Ex CEO de Pan American Energy (PAE) y de Ecopetrol, el colombiano Felipe Bayón asumió el 1º de junio como nuevo número uno de GeoPark después de dos años de, dice, "haber hecho muchas cosas", desde emprendimientos personales a fintech. Si bien su nombramiento había sido anunciado en abril, su primera decisión en la nueva oficina fue subirse a un avión y viajar a la Argentina.

El 5 de junio, acompañó a uno de los fundadores de la empresa, Jim Park, en la primera reunión con Pluspetrol. Un día después, el flamante CEO estaba en el despacho del gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa.

"Antes de haberme ido a visitar mis operaciones en Colombia, me vine a Neuquén a verlo. Le dije: ‘Quiero entrar, quiero invertir, quiero operar'. Ahora, 111 días después, fue: ‘Gobernador, gracias. Por que usted dijo: ‘pasemos la página'", cuenta, acerca de la audiencia de este jueves, en la que GeoPark firmó dos actas acuerdo con la Provincia, tras haberle comprado a Pluspetrol dos áreas en Vaca Muerta.

"No vine a mirar por el espejo retrovisor", cuenta Bayón, en diálogo con un puñado de periodistas en el business center del Alvear Park Hotel de calle Suipacha, horas antes de volar de regreso a Colombia. GeoPark, que en mayo sufrió la caída del acuerdo que había cerrado en 2024 con Phoenix Global Resources para desembarcar en la formación, pagará u$s 115 millones por la transacción e invertirá entre u$s 500 millones y u$s 600 millones para desarrollar los bloques, Loma Jarillosa Este y Puesto Silva Oeste, y alcanzar una producción de 20.000 barriles diarios de petróleo en 2028.

"Hoy, Loma Jarillosa tiene un volumen de 1700 a 2000 barriles, lo que nos dará como empresa, entre Colombia y ese activo, 28.000 barriles este año. Con lo cual, cuando el plateu alcance ese nivel, iremos a entre 45.000 y 50.000 barriles diarios, prácticamente el doble, con una generación de ebitda de u$s 350 millones", dimensiona Bayón el salto que la compra significa para la empresa, fundada en 2002 y que había salido de la Argentina en 2021.

En tal sentido, el CEO mira hacia adelante. Por un lado, retomará su intención de recurrir al mercado de capitales para financiar el desarrollo: GeoPark ya tiene un programa de emisión de obligaciones negociables (ON) autorizado por la Comisión Nacional de Valores (CNV) por hasta u$s 500 millones. "Iremos al mercado local, Va a ser fundamental", apunta y agrega que lo anunciado será, apenas, el desembolso de los próximos tres años. "A 2030, habremos acumulado una inversión de u$s 1000 millones", anticipa.

No sería lo único que ve a través del parabrisas. GeoPark, afirma Bayón, buscará más oportunidades en el no convencional de la Cuenca Neuquina que, incluso, podrían darse antes de los tres o cuatro años en los que proyecta mantener el volumen de producción que espera alcanzar a partir de 2028.

"Estamos mirando oportunidades, focalizados en no convencional. En Río Negro y Chubut, el shale está bastante en early stages. Neuquén, en cambio, está súper consolidado; el norte está deriskeado. Como nos dicen en Colombia: ‘Ustedes están en la pepa; donde tienen que estar'. De aquí en adelante, seguiremos mirando más opciones", indica. Lo otro definido es que el negocio de GeoPark en la Argentina es el crudo y no el gas.

"GeoPark es un buen explorador. Ahora, estamos volviendo a la Argentina con foco en no convencionales. Estamos convencidos de que puede ser una gran oportunidad", enfatiza Bayón, un ex Shell con más de 20 años en BP de hablar calmo y claro y con muchos recuerdos de su paso por la Argentina (fue CEO de PAE entre 2005 y 2010). Entre ellos, su simpatía por Boca y las sensaciones de presenciar un superclásico en La Bombonera.

"Después de lo que sucedió con Phoenix, la gente decía que habíamos quedado golpeados", reconoce. No tanto por lo financiero ("económicamente, quedamos en tablas", refiere), sino por la necesidad de, en sus palabras, "reconstruir la reputación de la compañía", ya que el frustrado deal con la filial del grupo suizo Mercuria se sumó a otro reciente revés en un acuerdo con Repsol en Colombia.

Pero el súbito cierre de tranquera de Vaca Muerta, estratégicamente, fue más impactante. "Cuando llegué a la empresa, planteé dos cosas", cuenta Bayón. "La primera, proteger lo que tenemos como compañía. Eso significa frenar el declino de producción que tenemos en Colombia, donde alcanzamos 41.000 barriles en 2019, caímos a 28.000 en 2025 y buscamos sostenerlo en torno a 24.000, 26.000 barriles. La segunda fue: retomar la senda de crecimiento. GeoPark supo ser una compañía que creció y dejó de hacerlo. No hay licencias nuevas de exploración en Colombia; hace tres años que no se da una. Eso hace que tengamos que ir a buscar los prospectos, esas oportunidades de exploración, en otro lado. La llegada a Neuquén y Vaca Muerta permite entrar en esta senda de crecimiento. Es la medida correcta desde el punto de vista de la compañía", explica.

