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Inversores extranjeros buscan empresas familiares del agro argentino: qué sectores son las estrellas

La estabilización de la macroeconomía hizo que los inversores volvieran a poner los ojos en el agro argentino. Si bien la perspectiva de crecimiento es positiva, hay algunos sectores que se reactivaron antes que otros. Por qué los inversores de capital buscan empresas familiares

El agro argentino es un sector que, tradicionalmente, se financió con capitales propios. Sin embargo, con una política macroeconómica más estable, los inversores extranjeros empiezan a mirar a la actividad -sobre todo, a empresas pequeñas- ya que tiene un gran potencial exportador, pero que, por ahora, demanda mayores desembolsos para ganar productividad y, a futuro, competitividad en el mundo. 

Las empresas familiares están en el centro del interés. Se trata de compañías que, no sólo tienen una cultura organizacional muy fuerte, sino que tienen niveles de endeudamiento más bajos que las empresas tradicionales, así como una rentabilidad y un retorno de la inversión más beneficioso. Esto se discutió en los pasillos del AgroManagement, un evento que reunió en La Rural a los principales referentes del sector.

Las posibilidades son varias. De hecho, ya hay sectores que empezaron su recuperación, como los tamberos, la compraventa de campos, la inversión en empresas exportadoras de especialidades (como legumbres y maíz), así como también en aquellas que agregan valor la proteína animal. "Son los primeros que se reactivaron ante una perspectiva de posible cambio", comentó Ricardo González, head of Rural Banking de Argentina Rabobank.

Ese país ya lleva invertidos en la Argentina unos u$s 1600 millones y proyecta incrementar su participación. "Hay muchos clientes ávidos por financiar proyectos en el país. Estamos viendo que se está demandando capital. Con una cierta normalización de la política y la economía, muchos de nuestros clientes empezaron a volver con proyectos a nuestra mesa. La Argentina es y va a seguir siendo una potencia de los agroalimentos", develó.

Aunque aún son incipientes, hay industrias que funcionan la Argentina y que, a pesar de su tamaño, son competitivas en el mundo. Esto lleva a los inversores a pensar en aumentar su productividad y, en el largo plazo, potenciarlas para comercializar los productos a nivel mundial. Este es el caso del aceite de oliva y el pistacho.

"Hay sectores que andan, pero no tienen la escala que podrían tener. El aceite de oliva argentino compite con países del Mediterráneo. De hecho, tenemos la posibilidad de complementar y competir con las industrias de España, Italia y Grecia. La potencialidad es enorme", expuso Nicolás Sala, Managing director de Quadrifolium LLC.

Y agregó: "En el caso de los pistachos, la competencia se da con California, donde se produce el 70% del fruto seco que se consume en el mundo pero que, a diferencia de la Argentina, no tiene agua y los costos son altísimos, por ende, la posibilidad de competir en el mundo es cada vez más fuerte". 

A pesar de que, en el mundo, el apalancamiento financiero es una herramienta muy utilizada por la agroindustria, los diferentes vaivenes económicos hicieron que los grandes inversores no eligieran a la Argentina como el destino principal de sus desembolsos en las últimas décadas.

Hace 20 años, había menos de 50 fondos de inversión mundiales especializados en proyectos vinculados a la agricultura y la alimentación. Hoy, son casi 1000 y administran u$s 150.000 millones. Sin embargo, solo el 7% de ese dinero se invierte en América latina, a la vez que la gran mayoría se queda en Brasil. 

"Nos perdimos un tren porque toda esta inversión no llegó a la Argentina. Entonces, el desafío es atraer más capital, considerando todo el potencial que tenemos", indicó Roberto Viton, director general de Valoral Advisors, una consultora global especializada en agronegocios. Y añadió: "Después de muchos años sin recibir llamadas, hoy recibo consultas de inversores sobre las oportunidades en nuestro país", aseguró.

Hay plata y oportunidades, pero insisten con más seguridad

El fuerte desarrollo de la actividad agrícola en la Argentina hizo que se convirtiera en uno de los 10 países a nivel global que puede garantizar la provisión de alimentos al mundo de cara al futuro. 

Entonces, la productividad del suelo argentino, así como la calidad del capital humano local -y su capacidad de adaptación y reconversión constante- y el fuerte avance de proyectos sustentables, explican la vuelta de los inversores al país. 

"Hay plata y hay proyectos, pero están lejos entre ellos", dijo Enrique Vivot, Managing Partner de Southern Cone Partners. Por el lado del capital, el especialista expuso que, en la Argentina, "hay falta de entendimiento al sector por falta de experiencia. Falta entender al capital, cómo se comporta, los diversos tipos que hay". 

Sin embargo, los procesos regulatorios ralentizan la concreción de los planes de los inversores. "Necesitamos que las regulaciones vayan al mismo tiempo que la innovación", aseguró Juan Lariguet, presidente de Corteva Agriscience.

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Comentarios

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  • EDB

    Enrique de Biedma

    Hace 2 días

    Si Argentina termina su regularizacion hacia un mercado normal, su potencialidad es tremenda. Los capitales lo saben, quienes conocen al pais saben que todo puedo multiplicarse por varias veces. El liberalismo y la contencion del gasto estatal mas la desapariion de las mafias implican un salto hacia adelante muy importante. Terminara siendo una verdadera potencia mundial.

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