Boom de exportaciones online: FedEx analiza tener una planta más grande en la Argentina
Silvina Prette, responsable de FedEx Express en el país, explica cómo cambió el negocio de la empresa en el país a partir de las exportaciones por comercio electrónico pospandemia. Además, defiende el papel del courier para importar: "La mayoría de lo que traemos son insumos para que las pymes puedan seguir produciendo"
Silvina Prette recorre el depósito de Villa Lugano. Lo conoce de punta a punta, rincón por rincón. A él y a cada persona que, hoy por hoy, procesan allí 3500 paquetes diarios. Las saluda por su nombre de pila, uno por uno. La ejecutiva tiene 31 años de carrera en FedEx, prácticamente, desde que la empresa aterrizó en el país. En los últimos 12, con la responsabilidad de liderar la operación local del gigante logístico estadounidense, compuesta de 262 empleados directos y 170 operativos. Describe, con una mezcla de obsesión, satisfacción y orgullo, cada detalle del proceso: cómo se clasifican los envíos, en qué horarios, dónde se ubican y cargan los camiones, la cantidad de rutas (34) que cubren, los momentos de llegada del avión de carga a Ezeiza, los de partida, el volumen de paquetes de importación y, fundamentalmente, el creciente flujo de exportación. En su cabeza, están el pasado, el presente y, fundamentalmente, el futuro de la compañía.
"Ya tenemos un nivel de actividad que nos requiere, por lo menos, 3000 metros cuadrados de warehouse, más de lo que disponemos acá", cuenta. "Estamos analizando opciones, estudiando qué hacer. Acá ya es muy difícil ampliar. Hay días en los que, incluso, tenemos que usar las calles laterales para poder operar", anticipa, en una charla con El Cronista en la que habló de sus planes de crecimiento, del escenario macro que prevé para 2023 y, también, de lo fundamental que son los courier para que las empresas argentinas -en especial, pymes- tengan insumos para producir y exportar.
¿Se irán a una planta más grande?
Lo concreto es que necesitamos 3000 m2 y hoy estamos en menos de eso. A pesar de todo, podemos manejarnos bien con los ingresos y egresos de carga. Pero, para una mejor comodidad, necesitamos esos 3000 metros.
Una de las ventajas de esta planta para ustedes es la ubicación: cerca y directo de Ezeiza y con salida rápida a otros puntos de la Ciudad y el GBA. Será muy difícil encontrar algo similar.
Las variables que buscamos tienen que ver con acceso al aeropuerto, que es adonde tenemos nuestro vuelo, y a las principales vías por nuestras rutas de distribución. Es muy importante la correcta ubicación. Cuando evaluamos, también miramos dónde están nuestros clientes, las zonas geográficas, los accesos, todo lo relacionado con gestiones y autorizaciones para poder operar, tanto en CABA como en la Provincia... Pero, en logística, todo siempre es organizable: si el aeropuerto queda más lejos, puedo reorganizar con camiones más pequeños. Se analiza todo. También, hay que ver qué disponibilidad existe hoy en la oferta inmobiliaria.
¿Hay disponibilidad?
En los centros logísticos de CABA, hay listas de espera de años. En Provincia, cada municipio tiene sus propios planes impositivos, de gestión, incluso, de invitación a empresas para que se radiquen. A grandes rasgos, nosotros estamos analizando sólo CABA. Pero no tenemos nada decidido. Estamos en pleno análisis y queremos tener todo el abanico de variables sobre la mesa. Si es Provincia, debería ser cercano a la General Paz. En CABA, estamos escuchando, viendo.
¿Se puso un plazo para tomar la decisión? ¿De qué dependerá?
No. Por ahora, es momento de escuchar qué ofrecen la industria inmobiliaria y los centros logísticos. Lo impositivo es importante pero, también, la accesibilidad: nosotros necesitamos acceso al aeropuerto y a nuestras rutas. Si el crecimiento se sostiene, lo cual es un buen problema, veremos qué hacemos.
¿Qué tamaño de operación tiene la empresa hoy?
Tenemos 34 rutas que salen desde estación y cubren todo AMBA, un perímetro entre Pilar, la Ruta 6, Luján, Ezeiza y La Plata. Son 34 camionetas que salen de acá cada mañana: entregan, retiran y traen; algunas, cuatro o cinco veces en el día.
¿Cómo cierra la empresa este 2022?
El año está terminando bien en términos de volumen. El pico de diciembre tardó en venir, principalmente, por el Mundial. Pero llegó. También, logramos cumplir con las necesidades de los clientes, mientras implementábamos resoluciones regulatorias nuevas.
¿Cuánto creció el negocio de exportación?
