En un contexto en el que las obras están afectadas por el elevado costo de la construcción -lo que redujo los márgenes drásticamente- Santiago Tarasido, CEO de Criba, una de las principales constructoras del país, trabaja en un plan para recuperar la rentabilidad en el sector. Cree que hay que integrar la cadena de valor con lo hizo la industria automotriz, para crecer de punta a punta de forma conjunta y a medida, ganando eficiencia.
El ejecutivo asegura que aún con una macroeconomía que empezó a ordenarse antes de lo pensado, la industria debe enfrentar una fuerte carga impositiva. El acceso a financiación para constructoras y desarrolladoras sigue siendo un punto crítico en este "momento bisagra", dijo, en el que es necesario "manejar la ansiedad".
A pesar de todos los puntos pendientes, Criba vuelve a cerrar su balance en verde, con crecimiento como en la última década. ¿La clave? Diversificar el negocio y no apuntar solo al mercado inmobiliario. "Trabajamos con aeropuertos, universidades, salud y comunidades religiosas", dijo.
-¿Cómo ve el primer semestre del año en el segmento de la construcción?
-Hay muchos cambios. Veníamos pidiendo estabilidad y reglas claras. Cada empresa gestionaba como podía, había una creatividad infernal. Nos acostumbramos a normalizar lo que no es normal: una inflación muy alta. Dedicábamos demasiada energía a eso en lugar de enfocarnos en ser más productivos. Hoy el escenario está más estable: inflación controlada y reglas más claras. La coyuntura, sin embargo, no es sencilla. Hubo un fuerte recorte presupuestario que frenó la obra pública, y en el ámbito privado los precios de los desarrollos inmobiliarios todavía no acompañan el aumento del costo de construcción, porque siguen atados al valor de las propiedades usadas. La ecuación es difícil de acomodar y muchos proyectos están esperando para lanzarse.
-¿Cambia el público para el que construyen?
-La estabilidad permite pensar en crédito y ampliar el segmento al que podemos llegar. Estamos en un momento de transición. A esto se suma que creció mucho el crédito UVA: aunque solo representa el 0,4% del PBI, en números individuales es muchísimo. Ahora vemos que los bancos empiezan a subir las tasas y eso restringe la demanda.
-¿Qué pasa con los créditos para la construcción?
-Hay una iniciativa interesante: usar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad -los activos provenientes de las AFJP- para financiar la demanda de viviendas, no la oferta. Se pueden securitizar esos fondos y usar el flujo, en lugar del stock, para otorgar créditos.
-¿Qué peso tiene la obra pública para Criba?
-Históricamente nos hemos enfocado en obra privada, por lo que el freno de la obra pública no nos golpea tanto.
-Pero sí se detienen los nuevos desarrollos inmobiliarios, ¿eso los impacta?
El costo para construir en dólares subió un 100%, pero solo se trasladó entre un 15% y un 20% a los valores de los inmuebles en venta. Así, los márgenes se volvieron muy ajustados. Esto se resolverá con una inevitable suba de precios: el mero hecho de que el país mejore llevará a que las propiedades valgan más. Al mismo tiempo, las empresas optimizamos costos. Varias desarrolladoras ya compraron terrenos anticipando una mejora.
-¿Son atractivos los precios de los terrenos?
-Sí. Hay que tener en cuenta que desde la compra hasta el inicio de obra pasa bastante tiempo. Mientras tanto, se espera que mejore el contexto macroeconómico.
"El costo para construir en dólares subió un 100%, pero solo se trasladó entre un 15% y un 20% a los valores de los inmuebles en venta. Así, los márgenes se volvieron muy ajustados"
-¿Y las restricciones cambiarias para las empresas?
-La velocidad con la que se solucionaron varias variables sorprendió; hay que ser optimistas por lo logrado en poco tiempo, aunque queda mucho por resolver.
-¿Sus proyecciones de negocio son positivas?
-Sí, aunque el "mientras tanto" es difícil.
-¿Cuánto durará la transición?
-Hay que sacarse la ansiedad. Venimos de años de degradación. Pensar que todo cambiará en menos de un año es imposible.
-En esta transición, ¿hay desarrolladoras que pueden quedar en el camino?
-Hay realidades distintas. Algunos sectores se desregulan rápido; otros, no. Criba crecerá fuerte porque diversificamos el negocio. Para nosotros la suerte no se define solo en un desarrollo inmobiliario. Estamos trabajando con aeropuertos, universidades, salud. No es solamente qué pasa con la vivienda. Se puede equilibrar. Una de las virtudes de Criba es porque damos muchos servicios para distintos segmentos de la economía.
-¿Cuáles son los segmentos en los que más crecen?
-Terminamos obras para las principales universidades: San Andrés (Punta Chica) y Di Tella (Núñez). Iniciamos la primera etapa de UCEMA (Microcentro, en el edificio histórico Maple), trabajamos para construir templos y seguimos poniendo foco en salud.
-¿Están hoy más focalizados en esos segmentos que en el residencial?
-Siempre tuvimos obras variadas. También avanzamos con la desarrolladora Consultatio, de Eduardo Costantini, en la torre Huergo, que está por finalizarse.
-¿Criba es una desarrolladora o constructora?
-Somos un grupo de servicios de construcción. En paralelo, tenemos negocios vinculados a la construcción, como nuestra pata inmobiliaria, donde buscamos ser aliados de grandes desarrolladores. Por ejemplo, trabajamos con Raghsa en Le Parc Punta del Este y con Argencons en Quartier Retiro, entre otros.
