cruceros: se esperan 33 buques, un 6% más.


"Una mayor cantidad de buques moderará la caída de pasajeros que venía registrándose en temporadas anteriores. Si bien las recaladas serán menores, denotando un cambio en la diagramación de las rutas de los cruceros, la mayor cantidad de buques arribados (un 6% más) estimulará la llegada de cruceristas. Y si bien la ciudad perdió cierta presencia dentro de cada ruta, sigue figurando inexorablemente como escala", dijo Fernando de Andreis, presidente del Ente de Turismo porteño.


A pesar de que las expectativas no son muy alentadoras, al menos este año se reducirá la amplitud de la caída, ya que en la temporada 2014/2015 la baja había sido de 30% en recaladas, 32% en pasajeros y 14% en número de barcos, según la AGP.


Desde las empresas de cruceros que realizan viajes regionales, con escala en la ciudad, comentaron que las ventas actuales no son tan malas si se comparan con 2014, un año muy bajo para todo el sector turístico.
"La venta crece contra el año pasado, más que nada porque se nota una anticipación a la hora de comprar. Pero se compara con 2014, cuando la venta de viajes al exterior había caído un 40% en el primer semestre. Este año será mejor que 2014, pero en un mercado más chico, que no alcanzará a los años anteriores, previos a la caída", explicó Carlos Nuñez, director general de Costa Cruceros para la región. "Vamos a operar con dos barcos, igual que el año pasado, pero en los mejores momentos, como en 2012/2013, cuando el sector llegó a 510.800 pasajeros, traíamos cuatro barcos" comentó Nuñez.


En MSC Cruceros coinciden con las expectativas. "Tuvimos una muy buena preventa, ayudada por las ofertas y cuotas y por el temor a que el peso se devalúe. Hubo mucha antelación. Pero nuestra oferta se redujo un 20% frente a la temporada pasada en capacidad de pasajeros. Pasamos de 15 salidas desde Buenos Aires a 12 este verano. Para recuperar los mejores años falta mucho, al menos dos o tres años más", explicó Javier Massignani, director comercial de MSC Cruceros Argentina.


Los factores que empujan la caída son varios. "Somos como una línea aérea, en el sentido que aportamos tanto al turismo emisivo como al receptivo. En otros años, llegaban muchos extranjeros porque el tipo de cambio los favorecía. Pero ahora por el deterioro en la región y las devaluaciones hay menor capacidad de compra. El brasileño piensa en reales y su moneda vale mucho menos; también perdieron valor el peso uruguayo y el chileno", explicó Nuñez.


Pero además afecta, dicen las empresas, el alto costo para operar en Buenos Aires, que las desalienta a traer más barcos a la región. "También inciden los altos costos operativos del puerto; la industria de cruceros está penalizada, se le cobra por un dragado de canal que no usa, porque no necesita tanto dragado como los buques de carga, más allá de que contribuyen a la economía de la ciudad, por traer turistas", dijo Nuñez.


Massignani, de MSC Cruceros, coincide. "La rentabilidad es fundamental, no se puede ingresar con barcos más grandes. El costo portuario es muy alto y compartimos un canal por donde pasan buques de carga, sin tener prioridad. Una recalada de un barco de 3.000 pasajeros cuesta u$s 500.000; recalar el mismo barco en Venecia sale la mitad, u$s 250.000, y en Barcelona u$s 180.000, teniendo en cuenta la hidrovía más los costos de embarque y desembarque, todo. Mientras no haya otra política de costos e infraestructura va a ser difícil que se pueda volver al récord de años previos", advirtió.


Pero el alto costo no es solo privativo de Buenos Aires. "La región es en general costosa para operar. Por un lado el producto es muy tentador, hay muy lindas playas y ciudades en Sudamérica. Vienen los barcos del Mediterráneo por tres meses, en contratemporada. Pero hacer un crucero de 7 u 8 días en la región (la Argentina, Uruguay y Brasil) cuesta el doble que uno similar en el Mediterráneo y el triple que en el Caribe, que tiene más infraestructura y fomentan la llegada de turistas por tratarse de islas", explicó Nuñez.

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