

El camino económico de la Argentina en los últimos meses refleja un patrón recurrente: la refinanciación de deuda. "El mercado reaccionó y la lectura es que la Argentina estaba volviendo a hacer lo que hizo siempre: refinanciar su deuda", resumió el economista Fernando Marengo en la CFO Summit.
Según el especialista, hubo tres momentos que marcaron la trayectoria reciente. El primero ocurrió en abril, con el cambio del crawling peg a una banda ancha. "El gobierno intentó mantener el tipo de cambio relativamente estable, mostrando buenos datos de inflación, pero de manera indirecta, ineficiente y costosa: sacando la plaza de pesos, dejando que suban las tasas e interviniendo en el mercado de futuros", explicó. La medida funcionó un tiempo, pero el costo se reflejó en la actividad económica, que tocó un máximo y luego cayó fuertemente.
El segundo evento clave fue la cancelación de las LEFI. "El impacto objetivo fue que, de un día para otro, la base monetaria creció 30%", señaló Marengo. Esto impulsó a los argentinos a comprar dólares, presionando al alza el tipo de cambio.
A estos factores se sumó la incertidumbre electoral y las tensiones en el Congreso, sobre todo en torno al superávit fiscal, que Marengo consideró el tercer elemento que aceleró la lectura del mercado. La combinación de estos eventos condujo a una dinámica conocida: volver a refinanciar deuda para sostener las cuentas y la estabilidad macroeconómica.