Richter y Koons, los artistas contemporáneos más demandados

Son los más buscados y cotizados. Les siguen el estadounidense Christopher Wool y el chino Cui Ruzhuo. Entre las mujeres, se destaca la japonesa Yayoi Kusama

El mercado de los artistas contemporáneos es el que más crece en el mundo, ya que hay obras en cantidad y además ellos están en plena producción. Es también normal que las nuevas generaciones quieran coleccionar obras diferentes a las que coleccionaban sus padres y tener su propia visión del arte, por lo tanto buscan en sus contemporáneos aquello que quieren atesorar.

Es un alemán el artista más demandado del mundo, Gerhard Richter, que vive en Colonia y a sus 84 años continúa trabajando todos los días, igual que nuestros Guillermo Roux y Carlos Alonso. Hace cinco décadas que realiza exposiciones y su obra puede dividirse en tres períodos; el primero es realista fotográfico, reproduciendo las mismas en la tela con una técnica impecable; luego realizó una serie de rectángulos en colores, que a algunos le recuerda a Mondrian, y finalmente hace años que hace abstracción y trabaja el chorreado de colores que distribuye con tablones sobre la superficie.

En subastas públicas, en los últimos cinco años, se vendieron 34 de sus obras en más de u$s 10 millones, una de ellas en u$s 46 millones, y también son muchos los grabados que se venden en altos precios.

Por ejemplo, hizo una edición de 500 copias que se puso a la venta en su exposición en Fundación Beyeler en Basilea hace tres años y costaban u$s 1500, ya que el artista quería que la gente pudiera tener sus trabajos. ¡Ahora ya se pagan 30 veces más en sólo 36 meses! Salen en subasta 300 de sus obras por año y se venden en un promedio de u$s 240 millones. En la galería que lo representa hay que llevar unos u$s 4 millones mínimo para adquirir alguna de sus últimas pinturas bien minimalistas, con poco color y fondo oscuro.

El americano Jeff Koons (61) es otro de los más demandado; hace pocos días estuvo 48 horas en Buenos Aires presentando su "Bailarina" en el Malba; sus esculturas son lo más demandado y una de ellas alcanzó el mayor precio jamás logrado por un artista contemporáneo: u$s 58 millones por una de un perrito inflado, como si fueran globos, del cual hay cinco ejemplares en diferentes colores.

Son 150 las obras que se venden en remates cada año y recaudan u$s 86 millones todos los años en ventas públicas. En todos los casos debe estimarse que las ventas privadas de estos artistas son más del doble, por lo tanto un artista como Koons tiene ventas por casi u$s 250 millones cada año y dos talleres con cerca de cien operarios que concretan sus diseños e ideas.

Es el norteamericano Christopher Wool (60) el tercero más exitoso. Sus pinturas son grandes letras negras sobre fondos blancos y de grandes superficies. Una de sus obras se vendió en u$s 30 millones y cinco en más de u$s 10 millones; se venden 50 de sus obras en subasta y recaudan u$s 75 millones promedio cada año.

Es un chino el cuarto más buscado, Cui Ruzhuo de 72 años. Trabaja en su país grandes papeles con tinta y recuerda las obras históricas de su tradicional arte; son personajes, pájaros y paisajes los temas que aborda. Una de sus obras se vendió en u$s 40 millones y todos los años se venden, sobre todo en Asia, 60 trabajos por unos u$s 60 millones, a un promedio de u$s 1 millón cada uno.

La artista mujer más buscada es la japonesa Yayoi Kusama, de 87 años, quien trabajó en Nueva York en los 60 junto a Warhol y los artistas pop, y hace casi 40 años volvió a Japón. Quiso ser marchand pero fracasó y con problemas psiquiátricos se auto recluyó en un manicomio, donde vive desde 1977. Son permanentes sus exposiciones en todo el mundo y aquí en el Malba fue una de las más concurridas. Una de sus pinturas de los 60 se pagó u$s 7 millones el año pasado y sus esculturas de calabazas se han pagado u$s 700.000 y todos los años sube de precio y de demanda. Y unos 500 grabados se subastan todos los años.
Los otros más demandados son Richard Prince, Peter Doig, Ed Ruscha, Damien Hirst, Robert Ryman y Wayne Thiebaud.

Entre los latinos se destaca Fernando Botero (84), quien vive y trabaja en Pietrasanta, Nueva York y París; en subasta se venden unos 80 trabajos por año por u$s 20 millones. Hoy 12 de sus esculturas se exponen en los parques de Hong Kong.

Los otros latinos exitosos son el brasileño Vik Muñiz, el venezolano Carlos Cruz-Diez, quien vive en París, y los argentinos Guillermo Kuitca y Julio Le Parc. Nuestro país tiene fabulosos artistas cuyos trabajos no se cotizan en millones de dólares sino a un promedio de u$s 10.000, y no les compramos ni apoyamos, será hora de despertar.

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