Hoy, tenemos 3500 paquetes promedio diarios, de los cuales 65% son exportaciones. Recibo siete contenedores por día pero saco 11. Mi problema, hace unos años, era al revés: tenía muchos contenedores, viendo cómo devolverlos por el volumen de operaciones que teníamos. Ahora, estoy pidiendo que me manden más.
En pandemia, cuadruplicamos los volúmenes de e-commerce de exportación. Pospandemia, estamos viendo ya un amesetamiento pero con permanencia de esos volúmenes. Las compras en línea son una modalidad que se mantiene a nivel mundial. Trabajamos muy fuerte con pymes y mini-pymes, capacitándolos para que puedan operar y entiendan que no hay fronteras. Hoy, tenemos 3500 paquetes promedio diarios, de los cuales 65% son exportaciones. Recibo siete contenedores por día pero saco 11. Mi problema, hace unos años, era al revés: tenía muchos contenedores, viendo cómo devolverlos por el volumen de operaciones que teníamos. Ahora, estoy pidiendo que me manden más. Son lindos problemas logísticos.
¿Ese cambio en el mix es genuino? ¿En cuánto está distorsionado por el cepo a la importación?
Nosotros hacemos un balance de las dos. Lo que miramos es el número total y su sostenimiento en el tiempo. FedEx toma decisiones estratégicas en base a, mínimo, dos años de sostenimiento pero con planes de negocios de siete años, en los que inciden más variables, relacionadas con eficiencias y costos, independientemente de los volúmenes. Nuestro desafío diario es maximizar ese trabajo. La corporación busca equilibrio en todos los países. Nosotros, como filial, colaboramos con un crecimiento enorme de exportación. Gracias a eso, no se nota tanto la baja de la importación. Los volúmenes totales se están sosteniendo.
Antes mencionó la adaptación a resoluciones regulatorias. ¿Hubo muchas este año?
Desafíos de ese estilo hemos tenido desde que operamos en la Argentina. De hecho, tengo un archivo personal, año por año, al que recurro cada vez que sale algo para ver qué podemos copiar de buenas prácticas pasadas y ejecutar en el presente. En 2022, hubo más regulaciones que se parecieron a las de algunos años atrás. Pero el tablero de ajedrez es permanente. Lo interesante es que nos vamos adaptando.
¿Los cambios en los límites para importar vía courier, por ejemplo?
Sí. La resolución 5866, que había salido en septiembre pero se reglamentó recién el 19 de diciembre. Levanta el tope de u$s 1000 a u$s 3000 y habilita hasta cinco envíos por año. Permite que las mini-pymes puedan ingresar insumos para continuar con su producción y exportar. La importación vía courier es una ventaja para las empresas chicas, que no tienen departamentos de comercio exterior. Cerca del 90% de nuestros clientes en la Argentina son pymes.
Generalmente, se percibe a la importación vía courier como una causa del drenaje de reservas y muchas resoluciones están relacionadas con eso.
El courier es esencial para que las pymes tengan los insumos que necesitan. Esa resolución (5866) surgió por esto: por pymes que no podían exportar. Las principales receptoras de los envíos de importación son pymes: reciben un insumo, un repuesto para una máquina o la muestra del producto que, luego, van a fabricar y exportar por vía marítima en grandes contenedores. En términos de dólares, el porcentaje que se mueve es pequeño. Y, como industria, la mayor proporción de la mercadería que transportamos tiene que ver con insumos para empresas. En pandemia, trajimos materia prima esencial para laboratorios e, incluso, el Conicet. Este año, todas las grandes automotrices recibieron sus partes para ensamblar vehículos y exportarlos.
Este año, muchas industrias debieron recurrir al avión por el estrés logístico en el transporte marítimo. ¿Eso les disparó demanda?
Ya en época de pandemia el avión pasó a ser el medio de transporte más necesitado. Tenemos nuestro avión repleto también con nuestro negocio de carga. A muchas automotrices les estamos trayendo sus partes. Se las dejamos en el aeropuerto para que ellas, luego, hagan su liberación.
Mencionó que 2022 se caracterizó por crecimiento de actividad. ¿También de costos?
Sostener ese aumento de volumen con el de los costos era uno de nuestros objetivos. Hubo que hacer un trabajo muy detallado para mantener eficiencias operativas. Reorganizamos la cobertura geográfica, redujimos rutas para maximizar los recorridos. No sacar una camioneta a la calle cuando puedo distribuir lo mismo con menor cantidad de vehículos. Dejar esa unidad estacionada en planta como back-up y me ocupo en darles un mejor servicio a mis clientes de e-commerce.
Las principales receptoras de nuestros envíos de importación son pymes: un insumo, un repuesto para una máquina o la muestra del producto que, luego, van a fabricar y exportar por vía marítima en grandes contenedores. En términos de dólares, el porcentaje que mueve la industria de couriers es pequeño.
