

A pesar de que el sector agropecuario no cuenta con regulaciones ni leyes específicas que promuevan la sustentabilidad, existen dos iniciativas que intentan, por sus propios medios, incitar el reciclaje y el cuidado del medioambiente.
Una de ellas es Kilimo, una herramienta que, mediante el uso de inteligencia artificial, les recomienda las mejores maneras de regar a los productores agrícolas, teniendo en consideración el uso responsable del agua.
Jairo Trad, CEO y co-founder de Kilimo, participó del evento Desarrollo Sustentable, organizado la semana pasada por El Cronista y la revista Apertura, y comentó que su principal desafío es "lograr que, tanto los agricultores, como todos aquellos que trabajan en el sector se informen y tomen conciencia de los impactos que generan".
Juan Manuel Medina, gerente de Relaciones Institucionales y Comunicación de CampoLimpio, una asociación civil que tiene como misión el recupero de los envases vacíos de fitosanitarios en todo el país, también tuvo lugar en el evento. Allí, comentó que existe una ley que se sancionó en 2018, que exige al productor agropecuario recuperar o, en ocasiones, reciclar, el plástico que genera.
En este contexto, surgió CampoLimpio. En la actualidad, cuenta con más de 110 empresas dentro de la asociación, que, juntas, representan el 95% del plástico que se vuelca al medioambiente en distintos envases de agroquímicos. "Nuestra misión es recuperarlo en todo el país. Para eso, tenemos dos dispositivos: los centros de almacenamiento transitorios y las jornadas itinerantes que organizamos en distintos puntos del país", comentó.
A su vez, reveló que la participación en la devolución de fitosanitarios -herramientas utilizadas para prevenir y controlar plagas o enfermedades, y hacer más eficiente la producción- es cada vez mayor. Medina atribuye el aumento en la participación de los productores en la iniciativa a la entrega de certificados por parte de CampoLimpio. "Es uno de los pocos certificados ambientales a los que puede acceder un productor", aclaró.