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Una clásica Barbie cuesta lo mismo que la marca nacional Paloma. Una muñeca premium fabricada en la Argentina se consigue al mismo valor que la famosa Cry Baby, y los sets de Lego igualan en precio a las opciones locales si se compran a través de plataformas de venta online.

La apertura de las importaciones generó un cambio rotundo en el sector. Muchos jugueteros se transformaron en importadores y comenzaron a ofrecer una amplia variedad de productos internacionales con las últimas tendencias. Lo llamativo: los precios ya se equiparan con los de producción nacional.

"La Barbie pasó de moda y, a nivel mundial, su demanda cayó significativamente. Hoy hay tres importadores de Mattel, lo que genera más stock y precios más competitivos. Con los Legos pasa algo similar: hay mayor oferta", explicó Matías Furio, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ).

También señaló que "hay una fuerte guerra de precios. En muchos casos, los importadores traen productos en liquidación, lo que impacta en el valor final".

Según datos de la CAIJ, actualmente hay más de 500 nuevos importadores, lo que genera una competencia muy fuerte en el mercado y jugueterías abarrotadas de productos de cara a la fecha más importante para el sector.

Precios comparados

Mientras una Cry Baby cuesta en promedio $ 75.000, una muñeca de primera línea producida en el país -como las de la marca Casita de Muñecas- se consigue al mismo precio.

La clásica Barbie a precios competitivos
La clásica Barbie a precios competitivos

La Barbie clásica (sin accesorios) tiene un valor promedio de $ 17.000. La Paloma, de similares características y fabricación nacional, se consigue por $ 16.000. En el caso de los bloques, un set de Lego de 150 piezas cuesta $ 24.000, mientras que la marca argentina Rasti ofrece una opción similar por $ 21.000.

"Está muy bien que tengamos más productos en las góndolas. Sabíamos que esto iba a pasar. Tenemos maquinaria de última generación, estamos preparados para competir con los importados y ofrecer un excelente producto", agregó Furio.

Sin embargo, advirtió: "Lo nacional sigue siendo más económico, pero las jugueterías -al ser importadoras- aplican descuentos en productos del exterior para atraer clientes. Eso no ocurre con los nacionales porque tenemos problemas con los proveedores".

Furio también aclaró que los productos nacionales "no tienen incrementos desde hace por lo menos un año y medio". En cambio, los importados, que habían alcanzado precios altos por la falta de stock, hoy bajaron hasta un 50%. Una Barbie que costaba $ 30.000 el año pasado, ahora se consigue por $ 17.000.

Expectativas para el Día del Niño

Las proyecciones para el Día del Niño son moderadas. "Existe la posibilidad de igualar o mejorar levemente las ventas de 2024 si se recupera el consumo en agosto", anticipó Furio.

Según la CAIJ, las ventas online muestran un incremento del 30% en comparación con el año pasado, aunque ese canal representa apenas el 20% del total.

"La industria apuesta a la sinergia entre acciones como la Noche de las Jugueterías, promociones y campañas de concientización sobre el juego seguro para incrementar moderadamente las ventas y recuperar parte del terreno perdido", concluyó.