¿Por ejemplo?
Incorporamos un departamento de desaduanaje. Son 10 personas. Es parte de la eficientización. Apostamos a armar un departamento aduanero que acompañe a una logística que estaba cambiando. Haciendo eso no sólo bajamos costos, sino que pudimos darle soluciones al cliente más rápido.
¿Es muy difícil hacer pricing? Ustedes tienen servicios dolarizados pero a tipo de cambio oficial. Y muchos costos evolucionan en función de las otras cotizaciones.
Nuestros precios están basados a tipo de cambio oficial del Banco Nación, tanto para importación y exportación, y el pago de impuestos aduaneros. Por eso, eficientizar la operación fue lo que primó este año. Renegociar, cuando fue necesario, con nuestros propios proveedores. Logramos sostener rutas eficientes y mantener la flota siempre en condiciones.
FedEx es reconocida en el mercado por sus prácticas de Recursos Humanos. ¿Cómo prioriza esa eficiencia de costos sin que se resienta su marca empleadora?
Fue un trabajo de todos los días, fundamentalmente, de comunicación a los empleados: qué se espera de ellos, qué se necesita y que cada uno sienta que es parte importante del todo. Cuando uno achica y eficientiza permanentemente, el mayor impacto lo tiene el recurso humano. Nosotros explicamos, explicamos y explicamos. Desde junio, que es el inicio de nuestro año fiscal, hice más de 10 meriendas y desayunos con equipos de trabajo. Dos horas, en las que la gente no se calla nada. Pregunta.
¿Qué es lo que más preguntó en este semestre?
La gente siempre está con necesidad de mejorar su parte económica. Es algo que este año emergió más. Como todas las empresas, nosotros tenemos paritarias definidas en la negociación de nuestras cámaras con los gremios; en nuestro caso, Sichoca (camioneros) y Upadep (aeronavegantes). A la vez, ofrecemos beneficios. La gente pide estar cerca, que la escuches, que la tengas en cuenta. Que expliques el porqué de las decisiones.
¿Prevé un 2023 con más reaperturas de paritarias?
Sí. Vemos un escenario en el que la paritaria que se firme, seguramente, tendrá una reapertura. De hecho, en los últimos años, se han firmado cláusulas de reapertura, no de gatillo automático, sino para sentarse a renegociar. Creo que eso se seguirá manteniendo.
¿Con más conflictividad?
En nuestro caso, vemos diálogo permanente a nivel de cámara y gremio. Lo que sí veo distinto a otros años es que la conflictividad no es tan alta. Nosotros, internamente, en la diaria, tenemos mucha relación y trabajo conjunto con los delegados. La comunicación ante todo.
La gente siempre está con necesidad de mejorar su parte económica. Es algo que este año emergió más. (...) Para 2023, vemos un escenario en el que la paritaria que se firme, seguramente, tendrá una reapertura.
En término de negocio, ¿qué ve para el próximo año?
Veo un 2023 que tendrá un poco más de 2022. El crecimiento se sostendrá en e-commerce. Acompañaremos a muchas pymes y mini-pymes para que ellas gestionen sus propios negocios y nosotros seamos sus conectores con posibilidades de ventas en el mundo. Que no se queden sólo en el mercado nacional, sino que vean que la exportación es viable.
En su tablero de control, ¿a qué le dará más importancia: dólar, inflación o nivel de actividad?
Para nosotros, se tiene que mantener el nivel de actividad. Si se mantienen los puestos de trabajo, hay un posible mejoramiento del PBI. Además, según leí, los países que ganan la Copa del Mundo tienen crecimientos del 0,5% al 1% en sus productos (sonríe).
¿Qué nivel de inflación proyecta?
Hay una tendencia a la baja. Pero estaremos muy cercanos al de este año. Esperamos que esta baja se sostenga.
¿Cuál será el foco de la empresa el próximo año?
Vamos a sostener lo hecho este año. Abrimos la exportación vía Mendoza: ampliamos la frecuencia de salida, a tres semanales, para exportar desde esa área (Mendoza, San Juan). Es una opción de menor tiempo de tránsito para mineras y vitivinícolas. También hicimos conexiones directas a Perú. Y sostendremos nuestros programas de pequeñas y medianas empresas. Pretendemos sostener la operación eficiente como ocurrió este año. FedEx tiene planes de crecimiento en la región. En Miami, puso en marcha una instalación nueva en el aeropuerto para recibir productos perecederos de América latina. Ya almacena Flores de Colombia y pescado de Chile.
¿Eso abre oportunidad para carne argentina u otros alimentos que exporte el país?
En algún momento, tal vez. Hoy, es algo que transportamos vía nuestro centro logístico de Memphis.
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