Cynthia Bar, directora de Legales y Asuntos Gubernamentales para América del Sur de Kimberly-Clark, habló sobre los espacios que están generando para la mujer. "Vemos como se va acelerando cada vez más el rol de la mujer en los distintos espacios del negocio, y eso, en parte, se debe a las políticas, las iniciativas, a los programas que tenemos nosotros en Kimberly, en particular, pero las empresas en general para que todas las mujeres que así lo quieran puedan tener un rol preponderante, un rol activo en las compañías".

Y dio cuenta del rol central que en el negocio de consumo masivo deben tener las mujeres. "Sabemos que el 80% de nuestras compras las deciden las mujeres, entonces claramente es indispensable que la mujer pueda participar en las distintas áreas del negocio. Porque eso nos aporta conocimiento del consumidor, una mayor representatividad. Está como en nuestro ADN que haya mujeres en las distintas áreas de la compañía".

Y destacó que las metas que se propusieron como empresa. "Queremos equiparar hombres y mujeres en áreas de liderazgo para el 2031. Venimos muy bien. En América latina ya tenemos una relación 60 - 40 y en la Argentina ya tenemos al 62% de las mujeres en áreas de liderazgo, ya superamos la meta".

También se refirió a los programas que favorecen la igualdad de género. "Por ejemplo, cuando hay una vacante para un puesto de liderazgo, siempre en la terna tiene que haber al menos una mujer. Obviamente, después va a ser elegida de acuerdo a sus capacidades. Otro es un programa que le permite a la mujer insertarse después de haber hecho un parate en su carrera por la maternidad".

Nora Mosso, gerenta de Marketing de Grupo SanCor Salud, hizo foco en los cambios que les dejó la pandemia. " Nuestra esencialidad es la salud y en estos dos últimos años la salud trascendió todos los límites y se transformó en la esencialidad en el plano mundial. Precisamente nos fuimos reinventando para estar atentos a estas las tendencias, los nuevos hábitos que tienen que ver con la virtualización".

Sobre las políticas inclusivas, la ejecutiva contó que "desde hace 10 años estamos trabajando la sustentabilidad atravesando todas las áreas del negocio. Esto implica haber tomado posicionamiento sobre algunos ejes. La salud, la educación, los derechos humanos y el medio ambiente. Bajo ese pilar de derechos humanos, trabajamos por la inclusión la diversidad y todo lo que tiene que ver también con género. Según todas las estadísticas, la mujer tiene un rol muy importante en el cuidado de su familia y estuvimos muy atentos a cómo contribuir con una mirada de género revisando todos los aspectos del servicio. Como un dato de color, más del 60% de la empresa desde siempre está integrada por mujeres y lo mismo el grupo de asociados, entonces trabajamos en una política de comunicación con eje en la inclusión, que sea una nueva forma de relacionarnos y dejar de lado paradigmas o estereotipos".

"También trabajamos contribuyendo a la sensibilización y ala concientización de la importancia de fomentar el respeto por el género, la inclusión. Y lo hacemos a través de alianzas con distintas instituciones. Hoy la gente elige empresas que dejen algo, un legado, más allá de la exigencia de que ofrezcan productos y servicios de calidad", concluyó.

Velia Lemel, fundadora de la Clínica Lemel, puso el eje en la trayectoria personal y de la empresa. "Definí ya desde tercer año que quería ser médica y me recibí con 21 años en cuatro años. Me convertí en cardióloga y eso tiene mucho que ver con este tema de la diversidad porque me costó muchísimo demostrarle al jefe de cardiología que siendo mujer podía estar en una especialidad cómo ésta que es muy exigente y una especialidad muy masculina.Y el jefe de servicio en ese momento, en la admisión a la residencia me hizo muchísimas aclaraciones, como que es una especialidad para hombres. Me quedé varios meses y le demostré que yo estaba dispuesta a entrar al unidad coronaria, a estar un año o dos en la unidad, hacer guardia los fines de semana".

Lemel relató como esa trayectoria estuvo muy influenciada por las limitaciones que las mujeres suelen tener en el mercado laboral. "El cambio de la especialidad tuvo que ver con el tema de la competencia con los hombres, volver a casa y seguir estudiando para rendir para la residencia, tener dos bebés muy seguidos, la dependencia de un marido que apoye.Me tomé un año de arenero y me dediqué a pensar un poco que quería cuál sería la especialidad que me permita cubrir todos los roles sin ninguna culpa. Y me decidí por la dermatología porque también había como un desafío diagnóstico. Porque a veces es todo un todo enigma una mancha, dónde, por qué. Me gustaba todo el tema de investigar, de profundizar en los temas".

La evolución de Lemel fue desde un consultorio pequeño de dermatología a una empresa que cuenta con sucursales en Estados Unidos. "Tenemos la suerte de tener en Buenos Aires la misma tecnología que en Estados Unidos, lo cual no es tan fácil de lograr. Pero en Argentina nos piden cosas que ven afuera", aseguró.