Juan Manuel Fangio es un emblema de muchas cosas. Pero, particularmente, de dos. De la República Argentina y de Mercedes-Benz, empresa con la que ganó dos de sus tres campeonatos del mundo de Fórmula 1 y cuya filial local, además, presidió durante décadas. Por eso, resultó casi lógico que su casa, el Museo Fangio de Balcarce, la cuna del Quíntuple, fuera el lugar elegido para el primer lanzamiento de la marca alemana luego de la venta de su operación en el país a la nacional Open Cars, que renombró a la ex Mercedes-Benz Argentina como Prestige Auto.
"Es un honor conectarnos con el legado de Juan Manuel Fangio, tan ligado a la marca. Es un momento iniciático para todos los que estamos acá", definió Alfonso Prat-Gay, integrante del grupo de accionistas que formó Pablo Peralta, presidente y fundador del grupo de Servicios y Transacciones (GST). "Es un lanzamiento de dos modelos. Pero también lo es de un grupo de trabajo que viene a aportar su capacidad, su capital y su audacia. En eso estamos: para levantar la marca, vender más autos y producir más Sprinters", arengó, parado sobre el estrado junto a "Juanmanuelito" Fangio, sobrino del cinco veces campeón del mundo.
"Prestige nace para continuar con el legado de casi 75 años de Mercedes-Benz en la Argentina", dijo, a su turno, Daniel Herrero, ex CEO de Toyota, hoy al volante de esta nueva aventura automotriz. Citó una de las máximas de Fangio: "Hay que tratar de ser el mejor pero nunca creerse que uno es el mejor. Esa es la filosofía de Prestige".
"La idea es incrementar volúmenes de producción en la planta y en las exportaciones. Vamos a anunciar proyectos nuevos", anticipó sobre el escenario, con la estrella de Mercedes-Benz de un lado y la bandera argentina del otro.
Luego, en dialogo con El Cronista, el debutante piloto de Prestige explicó su plan para esa carrera, que implica un desembolso de u$s 100 millones para incrementar -y mejorar- los niveles de producción de las 14.000 unidades que la planta de Virrey del Pino proyectó para este año, primero, a 16.000 antes de diciembre y, de ahí, fijarse 20.000 como el número a alcanzar en 2026. Para eso, será vital el aumento de exportaciones y no sólo al resto de América latina: Prestige ya le pidió a Alemania que le asigne Nigeria como destino para la Sprinter fabricada en la Argentina, puerta que abriría el norte de África como mercado más amplio.
"Pedí Nigeria como destino de exportación. Va a pasar mucho tiempo para que llegue la electrificación allá. En 2030, además, cambia el modelo y tenemos la oportunidad de entrar ahí con el motor convencional. Podemos abastecer al mercado africano desde acá. Es una manera de ganar volumen", agregó.

Antes, Prestige trabajará en poner la planta en condiciones. "El plan, primero, es empezar a invertir en lo indispensable para mejorar la eficiencia de la planta y volver a generarle competitividad vía un mayor volumen", explicó Herrero a este cronista. "Al ser una compañía privada, tenemos la flexibilidad de poder atender a todos los distribuidores de América latina y de hacer trajes a medida con los pedidos específicos de cada mercado, tanto en carrocerías como equipamientos y motorizaciones", agregó.
En ese sentido, los primeros proyectos, mencionó, es hacer en planta las conversiones que permitan incrementar volumen: versiones motor home, ambulancias y furgones de frío, inicialmente. "Siempre, sobre la base de Sprinter", aclaró.
Los u$s 100 millones que se invertirán, precisó, son para cambios tecnológicos y afrontar los desembolsos necesarios para estos nuevos proyectos, con los que Herrero apuesta a llegar a las 90 unidades diarias de producción. Se financiarán 100% con equity de los accionistas.
"Sumado a eso, el plan es incrementar el volumen de autos importados para atender a las necesidades de los clientes, entendiendo que la Argentina, durante mucho tiempo, no tuvo crédito. Hoy, estamos en la puerta de volver a tener crédito más barato o de tener leasing. Todo eso ayudará a cumplir con una demanda insatisfecha desde el punto de vista de transporte, de autos. Ahí, podemos hacer volumen", agregó.
El plan original era que la marca de la estrella vendiera 1400 automóviles -es decir, coches para pasajeros; no vehículos comerciales- este año. "Vamos a ver si podemos llegar a las 2500. Para mí, en un mercado de 650.000 unidades, Mercedes-Benz debería estar vendiendo por arriba de las 3000 unidades", observó Herrero.
El año pasado, con toda su gama -autos y comerciales livianos-, la alemana rozó los 5900 patentamientos, un 18% menos que en 2023, según la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara). Más de 4400 fueron de Sprinter. En cinco meses de 2025, la marca creció 47%, a 2787 unidades. Su utilitario estrella registró 1874, un 33% más que entre enero y mayo de 2024.
Por lo pronto, Prestige ya puso primera con dos lanzamientos. Por un lado, la van Vito, en versiones Tourer, con capacidad de nueve pasajeros más un conductor, y mixto (cuatro más uno). Ambas, con motor diésel. Producida en Vitoria, España, el precio sugerido al público de Tourer es de u$s 80.000 (con IVA). El de mixto, u$s 64.436.

El segundo lanzamiento es el sedán CLA. Con motor a nafta de 1332 centímetros cúbicos y cuatro cilindros en línea, entrega una potencia de 163 caballos. Importado de Hungría, alcanza una velocidad máxima de 229 kilómetros por hora y acelera de 0 a 100 en 8,4 segundos. Su precio sugerido al público es de u$s 63.500.



