EN UN CONTEXTO DE CA DA DE LA DEMANDA LOCAL

Desarrollan inversiones para ampliar mercados de nuevos materiales para la construcción

Industrias Cerámicas Lourdes invirtió más de u$s 25 millones en una nueva línea de producción de porcelanatos de gran formato. Busca competir en el segmento premium

En un clima que define como "complicado", con un mercado local afectado por la caída de la demanda producto de la recesión y que espera que continúe por lo menos hasta fin de año, el grupo Industrias Cerámicas Lourdes, productora de los porcelanatos San Pietro, apunta a renovarse y comenzar a jugar fuerte en el mercado internacional.

 

Sin descuidar el mercado interno, la compañía de capitales nacionales acaba de inaugurar, (técnicamente, en noviembre del año pasado) una nueva planta de producción en su predio en el parque industrial de Burzaco, en el que invirtió algo más de u$s 25 millones.

El objetivo, según explicó su Presidente y fundador Jorge Gallo a El Cronista, es pegar un salto de calidad. "Estamos iniciando una etapa de expansión internacional, aprovechando esta posibilidad de poner en el mercado nuevos productos de grandes formatos con alto valor agregado", contó el emprendedor que comenzó con la compañía allá a comienzos de los 90, produciendo cerámicas rojas sin esmaltar, con molienda de segunda mano y compitiendo con industrias como Alberdi o Cortines.

Para Gallo los 90 fueron la "década ganada" en cuanto a competitividad y crecimiento, y en los 2000 avanzó con una planta de producción de porcelanatos y otra línea para revestimientos de pared. "Siempre todo a pulmón y sin ayudas del Estado ni de otros socios. Somos una compañía 100% familiar", comenta Gallo.

El ciclo lo completó el año pasado con la inauguración de la planta de láminas de porcelanato para grandes formatos (1,60 x 3,20 metros), que tal como la definen es la primera fábrica de su tipo en todo el continente americano. La misma podrá producir 200.000 metros cuadrados de láminas por mes, en un inmueble industrial de 15.000 m2.

Según detallan desde la firma, estos productos reemplazan las maderas en muebles, escritorios, mesas, placares, pisos, o al mármol para todo tipo de revestimiento. También pueden ser usadas para mesadas de cocina, fachadas de grandes edificios, o pisos y paredes de grandes emprendimientos como shopping o aeropuertos. "Es una imitación del marmol que eleva la calidad, la imagen. Tiene mejores atributos ya que no tiene porosidad", comentó Gallo.

Actualmente la compañía emplea a 450 personas, con una facturación mensual de $ 110 millones de sus tres líneas de producción (además de Porcelanato San Pietro, abarca Cerámica Lourdes para cerámica roja y la nueva línea premium San Pietro Láminas -SPL). Sin embargo, tras un buen 2017 ("espectacular de junio a diciembre donde bajamos el stock prácticamente a cero") la devaluación pegó de lleno en el negocio. "Es lo que más nos pegó. Tenemos dolarizados todos los insumos químicos, que son materias primas, esmaltes, tintas, granillas que importamos desde España y Brasil. Los repuestos de las máquinas también son importados porque son italianas, además del gas", afirmó el ingeniero electromecánico que recordó que en 2016 tuvo que parar dos meses la producción en Burzaco por la baja demanda: "Esperemos no llegar a eso, pero por ahora no vemos una reactivación. Vemos una cierta calma que nos va a llevar a elevar stocks, pero habrá que soportarlo".

Para llevar a cabo el objetivo de crecer en el mercado internacional, ya iniciaron negociaciones con distintas empresas como el grupo mexicano Lamosa, uno de los cinco mayores productores del mundo para vender en México, Colombia y Perú, y con importadores de Ecuador y Brasil. "También estamos iniciando negociaciones en Uruguay, Chile y Bolivia", destacó Gallo.

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