Más de 20.000 porteños se anotaron para ver la ciudad desde el Obelisco

Cada ciudad tiene su ícono. Y no hay dudas de que tanto para los porteños como para los que visitan Buenos Aires por primera vez, es imposible irse de esta tierra sin llevarse una instantánea del Obelisco. Construido como parte de la celebración de los 400 años de la fundación de Buenos Aires, fue inaugurado el 23 de mayo de 1936.

Y mañana, cuando cuando cumpla 81 años, demostrará una vez más la vigencia de su magnetismo: 21.000 personas se anotaron para tener la posibilidad de mirar el horizonte de la ciudad desde su minúscula ventana. Pero esa suerte no será para todos. Esta claro que su estrecho esqueleto no permite que semejante multitud cumpla su sueño. Por esa razón solo 81 vecinos seleccionados tendrán el privilegio de acceder a uno de los monumentos más promocionados de la Argentina

La actividad, que fue organizada por el área de Participación Ciudadana del gobierno porteño, suscitó mucho más interés que en 2016, año en el que solo se inscribieron para poder hacer esta visita unas 12.000 personas. Los seleccionados, junto con otros 81 suplentes, ascenderán los 206 escalones de a cinco por vez, en turnos que se sucederán entre las 7.30 y las 20.

El Obelisco estará ambientado con cintas de colores patrios y globos en la punta. Defensa Civil asistirá a los vecinos que participen de la actividad de un arnés de seguridad.

El monumento fue restaurado en agosto último a través de un trabajo que incluyó tareas de hidrolavado, limpieza, remoción y tres manos de pinturas especiales, una acción que demandó 380 litros de pintura. También se instalaron seis columnas y ocho proyectores LED para iluminar sus 67 metros de altura.

Para participar de este evento, los vecinos pudieron hacerlo a través de la página web del GCBA, así como por redes sociales como Facebook y Twitter. El interés que despertó en esta oportunidad fue el resultado de una acción más amplia, en el que se buscó la opinión ciudadana sobre 200 obras y proyectos. Uno de los que más se destacó fue la propuesta para extender el horario de funcionamiento de los subterráneos.

El Obelisco fue emplazado en el lugar en donde se erigía una Iglesia dedicada a San Nicolás de Bari, demolida para dar paso a la nueva obra. Su construcción fue encargada al arquitecto Alberto Prebisch, un modernista que fue responsable también de levantar el Teatro Gran Rex, sobre la avenida Corrientes. Su construcción, realizada por 157 obreros, demoró apenas 31 días. La terminación completa, dos meses.

 

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