Nueva ley de teletrabajo y su impacto económico

El teletrabajo se ha convertido en una preocupación constante en los últimos meses para las empresas y los trabajadores. A pesar de que muchos ya hacían el trabajo de forma no presencial, la gran mayoría no sabían nada acerca de este sistema. Ha tenido que venir una pandemia global y una alerta sanitaria internacional con el consiguiente confinamiento de la población en muchos países para que el teletrabajo se convierta en una realidad para muchos trabajadores.

Lo cierto es que esta obligación ha puesto de manifiesto las numerosas carencias que existían en este ámbito y ha dado lugar a una muestra de las capacidades que ofrece este sistema de cara a la productividad. No es sorprendente que se plantee una nueva ley de regulación del teletrabajo teniendo en cuenta todo lo aprendido durante esta prueba sobrevenida. La regulación y puesta en marcha de un sistema más efectivo que proteja tanto al trabajador como a la empresa puede dar como resultado el interés por este modelo por parte de muchos sectores. Esto puede crear un impacto global que tenga consecuencias tanto en lo social como en lo económico.

¿Existe un impacto económico para las empresas?

Está demostrado que la multiplicación de teletrabajadores supone un gran ahorro para las empresas en concepto de oficinas. Al mismo tiempo, la productividad de los empleados se incrementa de forma notable añadiendo con ello mayores ganancias. La unión de estos datos da una idea fiel del verdadero alcance de una medida que encamine el empleo hacia el desarrollo online.

La visión de futuro debe ser lo que dirija el cambio ya que la inversión en un nuevo sistema puede hacer que muchas empresas no consideren esta fórmula. Sin embargo, salvando la implantación de las medidas necesarias y las infraestructuras adecuadas para el desarrollo de cada trabajo de forma particular, la empresa puede comenzar a pulir los métodos y acabar por tener un sistema productivo de gran efectividad que se traduzca en mayores ganancias.

Los trabajadores también se benefician

Las empresas no son las únicas que salen ganando ya que los trabajadores pueden disponer de un tiempo más flexible en su jornada laboral, disfrutan de la comodidad que les ofrece su propio hogar y es mucho más fácil para ellos conseguir una conciliación familiar efectiva.

Para ello hay que contar con una ley que proteja los derechos del trabajador para que se cumpla la jornada y se respete el tiempo de ocio. Igualmente, los trabajadores que deseen que este método sea una realidad en sus vidas deberán comprometerse a cumplir con los objetivos y con la calidad esperada en su trabajo. Solo en colaboración entre empresas y trabajadores se puede demostrar que es un sistema eficaz y de gran utilidad capaz de mejorar la economía de un país.

Por otro lado, no se debe tener en cuenta el funcionamiento desigual que el teletrabajo ha tenido durante el confinamiento ya que se trata de una situación extraordinaria en la que la improvisación ha dado lugar a muchos errores.

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