Compañía Megaes la mayor exportadora de líquidos de gas natural (NGL) de la Argentina, propiedad de YPF en 38%, Petrobras 34% y Dow 28%. Se encuentra hoy en medio de una inversión en su planta de Bahía Blanca superior a u$s 200 millones, por la que aumentará 20% la producción, y ya en la etapa final de estudio de un proyecto que le permitirá incrementarla otro 25%, y que por sus características, planea presentar al RIGI.
El CEO de Mega es Tomás Córdoba, un abogado apasionado por las finanzas y por hacer crecer los negocios. La compañía que comanda facturó en los últimos 12 meses unos $600 millones, con un margen de u$s 200; que acaba de emitir obligaciones negociables más como una estrategia de creación de mercado de financiamiento que de necesidad concreta.
Entrevista a Tomás Córdoba, CEO de Mega
-¿En qué etapa se encuentra la inversión en Bahía Blanca?
-Hoy estamos enfocados en la obra en Bahía Blanca, que es un tren de fraccionamiento con tres torres. El objetivo es terminar entre enero y febrero del año que viene y con eso poder completar un incremento de la producción allí de un 20%. Eso nos permitirá incrementar la capacidad de procesamiento que hoy no está a tope en Neuquén. Estamos creciendo para acompañar la mayor producción de gas y petróleo.
-¿Cuánto fue la inversión y cómo fue el financiamiento?
-Unos u$s 250 millones, aproximadamente. Ya ya está financiado. Parte lo hicimos con generación de caja propia y en julio hicimos la primera emisión de obligaciones negociables por u$s 60 millones en el mercado local.
-¿Por qué se fue al mercado de capitales?
-Fue una emisión más estratégica que necesaria. Necesitábamos financiar, pero lo cierto es que en el mercado local de bancos ya teníamos acompañamiento. Pero tomamos la decisión de desarrollar el vínculo con inversores de mercado de capitales, pensando más en el mediano y largo plazo. Es valioso para la compañía abrir una fuente de financiamiento adicional. Nos permite no tener que explicar de cero qué es Mega y qué viene haciendo para la próxima vez. También ir demostrando el cumplimiento de los términos que comprometimos originalmente y crear reputación en el mercado de capitales.
-¿Dónde tienen oportunidad de crecimiento?
-Mega se originó con el pico de producción de Loma de la Lata y operó mucho tiempo con esa producción. Ya en 2020, empezó a prepararse para captar la producción de Vaca Muerta. Para el futuro, además de que creció la riqueza del gas que usamos y hay mayor producción proyectada de gas y petróleo. Hoy, con los grandes proyectos de GNL que van a habilitar más producción, Mega tiene su oportunidad para hacer crecer su infraestructura para acompañar ese crecimiento. El potencial de Vaca Muerta hace que cada vez nosotros pensemos en más escala.
-¿Cuál es el cuello de botella?
-Estaba en la exportación. Hoy hay una gran ventaja en la viabilización de Vmos (Vaca Muerta Oil Sur, la empresa creada con las principales petroleras del país para construir un mega oleoducto compartido) y de los proyectos de GNL. Eso es lo que permite hacer crecer mucho la producción de gas y de petróleo y ahí es donde nosotros necesitamos crecer para acompañar.
-¿Hay otras inversiones proyectadas para el corto plazo?
-Sí, estamos en fase final de diseño y aprobación interna de dos estaciones de bombeo en nuestro poliducto, para darle más capacidad de transporte, que nos haga llegar más producto a Bahía Blanca. Ahora en Bahía Blanca vamos a crecer un 20% de producción y con estas dos estaciones de bombeo podríamos crecer otros 25%, aproximadamente. Llegaríamos más o menos al 50% de incremental entre la inversión existente y esta proyectada respecto de lo que hoy producimos, que es cerca de 4800 toneladas de día, nos iríamos unas 7000 toneladas.
La oportunidad de Mega para entrar al RIGI
-¿Eso podría presentarse al RIGI?
-Podría. Estamos en diseño final sobre alcance de esas estaciones, viendo de qué manera hacemos una inversión eficiente. Pero ya que arrancamos la inversión también aprovechamos determinadas oportunidades para agregar determinada infraestructura en Loma de la Lata, no solo pensando en lo inmediato sino un poquito más allá. Hay cierta infraestructura dentro de Neuquén que podríamos agregar, que nos permite incrementar la capacidad de procesamiento. Estamos terminando de darle el diseño final que nos va a dar el dimensionamiento definitivo de alcance de plata y ahí determinar si es RIGI o no.
-¿Superaría los u$s 200 millones?
