Superada la crisis, llegó la resurrección. El principal fabricante europeo de motos deportivas de alto rendimiento KTM, que se había declarado en insolvencia en noviembre del año pasado, ya se recupera de la difícil situación financiera que lo llevó a redefinir su estrategia, renovar su oferta con modelos más rentables y hasta cambiar de dueños.
Actualmente en manos de la india Bajaj Auto -a la espera de la confirmación oficial de la fusión con Pierer Bajaj AG- la firma austríaca logró sanear su caja, reducir su inventario y normalizar la entrega de partes y productos terminados. Fue luego de la inyección de 800 millones de euros del gigante indio que KTM se reestructuró y empezó a focalizarse en modelos premium y de alta cilindrada.
Una vez superada esta situación, la marca proyecta recuperar la rentabilidad de la que gozaba en 2023 en un periodo no mayor a los tres años.
"Si bien atravesamos un contexto desafiante, KTM logró cerrar un primer semestre de 2025 con resultados que superaron nuestras propias proyecciones. Vendimos 100.391 motos a clientes finales y entregamos 50.286 unidades a concesionarios e importadores en todo el mundo", dijo Gottfried Neumeister, CEO de KTM, en una entrevista exclusiva con El Cronista. En la Argentina, la empresa está en manos de Grupo Simpa, representante también de Harley Davidson, Vespa, Husqvarna y Moto Morini, entre otras marcas internacionales.
Para diciembre del año pasado, momento en el que se declaró en quiebra, la compañía tenía una deuda de 3000 millones de euros, a lo que se sumaba un inventario de alrededor de 200.000 motos y 60.000 bicicletas sin vender. Según había precisado la empresa, el problema se originó años atrás, cuando la producción no se ajustaba a la demanda real del mercado. Es decir, producían más de lo que podían vender.
"Se decidió una reducción significativa de inventarios y la reactivación completa de nuestra cadena de suministro. Reanudamos la producción en las cuatro líneas principales de nuestras plantas de Mattighofen y Munderfing, inicialmente a máxima capacidad en un turno, con el retorno de la totalidad de los 1000 colaboradores de producción. Esto nos permitirá responder a la alta demanda internacional, incluyendo las marcas KTM, Husqvarna y Gas Gas", resaltó Neumeister.

No obstante, la reactivación llegó luego de una reducción en la línea de productos. "En esta etapa, nuestro foco productivo está puesto en la consolidada gama offroad, MX y enduro de competición", reveló el ejecutivo, al tiempo que explicó que la decisión se basó en el tamaño y potencial del público objetivo de cada modelo, la eliminación de superposiciones innecesarias dentro de la gama y la disminución de la complejidad operativa.
La incertidumbre acerca de la continuidad de la compañía hizo que la marca tambaleara en todos los mercados donde estaba presente, incluyendo la Argentina. "Fue un fin del año pasado complejo y un arranque también difícil. Ahora estamos con un renacimiento muy fuerte", reconoció Juan Carlos Más, gerente comercial de la división de rodados de Grupo Simpa, quien admitió que la crisis de KTM "afectó la entrega y disponibilidad de partes, así como algunos modelos que no tuvieron continuidad en las entregas".
Dado que el grupo tiene dos plantas productivas en la Argentina, una en Pilar y otra en Campana, cuenta también con un depósito local de insumos y motopartes. "Intentamos amortiguar esta falencia, pero el problema llegó al consumidor", reconoció Más.

Según datos de la Asociación de Concesionarios de la República Argentina, KTM patentó 2076 motos en lo que va del año, lo que le deja una participación de mercado del 0,9%. Sin embargo, para la segunda parte del año el ejecutivo adelantó que el grupo local que representa la firma proyecta duplicar esa performance.
"KTM está volviendo a sus raíces. Se está focalizando en los modelos premium en general, en offroad en particular y en motos de alta cilindrada y prestaciones", señaló Más, a la vez que anticipó: "Se vienen novedades en no más de dos meses. Vamos a presentar uno de los lanzamientos más relevantes que ha tenido la marca en los últimos años".
Según adelantó el empresario, se trata de la nueva línea de las Adventure 390, en sus versiones offroad, enduro y de calle. Los tres modelos,aseguró, sefabricarán en la Argentina para el mercado interno. Hasta el momento, el grupo no proyecta exportar estos vehículos.
"Pertenecen a un segmento que en el mercado argentino está en constante crecimiento, que es el más demandado ahora mismo por los consumidores", aseguró y sumó que se venderán con condiciones comerciales "imbatibles", lo que permite vislumbrar la incorporación de herramientas de financiación, indispensables para la adquisición de estos productos en el mercado local.
Exceso de inventario, reducción de la demanda, acreedores y crisis financiera
La crisis de KTM se desató en noviembre de 2024, cuando la compañía austríaca se declaró en insolvencia en su país de origen al acogerse a un procedimiento de reestructuración con autoadministración. Con una deuda estimada en 3000 millones de euros, un exceso de inventario y una demanda global en retroceso, la fabricante de motos deportivas enfrentó un escenario crítico que derivó en la suspensión parcial de la producción y en la reducción de personal.
En los meses siguientes, abrió su proceso judicial en el que se evaluaron distintas alternativas: hasta seis grupos mostraron interés en participar de un eventual rescate, entre ellos la alemanaBMW, aunque la propuesta no tuvo avances concretos. En paralelo, la empresa mantenía conversaciones con sus acreedores para evitar la liquidación definitiva.
El punto de inflexión llegó en febrero de 2025, cuando la justicia austríaca aprobó un plan de reestructuración que contemplaba el pago del 30% de las deudas -unos 548 millones de euros- antes de mayo. Ese esquema permitió estabilizar las operaciones y dio margen a la búsqueda de un socio estratégico dispuesto a aportar capital fresco.
A partir de marzo, KTM comenzó a reactivar parcialmente su producción en Mattighofen, su histórica sede en Austria, y garantizó la continuidad de sus programas deportivos, en particular su presencia en MotoGP, considerada una de las principales plataformas globales de posicionamiento para la marca. Juan Carlos Más aseguró también que la firma estará presente en el máximo evento deportivo del motociclismo que se realizará en Buenos Aires en 2027.
Finalmente, en mayo de este año, la india Bajaj Auto -socia histórica de KTM y uno de los mayores fabricantes de motos del mundo- concretó el rescate definitivo. Tras inyectar alrededor de 800 millones de euros entre aportes de capital y préstamos, se convirtió en el accionista mayoritario del grupo. Con ello no solo aseguró la cancelación de los compromisos financieros con los acreedores, sino que también consolidó su control sobre la compañía
"Tras la finalización exitosa del proceso de reestructuración y la implementación de medidas para focalizar y redimensionar la compañía, contamos hoy con una base operativa y financiera sólida. Con este sustento, estimamos que en un plazo de entre dos y tres años podremos alcanzar nuevamente los niveles de rentabilidad previos a la crisis, particularmente los de 2023", concluyó Neumeister.



