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Un nuevo grupo de inversores se hace cargo del complejo Al Río, en Vicente López

Se trata de una nueva sociedad. Anunciaron una mega inversión para el complejo que enfrentó un parate por una deuda millonaria. ¿Cómo es el flamante proyecto?

Un grupo inversor obtuvo la autorización de la Justicia para refaccionar y continuar con la construcción del complejo "Al Río" en Vicente López. 

Se trata de tres socios; Walter Román, César Escandarani y Maja Desarrollos que, según informaron a través de un comunicado, realizaron una importante transacción para la puesta en valor del complejo Al Río. 

En pocas palabras el grupo inversor adquirió la mayor parte de las deudas que afrontaba Ribera -desarrollador de Al Río-, y en contraposición se le entregó una unidad funcional para poder seguir construyendo y poner en valor los metros cuadrados ya existentes. 

"Luego de más de 16 meses se obtuvo la autorización judicial para adquirir a través del expediente judicial del concurso preventivo de Ribera Desarrollos S.A., el principal activo del complejo "Al Río" en Vicente López que integra los locales comerciales, el salón de eventos y la posibilidad de continuar con el desarrollo de una parte del complejo", informó el nuevo grupo inversor.

"Nosotros como grupo nos pusimos como objetivo tomar posesión de una de las unidades funcionales de Al Río. Tenemos una estrategia en dos etapas: la primera es poner en valor los activos que están hoy en nuestro poder y en una segunda etapa estratégica hacer un plan de negocios para los metros cuadrados futuros que nos quedan para desarrollar", explicó César Escandarani, uno de los socios.

La inversión proyectada no sólo estará enfocada en la construcción del nuevo proyecto, sino también en innovar con nuevos locales gastronómicos y en promover el salón de eventos denominado "el Cubo" que por tamaño, ubicación y servicios es uno de los más grandes e importantes de la Argentina.

Según consta en el expediente este nuevo grupo inversor cuenta con 27.000 m2 construibles y el objetivo, según fuentes cercanas a los inversores, es hacer nuevas viviendas y oficinas junto a locales comerciales. Para ello los inversores están en continuo diálogo con la Municipalidad para lograr las aprobaciones necesarias.

"Nosotros adquirimos la unidad funcional dos. En el proyecto inicial estaba pensado un shopping ahí, pero estamos readecuando los planos en base a las nuevas necesidades", dijo Escandarani. 

Si bien se descarta la construcción de un shopping se está trabajando en la incorporación de nuevos locales como un centro de proximidad, con servicio de gastronomía y experiencia.

"Al tratarse de activos que se encontraban en un proceso concursal, se suma a la importante inversión, la complejidad y dificultad que obligó a obtener autorizaciones judiciales y acordar con acreedores del proceso a efectos de obtener las mismas", explicó el comunicado enviado por el grupo inversor.

Los inversores tienen trayectoria emprendedora y fueron acompañados y asesorados en todo el proceso por Ariel Di Bártolo y Martin Rozental, socios del Estudio Lorente & Lopez.

El Complejo Al Río es una única parcela compuesta por seis unidades funcionales, cada unidad tiene su propio consorcio. "Ya adquirimos la unidad funcional número dos donde está Kansas, El Cubo -salón de eventos- y metros construibles en el techo del actual Sodimac. Hoy se está poniendo en valor estos locales", explicó el socio.

La crisis de Al Río

Ubicado en una de las mejores zonas de Buenos Aires, el proyecto empezó a planearse en 2006 con una inversión total anunciada de u$s 300 millones. s 

El plan original lanzado en 2010 contemplaba un centro comercial, dos torres de oficinas, un paseo con locales, un auditorio cultural, un hotel de lujo, un shopping center de 300 locales y un estadio con capacidad para 20.000 personas. 

Pero finalmente se avanzó con un proyecto mixto con viviendas, oficinas y un pequeño centro comercial. En total se invirtieron u$s 150 millones, la mitad de lo planeado. 

El emprendimiento sólo pudo terminarse en parte: la torre de oficinas, las residencias y los locales gastronómicos, al lado de Carrefour. La segunda torre nunca llegó a construirse 

El proyecto entró en parálisis y Ribera S.A, dueña de la desarrolladora, se presentó en concurso en febrero de 2019, ante el Juzgado en lo Comercial 12 de Capital Federal, al no poder cumplir con una deuda que ascendía a unos u$s 120 millones. 

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