Las oportunidades son distintas: Vaca Muerta,transición energética, litio y biocombustibles. Pero el reclamo es común: regulaciones claras, estables y confiables.
El evento Experiencia IDEA Energía 2023, que se realizó el 19 y 20 de abril en la ciudad de Neuquén, reflejó las preocupaciones, reclamos y, también, logros de los que está hablando hoy el sector.
Daniel Gerold, consultor Independiente en petróleo, gas y energía, sostuvo que "lo que está pasando en este sector solamente se vio en algún momento de la década del ‘90. Hace muchísimos años que no tenemos una industria en expansión, con una importante variedad de proyectos de gran calibre de cara al futuro".
Además, aseguró que, si bien el sector energético es importante, no es el más relevante en la economía argentina y "no salvará los problemas macroeconómicos que tiene el país hoy en día".
Por su parte, Ricardo Markous, CEO de Tecpetrol, reconoció que la invasión de Rusia a Ucrania generó una gran oportunidad para la Argentina en términos de explotación de gas y petróleo. A su vez, explicó: "Este potencial y esta capacidad de desarrollo y de expansión que tiene la industria, debe despertar un enorme entusiasmo en ver cómo acompañar al sector y darle mejores condiciones para que pueda desarrollarse".

La oportunidad es muy grande. La roca es muy competitiva. "Un pozo de 2019 en la Argentina produce entre un 20% y un 30% más de lo que el pozo equivalente produce en la Cuenca Pérmica en Delaware, Estados Unidos", expuso Ricardo Rodríguez, presidente de Shell para la Argentina, Chile y el Uruguay.
Sin embargo, reconoció que desde el punto de vista geológico, la Argentina es un lugar donde "quisiéramos invertir más pero necesitamos regulaciones claras". Aseguró, también, que, si bien el acceso a divisas es un gran desafío a corto plazo, los problemas a futuro son los más preocupantes: "Si no se demuestra que las reglas del juego son estables, los inversionistas no van a estar interesados en traer los capitales que necesitamos para que al final de la década la cuenca produzca cada vez más".
Pablo Iuliano, CEO de YPF, reveló que entre todos los proyectos de infraestructura tanto de petróleo, como de gas, sin contar el Gasoducto Néstor Kirchner, "tenemos inversiones cercanas a los u$s 6000 millones y u$s 7000 millones, e YPF participa en un 40% de esa inversión".
Por esta razón, Hugo Eurnekian, CEO de CGC, explicó que "para ganar los mercados que tenemos que ganar para colocar todo el gas que potencialmente puede producir Vaca Muerta, no solamente nos tenemos que enfocar en hacer pozos e infraestructura, sino que también hay que crear un marco regulatorio para para generar cada vez más confianza en el país".
"Una vez que reconstruyamos la credibilidad sobre el cumplimiento de las normas y los dirigentes logren ordenar la macroeconomía, habrá financiamiento privado de sobra", sostuvo Nicolás Arceo, director de la consultora Economía y Energía.
En el caso del litio, los proyectos tardan aproximadamente entre siete y nueve años desde que empieza la exploración hasta que llega la producción. Por esta razón, Martín Pérez de Solay, managing director y CEO de Allkem Limited, resaltó que es necesario saber qué va a pasar cuando el proyecto llegue a la etapa de producción y que las regulaciones no cambien con el tiempo, ya que "la mortandad de los proyectos en esa etapa inicial es muy alta".
Entonces, siguió: "Si no generamos esas condiciones de estabilidad para atraer inversiones y para que esos proyectos se radiquen y empiecen a producir, tenemos la oportunidad de perdernos una ventana de mercado que va a existir por un plazo relativamente corto. En unos años, cuando la industria de los autos eléctricos esté establecida, la necesidad de nuevas baterías de litio va a caer y ya no van a ser necesarios tantos proyectos".
