Nueva York: asesinato de policías reaviva la tensión racial

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó ayer desde Hawaii, donde está de vacaciones por Navidad, el asesinato de dos policías en Nueva York ayer, en aparente venganza por las muertes sin castigo de negros.
El asesinato se inscribe en un clima tenso donde la comunidad afroestadounidense se considera discriminada por los jurados que desecharon la presentación de cargos contra los oficiales blancos que mataron a los negros Eric Garner, en Nueva York, y Michael Brown, en Ferguson, Missouri.
El único sospechoso es el joven negro Ismaaiyl Brinsley, de 28 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado luego en la cercana estación Myrtle-Willoughby de la línea G del subte de Nueva York, quien había adelantado su intención de venganza en las redes sociales.
Según la cadena CNN, los dos policías fueron tiroteados ayer a quemarropa a plena luz del día, en pleno frenesí de compras navideñas, mientras patrullaban el barrio neoyorquino de Bedford-Stuyvesant.
Las amenazas contra los policías neoyorquinos fueron emitidas desde la cuenta de Instagram de la mujer de Brinsley y la policía de Baltimore informó a sus pares de Nueva York, pero la advertencia llegó al mismo tiempo que se cometía el crimen.
El ataque, el primer tiroteo fatal contra oficiales de policía de Nueva York desde el 2011, tuvo lugar tras semanas de manifestaciones violentas en Estados Unidos.
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