-¿Piensan comprar alguna desarrolladora?
-Podría ser; no lo descartamos. Pero son negocios muy distintos.
-¿En qué momento están como empresa?
-Es hora de repensar cómo construir. Queremos ofrecer productos "llave en mano" e integrar más la cadena de valor. Tenemos una cadena de valor muy larga. Hay una tendencia de "tirar la pelota hacia adelante". Se 'desarman' las obras en busca de achicar gastos. Hoy hay que entender que hay que planificar de antemano para abaratar costos. Hay que hacer obras llave en mano, es importante mantener el control, la responsabilidad y los riesgos en una sola empresa. Hago una analogía con la industria automotriz que ha mejorado en sus procesos con una cadena de proveedores muy clara. La construcción no. Es un desafío ver como alinearse a ese modelo. Si una obra se desmedra es como si fueras a comprar un auto y quisieras comprar todo por separado para armarlo en el garaje de tu casa. Hay que darle valor a los procesos, hay que planificar en la preconstrucción. Ahí estamos haciendo el foco. Mejorar la ingeniería para que sea más barato. Si uno se atrasa cuatro o cinco meses el costo es enorme. Es algo que ya estamos ofreciendo.
-¿Ese esquema hoy lo están utilizando?
-Si, un ejemplo es el joint venture Criba y Consultatio en la Torre Huergo 475, donde se trabajó desde el inicio del proyecto en una misma mesa en la que participaron quienes generaron el plan de negocios, el estudio de arquitectura, los asesores técnicos, la empresa constructora, los responsables de marketing y comercializadores. Se alcanzaron los objetivos de costos y plazos previstos según el plan inicial.
-¿El balance de Criba cerró mejor que el año pasado?
-En los últimos 10 años venimos creciendo en el orden del 10% anual en términos reales, sin importar contexto, crisis, ni gobiernos.
-¿Hay obras en el sector que quedan en el camino?
-Si, muchas se avanzan y se frenan. Se arrancan sin tener documentación correspondiente. Eso genera muchos inconvenientes. La industria tiene que tender a lo contrario.
-¿Importar insumos de China optimiza costos?
-Solo entre un 10% y 15% del costo total de productos que se utilizan en la obra. Además, implica riesgos de escala y posventa. Por traer porcelanatos de China no vas a salvar el costo de la obra. El ahorro real está en la eficiencia de la mano de obra y la gestión.
-¿Cuáles son los márgenes del sector hoy de la construcción?
-Muy pequeños. Hay que optimizar de manera integral. También influye la carga laboral e impositiva. La informalidad es alta.
"En los últimos 10 años venimos creciendo en el orden del 10% anual en términos reales, sin importar contexto, crisis, ni gobiernos"
-¿Se puede profundizar la reforma laboral en el mercado de la construcción?
-El régimen actual es flexible y positivo, pero se puede mejorar. Por ejemplo, el fondo de desempleo podría canalizarse al mercado de capitales e incluso financiar viviendas para los propios operarios. La cantidad de empresas y empleadores en los últimos 30 años disminuyó. Esto es porque es muy complicado tener empleados en la Argentina. Además, Ingresos Brutos impacta hasta diez veces en un mismo proyecto.
-¿Estos temas los plantean al Gobierno?
-Es un impuesto provincial, lo que hace que sea muy difícil de modificar. Las tasas municipales también son altas: agregan hasta 15% al costo por metro cuadrado de una obra, junto con Ingresos Brutos.
-¿Cuál es la carga impositiva total?
-Entre 40% y 50% del costo de construcción.
-¿Ve posible bajar esa carga?
-Es complejo. Requiere pasar por el Congreso. Podría generarse competencia entre localidades, cada una ajustaría impuestos para atraer obras. De esta forma, uno va a decidir donde construir según el impuesto que tenga cada zona.
-Además de lo impositivo, ¿qué le piden al Gobierno?
-Intervenir en el mercado financiero para impulsar el crédito. Necesitamos normalizar variables y aprovechar el potencial del país.
-¿Hay inversores extranjeros interesados en la Argentina?
-Sí. La Argentina vuelve a la vidriera, sobre todo en minería y energía. En Uruguay, participamos del proyecto Cipriani, y confiamos en que iniciativas similares lleguen al país.
-¿Hoy participan en sectores de minería y energía?
-Estamos evaluándolo. Por ahora no hay nada concreto. Sabemos que hay muchas inversiones y oportunidades y nos preparamos para eso
-En Uruguay son parte del proyecto +Colonia...
-Sí. Un proyecto de transformación muy ambicioso que ya está en una etapa muy avanzada. Allí trabajamos, por ejemplo, junto con Raghsa para desarrollar Quartier con el objetivo de potenciar Colonia como una extensión de Buenos Aires.
-¿Cuánto cuesta construir en Colonia versus Buenos Aires?
-Hace tres años costaba el doble; hoy los precios se igualaron.
-¿Están altos ahora los precios o antes estaban muy bajos?
-Ahora estamos en un pico pero antes eran ridículos.
-¿Están pensando en expandirse?
-Analizamos algunas obras en Paraguay y Perú, y cotizamos trabajos en Chile. No es fácil trasladar una operación constructora.
¿Cómo financian los proyectos?
-Con capital privado y aportes de inversores.
-¿Tienen pensado acudir al mercado de capitales, cotizar en Bolsa?
-No, por el momento.



