LAS AGROQU MICAS DEBER N DEJAR DE COMERCIALIZARLO EN 2013

Prohiben un insecticida para el agro que vendió más de u$s 20 millones en 2010

Naciones Unidas incluyó al Endosulfán en la banda roja de toxicidad y en el país, el Senasa reglamentó su desaparición. Se usa para algodón, soja, miel y vinos, entre otros

Las agroquímicas con operaciones en la Argentina tendrán que dejar de vender en dos años un insecticida tóxico que les reportó ingresos por u$s 22,5 millones en la última campaña.
En línea con las exigencias de Naciones Unidas, el Senasa reglamentó la desaparición del principio activo Endosulfán en la Argentina, a través de la Resolución 511 publicada el viernes en el Boletín Oficial.
La norma, que lleva la firma del titular del organismo, Jorge Amaya, dispone que a partir del 1º de julio de 2012 las empresas deberán dejar de importar el producto, que no se produce en la Argentina, y pone un plazo límite del 1º de julio de 2013 para comercializar los remanentes que tienen las compañías.
El Endosulfán representa el 15% en el volumen de ventas de insecticidas para agro en la Argentina, y el 7% en valor. Según cifras de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), que agrupa a las empresas del sector, en la campaña 2010/11 se comercializaron 5,5 millones de litros del producto. Esto equivale al volumen que se requiere para cubrir unas 5 millones de hectáreas de soja. En la última campaña se sembraron poco más de 18 millones de hectáreas con la oleaginosa. El producto se utiliza en los cultivos de algodón, cereales, frutales, vides y tabaco, entre otros.
La medida contó con la aceptación de la industria, aunque no así los plazos de ejecución. Juan Cruz Jaime, director Ejecutivo de Casafe, indicó que las empresas respetan la determinación aunque hubiesen preferido que se respetaran los plazos del pronunciamiento internacional, que otorga cinco años de gracia para vender el producto en lugar de restringirlos a dos.
El acuerdo internacional que regula el tratamiento de las sustancias tóxicas es la Convención de Estocolmo, formada en 2001 en la órbita de Naciones Unidas, y el Convenio de Estocolmo definió en abril de 2011 la necesidad de erradicar el uso de Endosulfán, que ya está prohibido en 74 países.
En la Argentina, las empresas que comercializan insecticidas con este componente incluyen a Magan, de la agroquímica israelí Makhteshim-Agan Industries; la estadounidense Dupont; Agroservicios Pampeanos (ASP), del grupo canadiense Agrium; la holandesa Nidera y las nacionales Red Surcos e Insuagro, entre otras.
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