Por qué Vaca Muerta no salvará a la Argentina de la crisis
Si bien se trata de un sector que funciona relativamente bien pese a los vaivenes económicos actuales, la industria de los hidrocarburos requiere de una política macroeconómica estable para desplegar todo su potencial.
Nicolás Gadano, economista responsable de Energía de la Fundación Pensar, reflexionó que "se cree que Vaca Muerta puede resolver el núcleo de los problemas macroeconómicos de la Argentina". Sin embargo, considera que hay que pensarlo desde otra perspectiva: "Creo que la política pública macroeconómica argentina es la que está en deuda con Vaca Muerta y con el resto de los sectores económicos".
Siguió: "El próximo Gobierno tiene que enfocarse en estabilizar la economía argentina de manera sustentable. Es una condición imprescindible para que tanto este sector, como muchos otros, puedan desplegar todo el potencial que tienen. Es evidente que, con un sistema cambiario normal, en el que puedan hacerse las transacciones comerciales y financieras libremente, con mayor previsibilidad en el sistema impositivo, con menos volatilidad y baja inflación, todo funcionaría mucho mejor".
Pese a que este proyecto brindará una gran ayuda a la seguridad económica que necesita la Argentina, Gerold opinó que la clave está en darle un impulso al sector privado para que, de esa manera, logren ganar nuevos mercados.
Teniendo en cuenta que hoy en día Vaca Muerta funciona por medio de la reinversión local de lo que estos flujos generan, el acceso a divisas es indispensable para aumentarlo. "Sin acceso a divisas es difícil incrementar la velocidad de desarrollo del proyecto y aprovechar esta extraordinaria ventana de oportunidad que tenemos. Lo mismo pasa con los equipos, con esta limitación, es muy difícil que una empresa de servicio incorpore nuevas maquinarias de perforación", sostuvo.
Energías renovables, litio y biocombustibles, ¿otra oportunidad para la Argentina?
Tanto los proyectos de litio, como los parques eólicos y solares, sumados a la producción de biocombustibles como el etanol y el biodiesel en la Argentina, reflejan la tendencia mundial hacia la descarbonización y el uso de energías renovables a causa del cambio climático.

La Argentina, en este caso, también tiene un gran potencial. "Tenemos una posibilidad muy grande de insertarnos en un mundo en el que la demanda de ‘energía verde' es cada vez más fuerte", expuso Pérez de Solay.
"La Roca de Vaca Muerta es equivalente al viento de la Patagonia. Ese viento es tan bueno que puede compensar todas las ineficiencias que tenemos como país", añadió. Además, aseguró que al ser un país extenso y con baja población, sumado a la potencia de los vientos en diferentes partes del territorio, las probabilidades de que la Argentina crezca en este sector son muy altas.
Actualmente, se producen un total de 4,7 gigawatts (GW) entre instalaciones eólicas y solares a gran escala en funcionamiento. La Argentina es el cuarto país en producción de energías renovables de la región.
Ignacio Celorrio, presidente de Lithium Americas para América Latina, comentó que la explotación de litio "es casi una cuestión vital para el desarrollo del noroeste argentino". A su vez, siguió: "En este momento hay al menos seis proyectos en construcción con inversiones que vienen de todo el mundo. Es por esa razón que en el corto plazo la Argentina va a tener una posibilidad de incrementar su capacidad de explotación de forma exponencial".
Según Kamal Abi-Salloum, vicepresidente de Hidrógeno de British Petroleum, "el hidrógeno tiene que ser producido en lugares donde pensamos que va a estar la molécula menos costosa disponible, y la Argentina está muy bien posicionada para eso. Tienen terreno, tienen gas, tienen buenos recursos renovables como el viento, tienen puertos. La Argentina puede ser una buena locación para producir hidrógeno a bajo precio que luego puede ser exportado a todo el mundo".
De hecho, confirmó que el país tiene el potencial para igualar al Medio Oriente en producción, en tanto se consiga cierta estabilidad de la reglamentación por parte del Gobierno para apoyar a las industrias y empresas del sector.



