Metrotel, la empresa de telecomunicaciones para el segmento corporativo, apuesta a un nuevo modelo de negocios que es tendencia en la región. La firma argentina, que fue comprada en 2017 por los fondos Riverwood y Blackstone, este año invertirá u$s 27 millones en su negocio de infraestructura compartida.

La nueva unidad de la empresa ofrece, como jugador neutro o agnóstico, que los operadores de telecomunicaciones, grandes o chicos, se suban a su red de fibra para llevar el servicio a los hogares. De esta forma, Metrotel no entra directamente en el negocio residencial -hoy muy regulado-, sino que se asocia con los players que compiten en el segmento.

"La infraestructura compartida es un tendencia que crece en la región y evita superponer redes, además de inversiones de despliegue y de mantenimiento. Además, es fundamental para el despliegue del 5G", explicó Sebastián Bardengo, CEO de Metrotel desde principio de año. "Está todo por hacer", aseguró el número uno, quien antes de sumarse al equipo de Metrotel, trabajó en el Grupo Clarín -los últimos cuatro años como responsable de Cablevisión Holding.

Sebastián Bardengo, CEO de Metrotel desde enero de este año
Sebastián Bardengo, CEO de Metrotel desde enero de este año

En este nuevo segmento, específicamente, la empresa llega hoy a 300.000 hogares en CABA y AMBA con socios como Movistar, DirecTv e Iplan y espera terminar el año con 400.000. "Es un cambio fuerte para la industria que implica, al operador que se suba, estar abierto a mayor competencia", reconoció Bardengo. "Antes el activo estratégico era la red, ahora se está comprendiendo que es el servicio", sumó el ejecutivo con años en el sector. Y cerró el concepto: "Que el despliegue lo haga un operador neutral significa que no es enemigo de nadie, sino aliado de todos".

Antes el activo estratégico era la red, ahora se está comprendiendo que es el servicio

De hecho, Telefónica, que en la Argentina se subió a la red de Metrotel, prefirió en otros países de América latina -Brasil, Colombia, Chile y Perú- hacer un spin off del negocio de su red, y con diferentes socios convertirse en operador neutral.

En el caso de Metrotel, la nueva apuesta recién empieza; hoy el 98% de sus ventas aún provienen de su negocio tradicional. Sin embargo, el nuevo CEO está convencido del gran potencial de la infraestructura compartida que permitirá la masificación de la fibra aunque, la velocidad del proceso, dependerá de varios factores: "hoy estamos en pleno proceso de evangelización de este modelo, pero además el repago, que es a largo plazo, depende del abono que paga la gente que hoy, en dólares, es un 30%, 40%, en promedio, menos que en la región", detalla Bardengo.

De todas formas, el despliegue que la firma haga como operador neutral a la vez les permitirá llegar a nuevas ciudades con su negocios B2B.

"Pasó con los servidores in house que migraron a la nube y con las antenas de cada operador que se transformó en el negocio de las torreras. No tiene porque no pasar lo mismo con la fibra", agregó Ángel Barros, gerente de Marketing y Comunicación de la firma.

Según el número uno de la empresa, ayudaría mucho al proceso que el Estado compartiera cierta infraestructura como la de compañías eléctricas, ferrocarriles o autopistas. También, para acelerar los tiempos de time to the market, haría falta un Ley Federal de Fibras, como la que se sancionó en Brasil.