

Juan Carlos Begue es mendocino pero encontró su lugar en el mundo en Ushuaia. Cuando llegó junto a su mujer hace 43 años, la ciudad tenía 5.000 habitantes. Hoy, cuenta con 70.000, un puerto de cruceros y, a 26 kilómetros de la ciudad y a más de mil metros sobre el nivel del mar, Cerro Castor, el centro de skí más austral del mundo.
Begue fue quien lo pensó e imaginó en los 80 y quien desde 1999 cuenta con la concesión para su operación.
Ubicado en los confines del país, tenía en la falta de conexiones aéreas su mayor freno para el crecimiento. Hoy, hay vuelos diarios y Bague dice que ese problema desapareció pero surgió otro que afecta a todo el sector: la suba de los costos y la imposibilidad de importar maquinaria sin arancel, lo que hace que que los centros de ski argentinos pierdan competitividad frente a la principal competencia que es Chile.
¿Qué esperan para esta temporada?
Este es un negocio netamente estacional y dependemos mucho de la climatología que es un factor que uno no lo maneja y que es muy difícil de predecir. Lo que sí, esperemos tener una temporada general de nieve que sea razonable, que se pueda trabajar entre 90 y 100 días.
¿Para que sea económicamente factible son necesarios 100 días?
Más que económico es operativo para que funcione por lo menos desde el 1 de julio al 30 de septiembre ya que Cerro Castor abre la temporada el viernes 26 de junio. Con 100 días de nieve estás muy bien. Nosotros tenemos un promedio de 105/108 días.
¿Teniendo buen clima qué factor los puede afectar?
El tema económico en general afecta al sector. Esperamos que el publico local responda, pero hay una realidad, los costos internos subieron bastante y la moneda no se movió mucho. El problema es que en julio, que es el público más familiar, la gente saque cuentas y se vayan a Miami, El Caribe o Brasil. Agosto y septiembre se van a mover porque es otro público, pero esto afecta a las vacaciones de invierno.
¿Cuánto subieron los costos?
Aunque cada centro de ski tiene sus particularidades, subieron en un orden del 30% teniendo en cuenta el incremento de los insumos nacionales y las negociaciones paritarias con Comercio y Utedyc, que son los instructores de ski.
¿La conectividad aérea no es más un problema?
No, las conexiones están aseguradas porque Aerolíneas Argentinas y Lan aumentaron su frecuencia. La mayor preocupación es el clima y los costos.
¿Qué le falta a los centros de ski locales para compararse con los de Europa y EE.UU.?
Principalmente volumen. Hay que pensar que en Europa, por ejemplo, está todo mucho más cerca y esto se refleja en los tickets diarios. Por ejemplo, un centro de ski en Francia vende 2.2 millones por día, mientras que todos los centros de ski de la Argentina vendemos 1.5 millones como mucho.
Pero se podrían importa ideas y tecnología para mejorar
Ese es otro problema. En América latina hay 400 millones de habitantes a quienes tenemos que tentar con la nieve. Nuestro principal competidor es Chile y perdemos competitividad porque acá los equipos de montaña pagan derechos y ahí tienen 0 de arancel. Liberar esto sería muy beneficioso para el sector. Sería más competitivo, y nos ayudaría a seducir una mayor cantidad de visitantes.
¿La importación del sector impacta fuerte sobre la balanza?
Casi no incide. Una máquina pisa pista tiene un costo de 350.000 euros; un medio de elevación dos millones de euros. Claramente no movemos la aguja. Entiendo que todos los sectores por separado deben decir lo mismo, pero les aseguro que en nuestro caso los beneficios serían mayores.
¿No se puede sustituir importación?
No hay volumen para tener producción local.
Ustedes, en la isla de Tierra del Fuego, no pagan derechos.
Nosotros no, pero el sector sí; y Chile no paga nada. Si tuviéramos esa facilidad, el sector tendría maquinaria más nueva que, por ejemplo, podría generar nieve y asegurar los 90 días.