"Hay otro punto importante: estamos en un muy buen vecindario, desde el punto de vista de compañías, caños, infraestructura que hoy tiene capacidad ociosa. Queremos seguir viendo qué más viene hacia adelante. Siempre dije: ‘Queremos ir a Vaca Muerta, queremos ser inversores, queremos ser operadores'. Ahora, lo vamos a ser. Tenemos mucha gente que trabaja con experiencia en no convencionales y estamos tomando gente nueva. La compra de estas áreas es transformacional: permite agarrar a una compañía que estaba medio planchada, mantener su producción con mucho trabajo (invertiremos entre u$s 90 millones y u$s 120 millones en Colombia) y, sobre eso, poder hacer el crecimiento", amplía.

El ticket de u$s 115 millones de las áreas se cubre con caja, aclara. "Eso se pagó entre ayer y el closing, que será en días", apunta. "Para el resto de la inversión, la idea es que podamos tener generación de caja propia y acceso al mercado de capitales: bono, deuda... Lo estamos mirando. Tenemos algunas cosas que están avanzando. Debemos optimizar cómo podemos financiar el desarrollo. Tenemos opciones", señala.

Bayón valora dos atributos del sector petrolero argentino. El primero, el consenso que ve en el país de la prioridad que significa el desarrollo de los recursos no convencionales. El segundo, que las provincias son las administradoras del subsuelo. "No se da casi en ningún otro país. Eso hace que la Provincia de Neuquén tenga mucho foco: lo mira como algo de largo plazo. Eso nos da mucha tranquilidad. Por supuesto, monitoreamos las subas y bajas del riesgo país, y valoramos que el espaldarazo de los Estados Unidos haya ayudado a que la volatilidad se calme un poco. Pero hay una visión de más largo plazo", observa.

Cita, de nuevo, sus palabras a Figueroa en aquel 6 de junio que ya parece lejano. "Independientemente de lo que haya pasado, venimos a trabajar a la provincia. Y hubo la mejor receptividad", rescata. En tal sentido, pese que Neuquén quiere subir al 18% las regalías que cobrará por las nuevas concesiones no convencionales, GeoPark pagará el 12%, como hasta ahora. Hubo, también, unos u$s 12 millones adicionales para obras de infraestructura, que están incluidos en los u$s 115 millones del precio.

Aunque la letra establece plazo hasta fin de año, Bayón confía en que el decreto provincial que formalice la concesión salga en la próxima semana. "Por eso, firmamos las actas acuerdo. Aprendimos de ese proceso, que fue duro", sonríe, en alusión al antecedente ingrato, que -entre otras condiciones no cumplidas- se cayó por la dilación en la firma de Figueroa. "La predisposición de la Provincia es total. En cuatro meses, salió todo", contrasta con el presente.

El CEO proyecta tener en la Argentina un hedgeo de producción con entidades financieras, que le permita cubrirse frente a caídas bruscas de precios del petróleo. "El 90% de nuestra producción de 2025 está con hedge. Eso nos da un piso, previsibilidad. Es parte de lo que vamos a aplicar acá". Otra cosa en la que ya está trabajando es en la llegada de proveedores. Tanto internacionales, con las que tiene contratos marco en Colombia, como locales, que empezaron a acercarse ni bien se firmó el acuerdo con Pluspetrol.

"En el Permian, el lifting cost es de u$s 3 o u$s 4 por barril. Súper bajo. En Colombia, estamos en u$s 12, u$s 13. Queremos mantener eso. En Vaca Muerta, podemos tener entre u$s 4 y u$s 5. Es bastante bajo", precisa.

Pero esa es la foto. Él saca pausa y vuelve a la película. "Este acuerdo nos permite ser operadores. Podemos llegar a un plateau de 20.000 barriles. Tenemos 100% de equity. Hay buenas oportunidades en términos de financiación y demás si, en algún momento, buscamos socios. Yo, personalmente, soy defensor de las buenas asociaciones".

Deja las puertas abiertas. Por ejemplo, para Pampa Energía, que hizo una inversión financiera en GeoPark: compró el 10% en el mercado cuando se frustró el acuerdo con Phoenix; ahora conserva sólo el 5 por ciento.

"Estuve en las oficinas de Pampa después de que hicieron la adquisición. Hablo con ellos con frecuencia. Si hay cosas que podemos hacer de manera conjunta, las vamos a analizar. Seguimos conversando con ellos. Hay una conversación fluida, respetuosa y buena", dice sobre su relación con el grupo que lidera Marcelo Mindlin, y que desarrolla un ambicioso proyecto de u$s 1200 millones en Rincón de Aranda para extraer shale oil, iniciativa que, para Pampa, es tan transformacional como el aterrizaje en Vaca Muerta lo es para GeoPark.

La narrativa de la colombiana, hoy, está más enfocada al mercado. Con el 51% de sus acciones en manos de sus fundadores e inversores institucionales, el 49% es de accionistas minoritarios que, asegura, en su gran mayoría son argentinos.

"Tenemos todo esto para decir: estamos entrando, vamos a ser operadores. Tenemos una contraparte espectacular con Pluspetrol. La Provincia nos recibió de la mejor manera. Y el acre vale u$s 9550 contra u$s 9000 del acuerdo anterior. Si se lo mira en el contexto, es mejor esta oportunidad", afirma.

El gran paso, en tal sentido, está dado. Ahora, avanzará con los siguientes: grandes, chicos y medianos. Por ejemplo, buscar un lugar físico para echar raíz. "En Neuquén, estamos instalados en un hotel. La semana que viene estamos mirando oficinas porque ya estamos recibiendo a personas de la operación de Pluspetrol", ilustra, antes de partir para el aeropuerto.