-Sí, está en ese rango la inversión. El RIGI es superatractivo. Si cuando termináramos este análisis nos da por encima de ese monto, sin dudas que sería muy interesante presentarlo porque es un régimen que indudablemente mejora mucho las condiciones y reduce riesgos. Fue algo que posiblemente se pensó para atraer inversiones de gran envergadura y es lo que se está viendo. Inversiones muy relevantes que requerían un régimen especial porque no se venían haciendo en Argentina, como el Vmos, de esa escala, como los proyectos de GNL. Son regímenes especiales para inversiones especiales. Para Mega es lo mismo, todo está asociado a una necesidad de crecimiento ya de gran escala. Sin dudas que el RIGI es muy favorable para apalancar ese tipo de crecimiento.
-¿Cuánto factura hoy Mega?
-En los últimos 12 meses, nuestra facturación estuvo levemente por arriba de los u$s 600 millones y el ebitda en unos u$s 200 millones. Es un margen muy interesante y un poco mejor que 2024.
-¿Cómo impactó la caída de precios?
-En el primer trimestre fueron muy buenos precios, sobre todo internacionales. En el segundo trimestre se redujo un poco respecto al primer trimestre, pero no fueron malos. Y cuando vemos esa corrida de 12 meses son números muy buenos.
-¿La compañía es sana financieramente?
-Tenemos una deuda total tomada de unos u$s 60 millones y caja por encima de ese número. Es decir, deuda neta cero descontando la caja. Así que números bastante sólidos para seguir siendo optimistas en potencial de crecimiento.
-¿Cómo es la mirada de sus accionistas ante el nuevo modelo económico?
-Tenemos YPF 38%, Petrobras 34% y Dow 28%, tres compañías para las cuales Mega es muy relevante: en YPF para acondicionar el gas, en Dow para obtener el etano para su producción de polietileno y en Petrobras para su circuito logístico de abastecimiento de propano y butano. Por eso el foco de los accionistas es seguir sosteniendo la oportunidad de crecimiento de Mega.
-Con menos intervenciones ¿hay un mejor contexto para los negocios?
-La menor regulación permite más acuerdos positivos en un sector que tiene mucho que crecer. Es tanta la oportunidad de crecimiento que no es que se compite y lo que hace uno, se quedó sin espacio para hacerlo otro. En los proyectos como el gasoducto vemos que las compañías buscan hacer crecer el mismo negocio. Cuando se escalan esas infraestructuras, el costo marginal termina siendo cada vez menor, entonces termina siendo mucho más eficiente la inversión. Hay un ambiente propicio para que encontremos esas medidas que apuntan a la rentabilidad al final.
-¿Cuál es el desafío?
-El desafío es el capital, al final es siempre el recurso más escaso. Argentina viene dando grandes pasos en obtener ese capital. En los últimos dos años se vieron financiamientos enormes para acompañar ese crecimiento y Vaca Muerta lo que ya demostró con los récords de producción que vimos en los últimos meses es que el recurso es muy bueno. Con lo cual, ahí el desafío es encontrar para cada activo y cada parte de la infraestructura que tiene que crecer, la estructuración y la alternativa de financiamiento más eficiente.
El cambió de enfoque que se vió en Vmos, es una transformación y es muy positivo. Es virtuoso porque permite mucho más eficiencia en la ejecución del CapEx.
Entonces, creo que en eso es donde está el principal desafío de nosotros, los managers de las compañías que tenemos estas oportunidades de crecimiento de encontrar esas esos esquemas de cooperación y esas alternativas. Estos acuerdos permiten crecer eficientemente con inversiones menos riesgosas.
Si nosotros como sistema, como industria no generamos soluciones rentables y eficientes, la competencia va a estar en ese commodity en otro país y va a perder la Argentina. Obviamente, va a tener menos mercado un producto más caro si se hizo ineficiente en Argentina.
El costo argentino
-¿Son competitivos sus productos hoy?
-Nuestros productos tienen referencia internacional y nuestros costos son competitivos. Se ve en los márgenes de la empresa. Nosotros vamos a seguir capturando mercados, vamos a seguir teniendo demanda y Argentina va a ser también beneficiada en términos macroeconómicos. Si nosotros no somos eficientes, no apuntamos esa mejora continua y a esa reducción de costos, el riesgo es que eventualmente perdamos demanda, perdamos mercados y obviamente no solo es una afectación para la compañía, sino para el país.
-¿La apertura de importaciones los impacta?
-Si, positivamente. Nuestro principal materia prima es gas local, nuestro financiamiento por ahora es local, no tenemos entrada y salida de capital para el pago de deuda. Pero sí vemos que la regularización del mercado cambiario fue muy positivo en abrir potenciales proveedores que estaban cerrados para la Argentina.
La situación que tenía el país de un cerrojo enorme en su cuenta, sobre todo de importaciones y pago al exterior, hizo que muchos proveedores del exterior de bienes y servicios decidieran no operar con Argentina. Eso termina impactando en precios y pone un valor más alto. Achica la variedad y la posibilidad de obtener productos o servicios, y además probablemente lo hace más caro. Entonces, esa regularización de la cuenta comercial es muy positiva. Ayuda hacer un poco más eficiente los costos.



