La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC)objetó la compra de los activos locales de Telefónica por parte de Telecom, porque, según el dictamen que emitió este jueves, el organismo "identificó riesgos significativos por los potenciales efectos sobre la competencia en los diversos mercados de telecomunicaciones involucrados, de modo que pueda resultar en un perjuicio para el interés económico general".

Por tal razón, anticipó que convocará a una audiencia especial, todavía sin fecha, "destinada a analizar las posibles medidas que mitiguen los potenciales efectos negativos de la operación de concentración sobre la competencia".

Telecom, además, tiene un plazo de 15 días para presentar las consideraciones que "crea oportunas" sobre el dictamen "y/u ofrezca soluciones que puedan mitigar los efectos sobre la competencia que surgen del informe de objeción", según informó la propia empresa, en una nota enviada a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

Según fuentes de Telecom, se trata de un dictamen "extemporáneo" por parte del Gobierno. Aseguran que la empresa todavía no presentó el "F2", el formulario con el que se notifican a la CNDC este tipo de operaciones. TECO todavía tiene plazo hasta el 30 de junio para hacerlo. "Con lo cual, se nos pide que planteemos consideraciones y soluciones a algo decidido con información que nosotros no aportamos", explican. Aseguran que esta situación vulnera sus derechos, lo que eleva la probabilidad de que el asunto continúe judicializándose.

"No tuvimos, ni siquiera, la posibilidad de exhibir nuestros argumentos y mostrar que, por el nivel de inversiones que representa e implicará, no hay 'perjuicio económico' sino todo lo contrario", enfatizan.

La CNDC elaboró este dictamen partir de solicitudes que terceros presentaron ante el organismo: Telecentro, la Asociación de Consumidores y Usuarios de la Argentina (Acuda) yu particulares que se identificaron como representantes de accionistas de los programas de propiedad participada de Telecom y Telefónica, un esquema surgido en las privatizaciones que repartió parte del capital de las operadoras con sus empleados.

Telecom -controlada por Cablevision Holding, una sociedad entre el fondo Fintech y los accionistas principales del Grupo Clarín- compró el 24 de febrero los activos locales de Telefónica, a los que el grupo español les había colgado cartel de venta un mes antes. La adquisición se hizo por u$s 1250 millones, que la operadora local pagó en ese mismo momento.

Sin embargo, desde minutos antes de que se hiciese el anuncio, el Gobierno -con el propio Javier Milei a la cabeza- rugió contra la operación. El Presidente, en su tensión con Clarín, anticipó un análisis minucioso de la transacción. La primera decisión oficial fue una resolución de la Secretaría de Comercio, que ordenó congelar -inicialmente, por seis meses- cualquier efecto y mantener ambas operaciones independientes, hasta tanto la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), que depende de esa secretaría, expidiera una definición.

Hace dos semanas, Telecom obtuvo en la Justicia un fallo a favor que suspendió esa resolución.

La Casa Rosada replica ahora con un dictamen de objeción de la CNDC. Afirma que, luego del análisis preliminar, "identificó riesgos significativos por los potenciales efectos sobre la competencia en los diversos mercados de telecomunicaciones involucrados, de modo que pueda resultar en un perjuicio para el interés económico general".

"La adquisición de la firma Telefónica Móviles Argentina por parte de la firma Telecom Argentina aumenta la probabilidad de que la compradora abuse de la posición dominante resultante en los mercados analizados, restringiendo la oferta de servicios mediante el incremento unilateral de precios, el deterioro de la calidad y/o mediante prácticas exclusorias", concluyó.

"La operación", consignó la CNDC, "importa la eliminación de uno de los tres principales operadores de telefonía móvil del país, lo que dejaría un mercado nacional altamente concentrado entre sólo dos jugadores: Telecom, con una participación estimada del 58%, y AMX (Claro), con 42%".

"Se trata de un mercado altamente concentrado, donde la operación produce una variación (...) que excede ampliamente los umbrales de no preocupación desde el punto de vista de la competencia, según los estándares internacionales y la propia jurisprudencia de la CNDC", dice el dictamen.

"En base a la información aportada, de aprobarse la operación, la República Argentina sería el único país con sólo dos operadores de envergadura dentro del conjunto de países seleccionados de la región, seguido por Uruguay (tres operadores) y el resto con cuatro (Brasil, Chile, México, Paraguay y Perú)", agregó.

"También resulta preocupante la acumulación de espectro radioeléctrico que excedería en todos los casos el límite regulatorio de 140 MHz establecido por el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), alcanzando excesos de hasta 130 MHz en ciertas localidades", siguió. "El espectro es un recurso finito indispensable para la prestación de servicios móviles", destacó.

Sobre el mercado de servicio fijo residencial, la CNDC advirtió efectos potenciales en 186 localidades de todo el país. "En 114 localidades del mercado de Internet residencial y 143 del mercado de telefonía fija, Telecom podría obtener participaciones superiores al 40%, alcanzando en muchos casos posiciones que podrían ser monopólicas", afirmó. "Las jurisdicciones que mostrarían mayores niveles de concentración incluyen CABA y la región metropolitana, y numerosas localidades de las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Neuquén y Río Negro", amplió.

En este sentido, en el dictamen, se lee que, en CABA, Telecom sumaría otro 7,4% de los accesos residenciales de Internet, con lo que concentraría el 71,6% del mercado tras la operación. En la provincia de Buenos Aires, hay 148 localidades con solapamiento, de las cuales en 101 habría una participación conjunta superior al 40%, con potenciales problemas de competencia.

En tanto, el Gobierno observó que "la operación también podría generar efectos anticompetitivos en servicios empaquetados (cuádruple play), donde Telecom sería el único operador con capacidad nacional para ofrecer paquetes que incluyan telefonía móvil, Internet, televisión paga y telefonía fija, lo que podría crear ventajas competitivas irreplicables para sus competidores".

Por último, en el mercado de servicios corporativos de telecomunicaciones, "bajo cualquier escenario alcanzado, la participación conjunta superaría el 50%, lo que podría generar una posición dominante que afecte la competencia en este segmento estratégico".