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Los argentinos destinaron en junio un 1,09% de su salario para el pago de las tarifas eléctricas. El porcentaje es poco más de un tercio del registrado en junio de 1996, pero unas ocho veces más que el 0,14% de noviembre y diciembre de 2015, según reveló un estudio realizado por el Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa.
El informe analizó la evolución del precio de venta final de la energía eléctrica para los hogares de la ciudad de Buenos Aires. Para ello utilizó como unidad de medida la relación entre una canasta de consumo mensual de 250 kWh y el salario promedio del sector privado registrado durante el período que va de enero de 1996 hasta junio pasado.
La canasta utilizada, explica el documento, representa el consumo promedio de una familia representativa y se ubica en la categoría R2, con un rango de consumo entre 151 kWh y 325 kWh. A partir de esto, se pueden obtener los cuadros tarifarios de Edenor y Edesur para el período analizado. En tanto, para el análisis se tomaron los salarios y las canastas de consumo eléctrico medidas en pesos argentinos y sus variaciones a lo largo del tiempo.
Camino descendente
El documento destaca que entre enero de 1996 y diciembre de 2001, el gasto de electricidad como proporción del salario mostró una baja volatilidad, con un valor promedio de 2,69%. Este fue el período en el que se destinó una mayor porción de los ingresos al pago de la tarifa eléctrica en toda la serie analizada.
"Entre 2002 y 2015 se observa que gradualmente la proporción del salario en consumo eléctrico fue disminuyendo con el paso del tiempo, en donde el porcentaje promedio fue de 1,03%, variando de 2,66% en junio de 2002 a 0,14% en noviembre y diciembre de 2015. Durante este período se observan incrementos en las remuneraciones considerablemente superiores a los que hubo en las tarifas. Mientras que los primeros variaron en más de 2600%, las tarifas lo hicieron en 123%", agrega el informe.
Entre 2016 y 2019 los salarios aumentaron en menor medida que el costo de la canasta de consumo eléctrico. En tanto que a partir de enero de 2020 se apreció una nueva tendencia a la baja desde el 1,62% inicial hasta el 1,04%, con una incidencia promedio de 1,21%.
En dólares
El informe analizó, además, el costo en dólares de la misma canasta durante el período estudiado. El valor máximo de la canasta de 250 kWh mensual se observó en febrero de 2018, con u$s 27,16, mientras que el mínimo, de u$s 2,09, se halló en diciembre de 2015. El promedio de la serie fue de u$s 12,92. Todos estos valores, aclara el documento, son los precios en dólares estadounidenses de cada momento, pero sin tener en cuenta la desvalorización de la divisa a lo largo del período analizado.
"A finales de 2017 y hasta principios del 2020, las tarifas retoman los valores en dólares del período entre 1996 y diciembre de 2001. Este fenómeno se dio por el aumento en las tarifas de electricidad y la gran variabilidad que se percibe en el gráfico fue provocada por los continuos aumentos en el tipo de cambio. Entonces, resulta interesante destacar que: los valores de la canasta medida en dólares observadas durante el período enero 1996 a diciembre de 2001 y enero de 2016 a diciembre de 2019 son considerablemente similares, especialmente en los precios máximos", agrega.
Comparación regional
En cuanto a la comparación con otros países de la región, se observó que de 21 naciones de América latina, ordenado según el precio en dólares por kWh para consumo eléctrico, en orden ascendente, la Argentina se encuentra en la quinta posición, es decir, entre los países donde el precio de kWh para consumo hogareño es menor.
Para hacer este análisis se tomó una canasta de 125 kWh, que si bien no encuadra con la canasta usada en el resto del documento, es la más accesible para comparar distintos países. Los datos se obtuvieron del informe para el año 2019 de BNamericas con datos de Osinergmin.



